¡Ay, Dios mío, qué torta! Resulta que los gringos, esos siempre metiéndose donde no les llaman, han soltado una alerta de seguridad para Costa Rica. Parece que les preocupa tanto la criminalidad acá que ahora andan aconsejando a sus ciudadanos no andar como panaderos, sino estar bien atentos a lo que pasa. Ya saben cómo son algunos turistas, llegan acá pensando que es Disneylandia y se topan con la realidad. Pero bueno, vamos por partes porque esto tiene más tela que cortar.
La embajada de Estados Unidos, en su infinita sabiduría, ha emitido este comunicado recomendando a sus nacionales que estén pendientes de sus pertenencias, eviten zonas peligrosas (¿qué zonas peligrosas? ¡Aquí todos tenemos nuestros problemas!), y no anden ostentando celulares ni cámaras caras. Dicen que hay grupos organizados dedicados a robar a los turistas, especialmente en áreas turísticas populares como Manuel Antonio, Jacó y Tamarindo. Vamos, lo mismo de siempre, pero ahora sale con la firma del tío Sam.
Pero miren, la cosa se pone más picante porque además le echan la culpa a la policía. Según el comunicado, la respuesta policial ante estos robos “puede ser lenta e inadecuada”. ¡Imaginen! Ahora resulta que la policía nos está sacando la cara también. Claro, porque ya tienen suficiente con lidiar con los problemas internos y encima les quieren poner la lupa desde afuera. Esto huele a interferencia, diay.
Y no es para menos. En los últimos meses hemos visto un aumento preocupante en los delitos contra turistas. Robos, asaltos, hasta casos de secuestro (aunque sean pocos, da escalofríos). La economía depende en gran medida del turismo, así que si esto sigue así, nos vamos a ir al traste. Ya estamos viendo hoteles cerrando y tours cancelándose. Las pequeñas empresas que dependen del turismo están sufriendo bastante, y eso afecta a muchísima gente.
Ahora, claro, los políticos están corriendo a dar declaraciones. El ministro de Seguridad dice que van a redoblar esfuerzos, que van a aumentar la vigilancia, que van a capacitar a los policías. Lo de siempre, promesas que probablemente no se cumplirán. Pero bueno, al menos hacen algo para quedar bien con la prensa, aunque sea humo. El problema es que la inseguridad es un tema complejo y no se soluciona con discursos bonitos.
Lo que sí me parece importante es analizar por qué estamos en esta situación. No es solo un problema de la policía. Hay factores sociales, económicos y culturales que contribuyen a la criminalidad. La desigualdad, la falta de oportunidades, la drogadicción… Todo eso juega un papel importante. Si no atacamos las causas profundas del problema, seguiremos dando vueltas en círculos.
Además, creo que necesitamos cambiar la forma en que vemos el turismo. No podemos depender exclusivamente de los turistas extranjeros. Tenemos que fomentar el turismo interno, invertir en proyectos sostenibles que beneficien a las comunidades locales, y promover una imagen de Costa Rica que vaya más allá de las playas y los paisajes bonitos. Tenemos cultura, historia, gastronomía... ¡Un montón de cosas que ofrecer!
En fin, esto del aviso de EE.UU. es un llamado de atención. Nos obliga a reflexionar sobre nuestra seguridad y sobre cómo queremos desarrollar nuestro país. ¿Será que finalmente esto nos va a hacer despertar y tomar medidas serias, o simplemente vamos a seguir siendo víctimas de nuestras propias negligencias? ¿Ustedes creen que el gobierno realmente va a hacer algo diferente, o esto se quedará en una campaña publicitaria para atraer votantes?
La embajada de Estados Unidos, en su infinita sabiduría, ha emitido este comunicado recomendando a sus nacionales que estén pendientes de sus pertenencias, eviten zonas peligrosas (¿qué zonas peligrosas? ¡Aquí todos tenemos nuestros problemas!), y no anden ostentando celulares ni cámaras caras. Dicen que hay grupos organizados dedicados a robar a los turistas, especialmente en áreas turísticas populares como Manuel Antonio, Jacó y Tamarindo. Vamos, lo mismo de siempre, pero ahora sale con la firma del tío Sam.
Pero miren, la cosa se pone más picante porque además le echan la culpa a la policía. Según el comunicado, la respuesta policial ante estos robos “puede ser lenta e inadecuada”. ¡Imaginen! Ahora resulta que la policía nos está sacando la cara también. Claro, porque ya tienen suficiente con lidiar con los problemas internos y encima les quieren poner la lupa desde afuera. Esto huele a interferencia, diay.
Y no es para menos. En los últimos meses hemos visto un aumento preocupante en los delitos contra turistas. Robos, asaltos, hasta casos de secuestro (aunque sean pocos, da escalofríos). La economía depende en gran medida del turismo, así que si esto sigue así, nos vamos a ir al traste. Ya estamos viendo hoteles cerrando y tours cancelándose. Las pequeñas empresas que dependen del turismo están sufriendo bastante, y eso afecta a muchísima gente.
Ahora, claro, los políticos están corriendo a dar declaraciones. El ministro de Seguridad dice que van a redoblar esfuerzos, que van a aumentar la vigilancia, que van a capacitar a los policías. Lo de siempre, promesas que probablemente no se cumplirán. Pero bueno, al menos hacen algo para quedar bien con la prensa, aunque sea humo. El problema es que la inseguridad es un tema complejo y no se soluciona con discursos bonitos.
Lo que sí me parece importante es analizar por qué estamos en esta situación. No es solo un problema de la policía. Hay factores sociales, económicos y culturales que contribuyen a la criminalidad. La desigualdad, la falta de oportunidades, la drogadicción… Todo eso juega un papel importante. Si no atacamos las causas profundas del problema, seguiremos dando vueltas en círculos.
Además, creo que necesitamos cambiar la forma en que vemos el turismo. No podemos depender exclusivamente de los turistas extranjeros. Tenemos que fomentar el turismo interno, invertir en proyectos sostenibles que beneficien a las comunidades locales, y promover una imagen de Costa Rica que vaya más allá de las playas y los paisajes bonitos. Tenemos cultura, historia, gastronomía... ¡Un montón de cosas que ofrecer!
En fin, esto del aviso de EE.UU. es un llamado de atención. Nos obliga a reflexionar sobre nuestra seguridad y sobre cómo queremos desarrollar nuestro país. ¿Será que finalmente esto nos va a hacer despertar y tomar medidas serias, o simplemente vamos a seguir siendo víctimas de nuestras propias negligencias? ¿Ustedes creen que el gobierno realmente va a hacer algo diferente, o esto se quedará en una campaña publicitaria para atraer votantes?