¡Ay, Dios mío, qué vaina! Resulta que andábamos tranquilos acá en el Foro de Costa Rica, tomando nuestro café choradito y nos llega la bomba: un oficial de la Fuerza Pública metido hasta el cuello con una banda criminal en Cartago. Uno piensa, '¿En serio?', pero así es la vida, mae, siempre te sacas alguna sorpresa.
La movida pasó temprano este miércoles, cuando el OIJ mandó un operativo tremendo a Linda Vista de La Unión, en Cartago. Ocho allanamientos fueron suficientes para destaparle la cara a estos delincuentes, que ya andaban haciendo de las suyas por allá. Se les señala de cosas graves, como asesinatos, secuestros y esos cobros de 'gota a gota' que tanto dan dolor de cabeza a la gente humilde.
Según las investigaciones judiciales, este policía, que ahora está tras las rejas, estaba echándole una manito a la banda. No precisamente vendiendo galletas, sino brindándoles información y facilitando sus operaciones. Parece que algunos se creen listos para jugar a ser Robin Hood, pero terminan siendo cómplices de la delincuencia organizada. Un brete el que se armó, diay.
Las autoridades dicen que este grupo tiene al menos once casos a su nombre: un homicidio que dejó a todos impactados, tres personas privadas de su libertad, una extorsión que asustó a varios vecinos y hasta daños a la propiedad. Pero el caso que más sobresale es el asesinato de un señor llamado González, de 39 años. Lo mataron a pedradas en plena calle Valderramos, en Lizanías de Linda Vista, justo en agosto pasado. ¡Qué barbaridad!
Imagínate la escena: el pobre González caminando tranquilamente cuando aparece otro tipo, le planta bala y huye como si nada. Un acto atroz que demuestra la violencia con la que opera esta banda. El OIJ anda tras otros ocho sospechosos, incluido el supuesto jefe, alias ‘Turco’. Ya desplegaron operativos en Pérez Zeledón también, porque parece que no se quedaban solo en Cartago. Están buscando a toda la cuadrilla, pa’ que paguen por sus fechorías.
Intentamos comunicarnos con el Ministerio de Seguridad Pública para saber qué piensan de este escándalo, pero hasta el momento no hemos tenido respuesta. Qué torta, como siempre, silencio sepulcral ante las crisis. Pero esto sí da mucho que pensar, ¿verdad? Cómo es posible que alguien uniformado, que debería proteger a la ciudadanía, esté colaborando con unos delincuentes peligrosos. Es un golpe duro a la confianza en nuestras instituciones.
Lo que más preocupa es el daño que estas bandas causan a las comunidades. Roban la tranquilidad de la gente, generan miedo y desesperanza. Y lo peor de todo es que muchas veces se aprovechan de la vulnerabilidad económica de las familias para cobrar usuras abusivas con la ‘gota a gota’. Una verdadera lacra social que debemos combatir con todas nuestras fuerzas. Hay que darle chin corrido a este problema, mae, porque ya no podemos seguir aguantando tanta injusticia.
Ahora me pregunto, ¿cómo podemos fortalecer nuestros sistemas de control interno en las fuerzas policiales para evitar que situaciones como esta se repitan? ¿Y cuál crees tú que sería la pena justa para aquellos funcionarios que traicionan su juramento y se convierten en cómplices del crimen organizado?
La movida pasó temprano este miércoles, cuando el OIJ mandó un operativo tremendo a Linda Vista de La Unión, en Cartago. Ocho allanamientos fueron suficientes para destaparle la cara a estos delincuentes, que ya andaban haciendo de las suyas por allá. Se les señala de cosas graves, como asesinatos, secuestros y esos cobros de 'gota a gota' que tanto dan dolor de cabeza a la gente humilde.
Según las investigaciones judiciales, este policía, que ahora está tras las rejas, estaba echándole una manito a la banda. No precisamente vendiendo galletas, sino brindándoles información y facilitando sus operaciones. Parece que algunos se creen listos para jugar a ser Robin Hood, pero terminan siendo cómplices de la delincuencia organizada. Un brete el que se armó, diay.
Las autoridades dicen que este grupo tiene al menos once casos a su nombre: un homicidio que dejó a todos impactados, tres personas privadas de su libertad, una extorsión que asustó a varios vecinos y hasta daños a la propiedad. Pero el caso que más sobresale es el asesinato de un señor llamado González, de 39 años. Lo mataron a pedradas en plena calle Valderramos, en Lizanías de Linda Vista, justo en agosto pasado. ¡Qué barbaridad!
Imagínate la escena: el pobre González caminando tranquilamente cuando aparece otro tipo, le planta bala y huye como si nada. Un acto atroz que demuestra la violencia con la que opera esta banda. El OIJ anda tras otros ocho sospechosos, incluido el supuesto jefe, alias ‘Turco’. Ya desplegaron operativos en Pérez Zeledón también, porque parece que no se quedaban solo en Cartago. Están buscando a toda la cuadrilla, pa’ que paguen por sus fechorías.
Intentamos comunicarnos con el Ministerio de Seguridad Pública para saber qué piensan de este escándalo, pero hasta el momento no hemos tenido respuesta. Qué torta, como siempre, silencio sepulcral ante las crisis. Pero esto sí da mucho que pensar, ¿verdad? Cómo es posible que alguien uniformado, que debería proteger a la ciudadanía, esté colaborando con unos delincuentes peligrosos. Es un golpe duro a la confianza en nuestras instituciones.
Lo que más preocupa es el daño que estas bandas causan a las comunidades. Roban la tranquilidad de la gente, generan miedo y desesperanza. Y lo peor de todo es que muchas veces se aprovechan de la vulnerabilidad económica de las familias para cobrar usuras abusivas con la ‘gota a gota’. Una verdadera lacra social que debemos combatir con todas nuestras fuerzas. Hay que darle chin corrido a este problema, mae, porque ya no podemos seguir aguantando tanta injusticia.
Ahora me pregunto, ¿cómo podemos fortalecer nuestros sistemas de control interno en las fuerzas policiales para evitar que situaciones como esta se repitan? ¿Y cuál crees tú que sería la pena justa para aquellos funcionarios que traicionan su juramento y se convierten en cómplices del crimen organizado?
