¡Ay, Dios mío! Agentes del OIJ le dieron cosquillas a un mae de 31 tacos en Pérez Zeledón, acusándolo de meterse con la ley de psicotrópicos. La movida se armó ayer en el barrio Sinaí, y parece que este señor andaba vendiendo cositas que no son precisamente pan comido.
Según nos cuentan los compañeros del OIJ, ya llevaban un brete siguiéndole la pista al señor Campos desde hace casi un mes. Todo empezó porque recibieron unos datos confidenciales que decían que este mae estaba haciendo negocios turbios, ofreciendo droga a diestra y siniestra en su casa. ¡Imagínate el chisme!
Cuando llegaron a registrarle la casa, alrededor de las dos de la tarde, encontraron varias dosis que parecían ser cocaína y crack, listo pa' vender. Pero eso no fue todo, también apareció una motocicleta con reporte de robo. ¡Un doble golpe pa’ el sospechoso! Imagínate el susto que debió de llevar cuando vieron a los polis entrando a su casa.
Los investigadores del OIJ explican que llevan tiempo trabajando en esto, haciendo vigilancia y viendo todos sus movimientos. Al parecer, el tipo tenía bien montada la operación, pero los polis, siempre alerta, lograron destaparle el truco. Parece que creyó que podía hacer lo que quisiera sin que nadie se diera cuenta, pero claro, ¡el OIJ está ahí pa’ eso mismo!
Ahora, el señor Campos está a disposición del Ministerio Público, esperando que le toquen las cartas y vean qué se va a hacer con él. No sé yo si le irá muy bien, porque la cosa se ve bastante fea, y la ley no perdona esos tipos de cosas. Ya saben, en Costa Rica no nos gusta andar con jaleos ilegales.
Este operativo es parte de los esfuerzos que hacen las autoridades para combatir el microtráfico de drogas en nuestras comunidades. Se nota que quieren mantenernos seguros, aunque a veces nos toque lidiar con situaciones chungas como ésta. De verdad, ¡qué pena que tengamos que estar hablando de estas cosas!
Y ni hablar de la motocicleta robada. Eso demuestra que el problema es aún más grande y complejo. No solo estamos hablando de gente vendiendo droga, sino también de personas involucradas en otros delitos. Ojalá que las autoridades continúen investigando y llevando a estos delincuentes ante la justicia. Esto no puede seguir pasando, ¿eh?
En fin, toda esta movida me lleva a preguntarle a ustedes, mi gente: ¿creen que se debería endurecer las penas para quienes venden drogas en Costa Rica o deberían enfocarse más en programas de rehabilitación? ¿Cuál creen que sería la manera más efectiva de combatir este problema que tanto nos afecta a todos?
Según nos cuentan los compañeros del OIJ, ya llevaban un brete siguiéndole la pista al señor Campos desde hace casi un mes. Todo empezó porque recibieron unos datos confidenciales que decían que este mae estaba haciendo negocios turbios, ofreciendo droga a diestra y siniestra en su casa. ¡Imagínate el chisme!
Cuando llegaron a registrarle la casa, alrededor de las dos de la tarde, encontraron varias dosis que parecían ser cocaína y crack, listo pa' vender. Pero eso no fue todo, también apareció una motocicleta con reporte de robo. ¡Un doble golpe pa’ el sospechoso! Imagínate el susto que debió de llevar cuando vieron a los polis entrando a su casa.
Los investigadores del OIJ explican que llevan tiempo trabajando en esto, haciendo vigilancia y viendo todos sus movimientos. Al parecer, el tipo tenía bien montada la operación, pero los polis, siempre alerta, lograron destaparle el truco. Parece que creyó que podía hacer lo que quisiera sin que nadie se diera cuenta, pero claro, ¡el OIJ está ahí pa’ eso mismo!
Ahora, el señor Campos está a disposición del Ministerio Público, esperando que le toquen las cartas y vean qué se va a hacer con él. No sé yo si le irá muy bien, porque la cosa se ve bastante fea, y la ley no perdona esos tipos de cosas. Ya saben, en Costa Rica no nos gusta andar con jaleos ilegales.
Este operativo es parte de los esfuerzos que hacen las autoridades para combatir el microtráfico de drogas en nuestras comunidades. Se nota que quieren mantenernos seguros, aunque a veces nos toque lidiar con situaciones chungas como ésta. De verdad, ¡qué pena que tengamos que estar hablando de estas cosas!
Y ni hablar de la motocicleta robada. Eso demuestra que el problema es aún más grande y complejo. No solo estamos hablando de gente vendiendo droga, sino también de personas involucradas en otros delitos. Ojalá que las autoridades continúen investigando y llevando a estos delincuentes ante la justicia. Esto no puede seguir pasando, ¿eh?
En fin, toda esta movida me lleva a preguntarle a ustedes, mi gente: ¿creen que se debería endurecer las penas para quienes venden drogas en Costa Rica o deberían enfocarse más en programas de rehabilitación? ¿Cuál creen que sería la manera más efectiva de combatir este problema que tanto nos afecta a todos?