¡Ay, Dios mío, qué vara más turbia nos cayó encima! Resulta que ahora hasta en el gobierno andan metiéndose en movidas raras, y la gota que derramó el vaso es este bronca que le está cayendo al señor Randall Zúñiga, el director del OIJ. Según su abogado, Federico Campos, algunos enchufaditos del gobierno estaban ofreciendo becas y ayudas del IMAS a señoras para que lo denunciaran por cosas que ni siquiera sé si son ciertas, pero bueno… ahí tenemos el caso.
Todo se originó porque el abogado de Zúñiga soltó la bomba ayer, asegurando que varios tipos cercanos al poder estaban buscando damas dispuestas a inventarse unas denuncias y a cambio, les prometían facilidades con el IMAS y hasta becas pa’ estudiar. Imagínate, ¡pagándole la matrícula pa’ acusarte! Un verdadero mico. Según el mismo Campos, ya hay dos mujeres que cayeron en la trampa y presentaron denuncias en Fiscalía, y se sospecha que habría más en camino, todas siguiendo el mismo guion.
Y lo más loco de todo es que parece que el mismísimo Zúñiga también estaba al tanto de esta jugada, y además, dejó caer que los involucrados serían gente del Inamu. Claro, eso prendió las alarmas porque el Inamu ya anda bastante corto de crédito por otros temas. En un audio que circularon como pan caliente, Zúñiga dice textualmente que todo esto es una orquesta montada para sacarlo del OIJ, y que se están usando denuncias falsas para perjudicarlo. ¡Un circo mediático, según él!
Este asunto pinta feo, amigos, bien feo. Ya la Fiscalía Adjunta de Género anda investigando al señor Zúñiga, y allanaron su casa y oficina en busca de pruebas. Parece que estos casos de violencia sexual siempre tienen que salir a la luz con todo el relajo que dan, y ahora, encima, sale esta movida de las denuncias compradas. A ver si la prensa deja de darle tanto bombo, porque sino, el pobre hombre no puede defenderse tranquilo.
Pero la cosa no termina ahí, porque resulta que las mujeres que hicieron las denuncias fueron las mismas que contactaron a funcionarios gubernamentales para que les prepararan las denuncias. Esto huele a podrido, y mucho. No me extraña, últimamente han salido tantas cositas turbias del gobierno que uno ya ni se sorprende. ¿Será que estamos viviendo en una novela de Luisito Comunica?
Ahora bien, hablando de novelas, esto del Inamu me recuerda a un capítulo de 'Alfonsina y el Sr. Mendoza', donde todos traicionándose unos a otros por un puñado de mangos. Claramente, alguien quiere tumbar a Zúñiga, y está dispuesto a usar cualquier artimaña para lograrlo, aunque eso implique manchar el honor de otras personas. Eso sí que es bajo, ¡una verdadera pena!
Lo cierto es que este caso ha levantado muchísima controversia, y la opinión pública está dividida. Algunos creen que Zúñiga es inocente y que está siendo víctima de una persecución política; otros, que quizás tenga algo que ver, aunque sea indirectamente. Lo que está claro es que la transparencia y la justicia deben prevalecer, y que los culpables, sean quienes sean, deben enfrentar las consecuencias de sus actos. ¡No podemos permitir que se manipulen a las mujeres ni que se politicen casos delicados como estos!
En fin, amigos, un lío tremendo. Esta vaina promete dar para rato, y seguramente veremos muchas vueltas más antes de llegar al fondo del problema. Pero me pregunto, ¿cree usted que este intento de desprestigiar a Zúñiga tendrá éxito, o se destapará la verdadera intención detrás de estas denuncias falsas?
Todo se originó porque el abogado de Zúñiga soltó la bomba ayer, asegurando que varios tipos cercanos al poder estaban buscando damas dispuestas a inventarse unas denuncias y a cambio, les prometían facilidades con el IMAS y hasta becas pa’ estudiar. Imagínate, ¡pagándole la matrícula pa’ acusarte! Un verdadero mico. Según el mismo Campos, ya hay dos mujeres que cayeron en la trampa y presentaron denuncias en Fiscalía, y se sospecha que habría más en camino, todas siguiendo el mismo guion.
Y lo más loco de todo es que parece que el mismísimo Zúñiga también estaba al tanto de esta jugada, y además, dejó caer que los involucrados serían gente del Inamu. Claro, eso prendió las alarmas porque el Inamu ya anda bastante corto de crédito por otros temas. En un audio que circularon como pan caliente, Zúñiga dice textualmente que todo esto es una orquesta montada para sacarlo del OIJ, y que se están usando denuncias falsas para perjudicarlo. ¡Un circo mediático, según él!
Este asunto pinta feo, amigos, bien feo. Ya la Fiscalía Adjunta de Género anda investigando al señor Zúñiga, y allanaron su casa y oficina en busca de pruebas. Parece que estos casos de violencia sexual siempre tienen que salir a la luz con todo el relajo que dan, y ahora, encima, sale esta movida de las denuncias compradas. A ver si la prensa deja de darle tanto bombo, porque sino, el pobre hombre no puede defenderse tranquilo.
Pero la cosa no termina ahí, porque resulta que las mujeres que hicieron las denuncias fueron las mismas que contactaron a funcionarios gubernamentales para que les prepararan las denuncias. Esto huele a podrido, y mucho. No me extraña, últimamente han salido tantas cositas turbias del gobierno que uno ya ni se sorprende. ¿Será que estamos viviendo en una novela de Luisito Comunica?
Ahora bien, hablando de novelas, esto del Inamu me recuerda a un capítulo de 'Alfonsina y el Sr. Mendoza', donde todos traicionándose unos a otros por un puñado de mangos. Claramente, alguien quiere tumbar a Zúñiga, y está dispuesto a usar cualquier artimaña para lograrlo, aunque eso implique manchar el honor de otras personas. Eso sí que es bajo, ¡una verdadera pena!
Lo cierto es que este caso ha levantado muchísima controversia, y la opinión pública está dividida. Algunos creen que Zúñiga es inocente y que está siendo víctima de una persecución política; otros, que quizás tenga algo que ver, aunque sea indirectamente. Lo que está claro es que la transparencia y la justicia deben prevalecer, y que los culpables, sean quienes sean, deben enfrentar las consecuencias de sus actos. ¡No podemos permitir que se manipulen a las mujeres ni que se politicen casos delicados como estos!
En fin, amigos, un lío tremendo. Esta vaina promete dar para rato, y seguramente veremos muchas vueltas más antes de llegar al fondo del problema. Pero me pregunto, ¿cree usted que este intento de desprestigiar a Zúñiga tendrá éxito, o se destapará la verdadera intención detrás de estas denuncias falsas?
