¡Aguante! La salud pública en Costa Rica anda más apurada que un gallito en campeonato. Resulta que la Cámara Costarricense de la Salud, conscientes de que la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) está to’ pelada – perdón, digamos, con serias dificultades –, le ha puesto el dedo en el renglón a los aspirantes a la presidencia. Les han tirado encima un ‘decálogo’ con diez cositas que deberían estar pensando ya, antes de irse a promocionar en los mítines.
La jugada es simple: quieren que estos señores, ya sea Álvarez, Oduber o quién salga del montón, metan estas ideas en sus programas de gobierno antes de que lleguen las elecciones de febrero. Porque si seguimos así, ¡qué torta!, vamos a terminar con un sistema de salud que no da ni pa’ tomar agua. Ya saben, filas interminables, médicos saturados, y la gente sufriendo porque necesita atenderse urgente. Una verdadera calamidad.
Massimo Manzi, el jefe de la Cámara, lo dejó bien claro: “Este decálogo nace con el propósito de aportar soluciones concretas a problemas estructurales”. Y mira, no es un secreto pa’ nadie que necesitamos un cambio radical. Tanto el sector público como el privado tienen que empezar a jalar juntos, olvidándose de las diferencias políticas y pensando en el bienestar de la gente. Innovación, tecnología, cooperación… ahí hay mucho por hacer, chunches que podrían mejorar la situación.
Entre las propuestas más importantes, resaltan algunas que nos hacen pensar. Por ejemplo, declarar como emergencia nacional la atención de las listas de espera. ¡Imagínate! Que el gobierno diga que esto es grave y ponga toda la maquinaria a funcionar para agilizar las citas y las cirugías. Suena bien, ¿verdad? También proponen ponerle turbo a la digitalización de la salud, crear una agenda de inteligencia artificial, posicionar a Costa Rica como un destino turístico de salud... A ver si eso le da un empujón a la economía y mejora la atención médica.
Otro punto crucial es garantizar que la población tenga acceso a medicinas seguras y a buenos precios. ¡Eso sí que sería chiva! Porque ahora mismo, muchos mae se andan tragando amargura porque no pueden costearse los remedios que necesitan. Y luego está la formación de profesionales médicos. Hay que coordinar esfuerzos entre el Ministerio de Salud, las universidades y los hospitales para tener doctores bien preparados y listos para enfrentar cualquier brete. Porque qué vara tan baja tenemos si no podemos formar nuestros propios profesionales.
Además, hablan de buscar nuevas formas de financiar la seguridad social, más allá de esas cuotas que siempre recaen sobre el empleo. Hablan de estudios clínicos internacionales, cobrarle a los gringos que vienen a hacerse unos arreglos aquí, y hasta seguros internacionales. Un panorama amplio, diay, un reto considerable. Veremos si los candidatos realmente se animan a explorar estas opciones y no se quedan solamente en promesas vacías.
Y ojo, que también insisten en fortalecer el papel del Ministerio de Salud como el líder del sistema sanitario. Un ente rector que tome las riendas y asegure que todos estén remando en la misma dirección. Crearon una especie de observatorio para medir la calidad de los hospitales y clínicas, para saber dónde están las fallas y cómo corregirlas. En resumen, quieren que todo esté bajo control y que no haya espacio para la corrupción ni la ineficiencia. ¡Qué carga, la verdad!
Así que la pelota está en el tejado de los candidatos. ¿Están dispuestos a asumir este compromiso y a implementar estas medidas para rescatar la Caja Costarricense y asegurar el futuro de la salud pública en nuestro país? Porque, seamos honestos, si no hacemos algo pronto, el sistema se irá al traste. ¿Ustedes creen que alguno de estos candidatos tendrá el maullido para afrontar este desafío y dejar atrás la politiquería barata? ¡Díganme en los comentarios qué opinan!
La jugada es simple: quieren que estos señores, ya sea Álvarez, Oduber o quién salga del montón, metan estas ideas en sus programas de gobierno antes de que lleguen las elecciones de febrero. Porque si seguimos así, ¡qué torta!, vamos a terminar con un sistema de salud que no da ni pa’ tomar agua. Ya saben, filas interminables, médicos saturados, y la gente sufriendo porque necesita atenderse urgente. Una verdadera calamidad.
Massimo Manzi, el jefe de la Cámara, lo dejó bien claro: “Este decálogo nace con el propósito de aportar soluciones concretas a problemas estructurales”. Y mira, no es un secreto pa’ nadie que necesitamos un cambio radical. Tanto el sector público como el privado tienen que empezar a jalar juntos, olvidándose de las diferencias políticas y pensando en el bienestar de la gente. Innovación, tecnología, cooperación… ahí hay mucho por hacer, chunches que podrían mejorar la situación.
Entre las propuestas más importantes, resaltan algunas que nos hacen pensar. Por ejemplo, declarar como emergencia nacional la atención de las listas de espera. ¡Imagínate! Que el gobierno diga que esto es grave y ponga toda la maquinaria a funcionar para agilizar las citas y las cirugías. Suena bien, ¿verdad? También proponen ponerle turbo a la digitalización de la salud, crear una agenda de inteligencia artificial, posicionar a Costa Rica como un destino turístico de salud... A ver si eso le da un empujón a la economía y mejora la atención médica.
Otro punto crucial es garantizar que la población tenga acceso a medicinas seguras y a buenos precios. ¡Eso sí que sería chiva! Porque ahora mismo, muchos mae se andan tragando amargura porque no pueden costearse los remedios que necesitan. Y luego está la formación de profesionales médicos. Hay que coordinar esfuerzos entre el Ministerio de Salud, las universidades y los hospitales para tener doctores bien preparados y listos para enfrentar cualquier brete. Porque qué vara tan baja tenemos si no podemos formar nuestros propios profesionales.
Además, hablan de buscar nuevas formas de financiar la seguridad social, más allá de esas cuotas que siempre recaen sobre el empleo. Hablan de estudios clínicos internacionales, cobrarle a los gringos que vienen a hacerse unos arreglos aquí, y hasta seguros internacionales. Un panorama amplio, diay, un reto considerable. Veremos si los candidatos realmente se animan a explorar estas opciones y no se quedan solamente en promesas vacías.
Y ojo, que también insisten en fortalecer el papel del Ministerio de Salud como el líder del sistema sanitario. Un ente rector que tome las riendas y asegure que todos estén remando en la misma dirección. Crearon una especie de observatorio para medir la calidad de los hospitales y clínicas, para saber dónde están las fallas y cómo corregirlas. En resumen, quieren que todo esté bajo control y que no haya espacio para la corrupción ni la ineficiencia. ¡Qué carga, la verdad!
Así que la pelota está en el tejado de los candidatos. ¿Están dispuestos a asumir este compromiso y a implementar estas medidas para rescatar la Caja Costarricense y asegurar el futuro de la salud pública en nuestro país? Porque, seamos honestos, si no hacemos algo pronto, el sistema se irá al traste. ¿Ustedes creen que alguno de estos candidatos tendrá el maullido para afrontar este desafío y dejar atrás la politiquería barata? ¡Díganme en los comentarios qué opinan!