¡Ay, Dios mío, qué novedad más tensa! Resulta que el cáncer colorrectal, ese que siempre asociábamos con nuestros abuelos y tíos, ahora anda rondando a los puros mochiles y señoritas jóvenes. Los gringos, precisamente unos investigadores de la Universidad de Louisville, han ido sacando unas estadísticas que nos hacen abrir bien los ojos: parece que el sangrado rectal puede ser la clave para agarrarle antes al problema.
La cosa salió a relucir en un congreso pa' cirujanos en Chicago, un lugar donde seguro andan bien avanzados en estas vainas médicas. Lo que dicen es que si te haces una colonoscopia luego de tener sangrado rectal, tienes muchísimas más posibilidades de descubrirle el cáncer a tiempo. Imagínate, ocho veces más posibilidades, ¡eso sí cambia el panorama!
Para hacerles la idea, los investigadores revisaron el caso de casi 500 pacientes menores de 50 años que se hicieron una colonoscopia en el hospital de la universidad entre 2021 y 2023. De esos, ¡casi la mitad! (44%, pa' ser exactos) terminaron con un diagnóstico de cáncer colorrectal de inicio temprano. Eso sí da que pensar, ¿no?
Y lo peor es que, según la doctora Sandra Kavalukas, quien lideró el estudio, muchos de estos cánceres aparecen sin ningún antecedente familiar. “Uno cree que esto de los genes y tal, pero ahí le va, mucha gente se lo agarra sin venir a cuento,” comentó la doctora. Por eso, ella recalca que si un joven tiene sangrado rectal, mejor ir corriendo al médico a hacerse revisar, ¡pa' no andar con rodeos!”
Además, el estudio reveló que solo un poquito de los casos estaban ligados a esas mutaciones genéticas hereditarias, esas que te hablan de predisposición genética. La mayoría, vaya, tenían factores de riesgo comunes como tener algún familiar con el mismo problema o haber fumado en algún momento. Ahí la tenemos, fumar no solo te deja la voz ronca y las arrugas tempranas, sino que también te puede traer males más gordos.
Ahora, ojo, que esto no es solo cosa de Estados Unidos. Aquí en Costa Rica, aunque no tengamos estudios tan extensos, los médicos también están viendo un aumento de casos en gente joven. Lo importante es estar pendiente de los síntomas: cambios raritos en los intestinos, sangre en las heces, dolores de barriga que no van ni vienen, perder peso sin querer… Todas esas señales deberían hacernos buscar ayuda médica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) nos pone encima de la mesa otros síntomas, como hinchazón en la panza, fatiga y anemia. Es decir, sentirnos cansados todo el tiempo y que nos falten las fuerzas para movernos. En fin, una lista larga de cositas que no podemos ignorar. La detección temprana es la clave, pura verdá, porque así es más fácil tratarlo y tener un buen desenlace de la historia.
Así que, mi gente, presten atención a sus cuerpos. No sean fiacos, vayan al médico si les preocupa algo. Y díganme, ¿qué opinan ustedes? ¿Creen que deberíamos empezar a incluir revisiones de cáncer colorrectal en los chequeos anuales para todos los jóvenes, incluso si no tienen historial familiar? ¡Déjenme sus ideas en los comentarios!
La cosa salió a relucir en un congreso pa' cirujanos en Chicago, un lugar donde seguro andan bien avanzados en estas vainas médicas. Lo que dicen es que si te haces una colonoscopia luego de tener sangrado rectal, tienes muchísimas más posibilidades de descubrirle el cáncer a tiempo. Imagínate, ocho veces más posibilidades, ¡eso sí cambia el panorama!
Para hacerles la idea, los investigadores revisaron el caso de casi 500 pacientes menores de 50 años que se hicieron una colonoscopia en el hospital de la universidad entre 2021 y 2023. De esos, ¡casi la mitad! (44%, pa' ser exactos) terminaron con un diagnóstico de cáncer colorrectal de inicio temprano. Eso sí da que pensar, ¿no?
Y lo peor es que, según la doctora Sandra Kavalukas, quien lideró el estudio, muchos de estos cánceres aparecen sin ningún antecedente familiar. “Uno cree que esto de los genes y tal, pero ahí le va, mucha gente se lo agarra sin venir a cuento,” comentó la doctora. Por eso, ella recalca que si un joven tiene sangrado rectal, mejor ir corriendo al médico a hacerse revisar, ¡pa' no andar con rodeos!”
Además, el estudio reveló que solo un poquito de los casos estaban ligados a esas mutaciones genéticas hereditarias, esas que te hablan de predisposición genética. La mayoría, vaya, tenían factores de riesgo comunes como tener algún familiar con el mismo problema o haber fumado en algún momento. Ahí la tenemos, fumar no solo te deja la voz ronca y las arrugas tempranas, sino que también te puede traer males más gordos.
Ahora, ojo, que esto no es solo cosa de Estados Unidos. Aquí en Costa Rica, aunque no tengamos estudios tan extensos, los médicos también están viendo un aumento de casos en gente joven. Lo importante es estar pendiente de los síntomas: cambios raritos en los intestinos, sangre en las heces, dolores de barriga que no van ni vienen, perder peso sin querer… Todas esas señales deberían hacernos buscar ayuda médica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) nos pone encima de la mesa otros síntomas, como hinchazón en la panza, fatiga y anemia. Es decir, sentirnos cansados todo el tiempo y que nos falten las fuerzas para movernos. En fin, una lista larga de cositas que no podemos ignorar. La detección temprana es la clave, pura verdá, porque así es más fácil tratarlo y tener un buen desenlace de la historia.
Así que, mi gente, presten atención a sus cuerpos. No sean fiacos, vayan al médico si les preocupa algo. Y díganme, ¿qué opinan ustedes? ¿Creen que deberíamos empezar a incluir revisiones de cáncer colorrectal en los chequeos anuales para todos los jóvenes, incluso si no tienen historial familiar? ¡Déjenme sus ideas en los comentarios!