¡Ay, Dios mío, qué movida! Resulta que Costa Rica metióle duro y postuló a Rebeca Grynspan para ser la jefa de la ONU en 2026. Sí, sí, la misma que ahora anda chambeando en la UNCTAD, encargándose de esos temas de comercio y desarrollo. ¡Quién lo diría! Después de tantos años en el ruedo internacional, parece que ahora nos toca darle una oportunidad a nuestra paisa para llegar a la cima del mundo.
Esto es histórico, vamos. América Latina lleva tiempo queriendo tener una representación en la Secretaría General de la ONU, y encima, ¡podría ser una mujer! Imagínate, romper ese techo de cristal y poner a una tica al mando de la organización más importante del planeta. La Cancillería ya tiró la toalla y confirmó oficialmente que van con todo apoyando a Rebeca, así que esperemos ver cómo reacciona el resto del mundo.
Y hablando de Rebeca, la señora tiene currículum pa’ dar y regalar, ¿eh? Economista pura cepa de la UCR, con un máster en Sussex, Inglaterra. No es cualquier persona, muchachos. Fue segunda vicepresidenta durante el bando de Figueres Olsen, ministra coordinadora de Economía y Asuntos Sociales, y hasta viceministra de Hacienda. Ya se le nota que anda curtida en mil batallas políticas y económicas.
Pero eso no es todo, porque antes de meterse en la ONU, también dio vueltas por el gobierno de Óscar Arias, allá por los '80, y formó parte de ATD, ese grupito de asesores que después fueron agarrando poder. Ahí se empezó a labrar su camino en el mundo político, demostrando que tenía la leche para llegar lejos. Y vaya si llegó, porque después dirigió la oficina regional del PNUD para Latinoamérica, se convirtió en subsecretaria general y administradora asociada del PNUD, y hasta encabezó la Secretaría General Iberoamericana. ¡Una verdadera crack!
Durante la pandemia, Rebeca demostró que no era solo cuentachistes. Cuando la guerra en Ucrania afectó el suministro de alimentos, ella fue clave para destrabar esas exportaciones de granos y fertilizantes, coordinando con Rusia y otros países. Eso le valió elogios de figuras internacionales, como el rey Felipe VI, que destacó su visión y constancia. ¡Imagínate el esfuerzo que requiere llevar esas negociaciones! De verdad, la doña sabe manejar el brete.
Ahora, claro, no todo es color de rosa. Hay que recordar aquel asunto turbio del Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (FODESAF), allá por 1998. La cosa se puso fea cuando se descubrió un faltante millonario en el Banco Central y salieron a relucir inversiones irregulares en América Capitales. En la comisión investigadora, varios exfuncionarios recibieron unas censuras políticas, incluyendo a Rebeca, aunque nunca se le acusó penalmente. Claramente, fue un momento salado para todos los involucrados, y ahora resurge como parte del debate.
De hecho, en el juicio principal, la propia Rebeca declaró que nunca intervino en esas inversiones y que no conocía esas decisiones. Aseguró que su responsabilidad se limitaba a recomendar a Míriam Coto para dirigir la DESAF, pero que el nombramiento final lo tomó otro funcionario. Aunque su casa fue allanada por la Fiscalía buscando pruebas, nunca salió manchada con cargos criminales. Digamos que salió ilesa en el sentido legal, aunque la vara quedó marcada para algunos.
En fin, la cosa pinta interesante. Una tica con tanto recorrido y experiencia apuntando a la Secretaría General de la ONU, con toda la polémica de FODESAF resurgiendo como telón de fondo... ¡Qué va a pasar! ¿Creen que la experiencia de Rebeca Grynspan será suficiente para superar este obstáculo y convencer a la comunidad internacional de que es la candidata ideal, o creen que el tema de FODESAF le jugará una mala pasada y complicará su camino hacia la ONU?
Esto es histórico, vamos. América Latina lleva tiempo queriendo tener una representación en la Secretaría General de la ONU, y encima, ¡podría ser una mujer! Imagínate, romper ese techo de cristal y poner a una tica al mando de la organización más importante del planeta. La Cancillería ya tiró la toalla y confirmó oficialmente que van con todo apoyando a Rebeca, así que esperemos ver cómo reacciona el resto del mundo.
Y hablando de Rebeca, la señora tiene currículum pa’ dar y regalar, ¿eh? Economista pura cepa de la UCR, con un máster en Sussex, Inglaterra. No es cualquier persona, muchachos. Fue segunda vicepresidenta durante el bando de Figueres Olsen, ministra coordinadora de Economía y Asuntos Sociales, y hasta viceministra de Hacienda. Ya se le nota que anda curtida en mil batallas políticas y económicas.
Pero eso no es todo, porque antes de meterse en la ONU, también dio vueltas por el gobierno de Óscar Arias, allá por los '80, y formó parte de ATD, ese grupito de asesores que después fueron agarrando poder. Ahí se empezó a labrar su camino en el mundo político, demostrando que tenía la leche para llegar lejos. Y vaya si llegó, porque después dirigió la oficina regional del PNUD para Latinoamérica, se convirtió en subsecretaria general y administradora asociada del PNUD, y hasta encabezó la Secretaría General Iberoamericana. ¡Una verdadera crack!
Durante la pandemia, Rebeca demostró que no era solo cuentachistes. Cuando la guerra en Ucrania afectó el suministro de alimentos, ella fue clave para destrabar esas exportaciones de granos y fertilizantes, coordinando con Rusia y otros países. Eso le valió elogios de figuras internacionales, como el rey Felipe VI, que destacó su visión y constancia. ¡Imagínate el esfuerzo que requiere llevar esas negociaciones! De verdad, la doña sabe manejar el brete.
Ahora, claro, no todo es color de rosa. Hay que recordar aquel asunto turbio del Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (FODESAF), allá por 1998. La cosa se puso fea cuando se descubrió un faltante millonario en el Banco Central y salieron a relucir inversiones irregulares en América Capitales. En la comisión investigadora, varios exfuncionarios recibieron unas censuras políticas, incluyendo a Rebeca, aunque nunca se le acusó penalmente. Claramente, fue un momento salado para todos los involucrados, y ahora resurge como parte del debate.
De hecho, en el juicio principal, la propia Rebeca declaró que nunca intervino en esas inversiones y que no conocía esas decisiones. Aseguró que su responsabilidad se limitaba a recomendar a Míriam Coto para dirigir la DESAF, pero que el nombramiento final lo tomó otro funcionario. Aunque su casa fue allanada por la Fiscalía buscando pruebas, nunca salió manchada con cargos criminales. Digamos que salió ilesa en el sentido legal, aunque la vara quedó marcada para algunos.
En fin, la cosa pinta interesante. Una tica con tanto recorrido y experiencia apuntando a la Secretaría General de la ONU, con toda la polémica de FODESAF resurgiendo como telón de fondo... ¡Qué va a pasar! ¿Creen que la experiencia de Rebeca Grynspan será suficiente para superar este obstáculo y convencer a la comunidad internacional de que es la candidata ideal, o creen que el tema de FODESAF le jugará una mala pasada y complicará su camino hacia la ONU?
