¡Ay, pata! La cosa está que arde en la contienda por la presidencia. Álvaro Ramos, el candidato del PLN, no se anduvo con rodeos para responder al recurso de amparo presentado por Marta Esquivel, la diputada de Pueblo Soberano. Vamos, que echó toda la carne al asador y no le dejó ni resquicio a la polémica.
Para ponerlos al día, resulta que Esquivel argumenta que la elección de la Asamblea Nacional del PLN fue un desastre, que no se hizo conforme a la ley en San Ramón. Dice que todo lo actuado es “totalmente nulo por ilegal”, un arroz con mango, díganle a Esquivel. Pero Ramos, lejos de meterse en tecnicismos legales, prefirió ir directo al grano.
“Esto es un indicio de miedo porque ellos saben que les vamos a ganar”, soltó Ramos con la macana bien puesta. Claramente, el candidato liberacionista ve este amparo como un acto desesperado del oficialismo, una jugada sucia para intentar frenar su impulso. Ustedes ya saben cómo anda la cosa, buscando atajos y eso nunca funciona, pura pérdida de tiempo.
Y no paró ahí. Ramos acusó directamente al gobierno de estar dispuesto a hacer cualquier cosa para mantenerse en el poder. “Estamos otra vez en un camino peligroso, donde el oficialismo está dispuesto con todo para aferrarse al poder”, manifestó, mostrando preocupación por el futuro de la democracia nacional. Esto sí que da qué pensar, amigos. Parece que la tensión va en aumento a medida que nos acercamos a las elecciones.
Pero la frase que realmente dio vuelta a la red social fue cuando Ramos calificó la acción de Esquivel como una “intimidación que viene de cobardes”. Vaya, ¡qué salido! Se nota que no le entró el miedo y fue directo al grano. Insistió en que su partido “no se dejará intimidar”, defendiendo así los principios de transparencia y legalidad.
Aprovechando las redes sociales, Ramos elevó el tono, recurriendo a un discurso más emotivo y patriótico. “¡Aquí estamos los valientes que vamos a defender Costa Rica!”, escribió, buscando conectar con el electorado a un nivel más profundo. Es movilizador ver esa pasión en un político, aunque a veces uno se queda con la duda si es genuino o calculado, ¿verdad?
El líder liberacionista también denunció una supuesta “maniobra calculada para debilitar las instituciones y manipular la vida interna de la Nueva Liberación”, asegurando que esto era un reflejo del “intento desesperado del oficialismo por aferrarse al poder y desviar la atención”. Un ataque frontal, sin pelos en la lengua, demostrando que Ramos está dispuesto a ir hasta las últimas consecuencias para lograr su objetivo.
Ahora, la gran pregunta que dejamos para ustedes, mis queridos foristas: ¿creen que estas acusaciones de Álvaro Ramos son justificadas, o simplemente una estrategia de campaña para desviar la atención de otros temas? ¿Hasta dónde llegará el Partido de Gobierno para defender su posición, y cuál será el impacto de esta controversia en las próximas elecciones? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
Para ponerlos al día, resulta que Esquivel argumenta que la elección de la Asamblea Nacional del PLN fue un desastre, que no se hizo conforme a la ley en San Ramón. Dice que todo lo actuado es “totalmente nulo por ilegal”, un arroz con mango, díganle a Esquivel. Pero Ramos, lejos de meterse en tecnicismos legales, prefirió ir directo al grano.
“Esto es un indicio de miedo porque ellos saben que les vamos a ganar”, soltó Ramos con la macana bien puesta. Claramente, el candidato liberacionista ve este amparo como un acto desesperado del oficialismo, una jugada sucia para intentar frenar su impulso. Ustedes ya saben cómo anda la cosa, buscando atajos y eso nunca funciona, pura pérdida de tiempo.
Y no paró ahí. Ramos acusó directamente al gobierno de estar dispuesto a hacer cualquier cosa para mantenerse en el poder. “Estamos otra vez en un camino peligroso, donde el oficialismo está dispuesto con todo para aferrarse al poder”, manifestó, mostrando preocupación por el futuro de la democracia nacional. Esto sí que da qué pensar, amigos. Parece que la tensión va en aumento a medida que nos acercamos a las elecciones.
Pero la frase que realmente dio vuelta a la red social fue cuando Ramos calificó la acción de Esquivel como una “intimidación que viene de cobardes”. Vaya, ¡qué salido! Se nota que no le entró el miedo y fue directo al grano. Insistió en que su partido “no se dejará intimidar”, defendiendo así los principios de transparencia y legalidad.
Aprovechando las redes sociales, Ramos elevó el tono, recurriendo a un discurso más emotivo y patriótico. “¡Aquí estamos los valientes que vamos a defender Costa Rica!”, escribió, buscando conectar con el electorado a un nivel más profundo. Es movilizador ver esa pasión en un político, aunque a veces uno se queda con la duda si es genuino o calculado, ¿verdad?
El líder liberacionista también denunció una supuesta “maniobra calculada para debilitar las instituciones y manipular la vida interna de la Nueva Liberación”, asegurando que esto era un reflejo del “intento desesperado del oficialismo por aferrarse al poder y desviar la atención”. Un ataque frontal, sin pelos en la lengua, demostrando que Ramos está dispuesto a ir hasta las últimas consecuencias para lograr su objetivo.
Ahora, la gran pregunta que dejamos para ustedes, mis queridos foristas: ¿creen que estas acusaciones de Álvaro Ramos son justificadas, o simplemente una estrategia de campaña para desviar la atención de otros temas? ¿Hasta dónde llegará el Partido de Gobierno para defender su posición, y cuál será el impacto de esta controversia en las próximas elecciones? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!