¡Ay, Dios mío! Las noticias nunca dejan de sacudirnos. Resulta que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi mil millones de mujeres en el mundo han pasado por encima de la violencia por parte de sus parejas o simplemente porque sí. Una cifra que te deja helada, ¿verdad?
Y pa' ponerle más sabor a la piña, la cosa es que no ha cambiado mucho en veinte años. Sí, leyeron bien. Dos décadas batallando contra esta torta y apenas hemos visto una leve mejoría. Eso demuestra que estamos jalándonos una torta gorda como país y como comunidad global.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, el jefe de la OMS, soltó unas verdades: ninguna sociedad puede sentirse orgullosa si la mitad de su población vive con miedo. Esto debería hacernos reflexionar a todos, especialmente a nosotros los costarricenses, que nos creemos tan progresistas. ¿De verdad somos tan diferentes del resto del planeta?
El informe dice que alrededor de 840 millones de mujeres –¡casi un tercio!– han sufrido golpes, gritos o cosas peores. Y eso solo habla de lo que reportan, porque sabemos que muchas veces la gente se queda callada por vergüenza, miedo o porque no confían en nadie. ¡Qué sal!
Lo más preocupante es que la violencia de pareja solo ha bajado un poquito, como un 0,2% cada año. Un ritmo dolorosamente lento, señalan desde la OMS. Además, ahora también nos dan cifras de violencia sexual por parte de extraños. Según sus cálculos, unos 263 millones de mujeres han vivido esa pesadilla. Por eso dicen que hay mucha información escondida bajo la alfombra por el estigma y el miedo.
Pero no todo es tristeza, chunches. Este informe también nos da algunas luces. Revela que hay estrategias que funcionan para prevenir la violencia, pero la gente no quiere invertir en ellas. En 2022, ¡solo usaron el 0,2% de la ayuda internacional para combatir esta vara! Es como si no les importara realmente. Y ni hablar de cómo la crisis mundial, con el señor Trump volviendo a meter mano, ha complicado aún más la situación.
Además, el estudio muestra que esta torta no discrimina. Le pega fuerte a las mujeres de los países más pobres, a las que viven en zonas de conflicto y a las que sufren los embates del cambio climático. Imagínense, las inundaciones, las sequías, las hambrunas... todo eso aumenta el estrés en los hogares y facilita que se produzcan agresiones. Avni Amin, de la OMS, explica que estos desastres crean un ambiente de inseguridad económica y de desplazamiento que hace que las mujeres sean más vulnerables. ¡Qué brete!
Entonces, amigos y amigas, díganme ustedes: ¿qué se necesita para que finalmente le demos una patada en el trasero a esta cultura machista que nos carcome? ¿Estamos haciendo lo suficiente aquí en Costa Rica para proteger a nuestras mujeres y crear una sociedad donde puedan vivir libres de miedo? Dejen sus opiniones abajo, quiero saber qué piensan al respecto. ¡Vamos a echar raíces a este problema!
Y pa' ponerle más sabor a la piña, la cosa es que no ha cambiado mucho en veinte años. Sí, leyeron bien. Dos décadas batallando contra esta torta y apenas hemos visto una leve mejoría. Eso demuestra que estamos jalándonos una torta gorda como país y como comunidad global.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, el jefe de la OMS, soltó unas verdades: ninguna sociedad puede sentirse orgullosa si la mitad de su población vive con miedo. Esto debería hacernos reflexionar a todos, especialmente a nosotros los costarricenses, que nos creemos tan progresistas. ¿De verdad somos tan diferentes del resto del planeta?
El informe dice que alrededor de 840 millones de mujeres –¡casi un tercio!– han sufrido golpes, gritos o cosas peores. Y eso solo habla de lo que reportan, porque sabemos que muchas veces la gente se queda callada por vergüenza, miedo o porque no confían en nadie. ¡Qué sal!
Lo más preocupante es que la violencia de pareja solo ha bajado un poquito, como un 0,2% cada año. Un ritmo dolorosamente lento, señalan desde la OMS. Además, ahora también nos dan cifras de violencia sexual por parte de extraños. Según sus cálculos, unos 263 millones de mujeres han vivido esa pesadilla. Por eso dicen que hay mucha información escondida bajo la alfombra por el estigma y el miedo.
Pero no todo es tristeza, chunches. Este informe también nos da algunas luces. Revela que hay estrategias que funcionan para prevenir la violencia, pero la gente no quiere invertir en ellas. En 2022, ¡solo usaron el 0,2% de la ayuda internacional para combatir esta vara! Es como si no les importara realmente. Y ni hablar de cómo la crisis mundial, con el señor Trump volviendo a meter mano, ha complicado aún más la situación.
Además, el estudio muestra que esta torta no discrimina. Le pega fuerte a las mujeres de los países más pobres, a las que viven en zonas de conflicto y a las que sufren los embates del cambio climático. Imagínense, las inundaciones, las sequías, las hambrunas... todo eso aumenta el estrés en los hogares y facilita que se produzcan agresiones. Avni Amin, de la OMS, explica que estos desastres crean un ambiente de inseguridad económica y de desplazamiento que hace que las mujeres sean más vulnerables. ¡Qué brete!
Entonces, amigos y amigas, díganme ustedes: ¿qué se necesita para que finalmente le demos una patada en el trasero a esta cultura machista que nos carcome? ¿Estamos haciendo lo suficiente aquí en Costa Rica para proteger a nuestras mujeres y crear una sociedad donde puedan vivir libres de miedo? Dejen sus opiniones abajo, quiero saber qué piensan al respecto. ¡Vamos a echar raíces a este problema!
