¡Ay, Dios mío, qué situación! Resulta que el Presidente Rodrigo Chaves, en medio de una conferencia de prensa que parecía sacada de novela, soltó la bomba: sí, se reunió con gente de Tradeco, la misma empresa que la Fiscalía de Nueva York tiene echando ojo por posible conexión con un cartel de narcos hondureños. Uno se queda pensando, ¿qué estará pasando detrás de cámaras?
Todo esto viene de atrás, imagínate. Tradeco está en el ojo del huracán desde 2019, acusada de lavar plata para los hermanos Hernández, esos que anduvieron haciendo travesuras en Honduras y ahora purgan condena en gringolandia. La investigación llegó hasta los dueños de Tradeco y sus sociedades, buscando rastrear cómo estaban metidos en el negocio del tráfico de droga entre Colombia, Centroamérica y Estados Unidos. Una verdadera maraña, diay.
Ahora resulta que Chaves, para justificar estas reuniones en Casa Presidencial, dice que era para salvarle la piel al país de gastarnos unos $112 millones en la ampliación de la carretera Barranca-Limón. Según él, si no hubiera ido a hablar con Tradeco, algún “aprovechado” en el MOPT se habría llevado la tajada. Pero, vamos, ¿ahora nos quiere convencer de que la única opción para ahorrar plata era negociar con una empresa señalada de narcotráfico? ¡Eso suena a cuento chino!
Y ahí no termina la telenovela. Luis Amador Jiménez, el exjefe del MOPT, contó que Chaves le presionaba para darle el contrato a Tradeco, que insistía en saber cómo funcionaba el proceso, y hasta amenazó con echar al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de la lista de países amigos si no se cedía el contrato. Imagínate la presión que debió estar sintiendo el pobre hombre. ¡Un brete!
Lo curioso es que ni siquiera consiguió el contrato. El Banco Nacional y el INS se negaron a dar una póliza de garantía a Tradeco, así que el negocio no salió. Y Chaves, con su labia, nos dice que todo fue por ahorrar plata. Pero, ¿realmente creemos eso, mae? Porque la verdad, huele raro a quemado.
Pero volviendo a la investigación en Nueva York, parece que Carlos González Macías, ex vicepresidente de Tradeco, se juntó con “Tony” Hernández en Houston, justo después de unas reuniones en México. Allí, según documentos encontrados en el teléfono de “Tony”, se habló de invertir en Honduras utilizando a Tradeco. ¡Una telaraña de conexiones peligrosas! Y para colmo, descubrieron que pasaron por Costa Rica para evadir controles... ¡qué chunche!
El caso se complica aún más porque el Fiscal General de Costa Rica ya tiene a Chaves en la mira por presunto peculado. Le están investigando por el manejo del contrato de la carretera Barranca-Limón y por favorecer a Tradeco. Además, aparece en el radar el nombre de Mauricio Batalla, el exministro de Obras Públicas, también como implicado. ¡Esta vaina está que arde!
En fin, todo este rollo nos deja con muchas preguntas en el aire. ¿Realmente Chaves actuó con la intención de ahorrarle dinero al país, o hubo otros intereses en juego? ¿Es realmente posible que el gobierno no haya detectado las graves acusaciones contra Tradeco antes de buscar acuerdos con ellos? ¡Qué torta! ¿Ustedes creen que el Presidente nos está tomando el pelo con esta historia, o hay una explicación lógica para todo esto?
Todo esto viene de atrás, imagínate. Tradeco está en el ojo del huracán desde 2019, acusada de lavar plata para los hermanos Hernández, esos que anduvieron haciendo travesuras en Honduras y ahora purgan condena en gringolandia. La investigación llegó hasta los dueños de Tradeco y sus sociedades, buscando rastrear cómo estaban metidos en el negocio del tráfico de droga entre Colombia, Centroamérica y Estados Unidos. Una verdadera maraña, diay.
Ahora resulta que Chaves, para justificar estas reuniones en Casa Presidencial, dice que era para salvarle la piel al país de gastarnos unos $112 millones en la ampliación de la carretera Barranca-Limón. Según él, si no hubiera ido a hablar con Tradeco, algún “aprovechado” en el MOPT se habría llevado la tajada. Pero, vamos, ¿ahora nos quiere convencer de que la única opción para ahorrar plata era negociar con una empresa señalada de narcotráfico? ¡Eso suena a cuento chino!
Y ahí no termina la telenovela. Luis Amador Jiménez, el exjefe del MOPT, contó que Chaves le presionaba para darle el contrato a Tradeco, que insistía en saber cómo funcionaba el proceso, y hasta amenazó con echar al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de la lista de países amigos si no se cedía el contrato. Imagínate la presión que debió estar sintiendo el pobre hombre. ¡Un brete!
Lo curioso es que ni siquiera consiguió el contrato. El Banco Nacional y el INS se negaron a dar una póliza de garantía a Tradeco, así que el negocio no salió. Y Chaves, con su labia, nos dice que todo fue por ahorrar plata. Pero, ¿realmente creemos eso, mae? Porque la verdad, huele raro a quemado.
Pero volviendo a la investigación en Nueva York, parece que Carlos González Macías, ex vicepresidente de Tradeco, se juntó con “Tony” Hernández en Houston, justo después de unas reuniones en México. Allí, según documentos encontrados en el teléfono de “Tony”, se habló de invertir en Honduras utilizando a Tradeco. ¡Una telaraña de conexiones peligrosas! Y para colmo, descubrieron que pasaron por Costa Rica para evadir controles... ¡qué chunche!
El caso se complica aún más porque el Fiscal General de Costa Rica ya tiene a Chaves en la mira por presunto peculado. Le están investigando por el manejo del contrato de la carretera Barranca-Limón y por favorecer a Tradeco. Además, aparece en el radar el nombre de Mauricio Batalla, el exministro de Obras Públicas, también como implicado. ¡Esta vaina está que arde!
En fin, todo este rollo nos deja con muchas preguntas en el aire. ¿Realmente Chaves actuó con la intención de ahorrarle dinero al país, o hubo otros intereses en juego? ¿Es realmente posible que el gobierno no haya detectado las graves acusaciones contra Tradeco antes de buscar acuerdos con ellos? ¡Qué torta! ¿Ustedes creen que el Presidente nos está tomando el pelo con esta historia, o hay una explicación lógica para todo esto?