¡Ay, Dios mío! Quién lo diría, la Ruta 27, conocida por sus curvas y tráfico pesado, también se ha convertido en un refugio temporal para nuestra fauna salvaje. Parece mentira, ¿verdad?, pero resulta que en lo que va del 2025, nuestros compañeros de Ruta 27 han rescatado unos quince animalitos perdidos en medio de la carretera. ¡Una barbaridad!
Ahora bien, este no es un fenómeno nuevo, pues desde el lejano 2015, la cifra asciende a 86 animales rescatados. Esto demuestra un esfuerzo constante por parte de la concesionaria Ruta 27 by Globalvia, quienes le metenle duro a proteger a los bichitos que viven alrededor de la carretera. De hecho, entre los rescatados encontramos aves, tortugas, un perezoso y hasta dos pizotes, esos maes traviesos.
Pero, ¿qué pasa cuando te encuentras un animalito en medio de la vía? Ahí es donde entran en juego el sentido común y unas recomendaciones clave. Lo primero, y esto es importantísimo, es detenerse en un lugar seguro. No vayas a echar otro brete intentando ayudar. Luego, hay que evaluar si el animalito está herido o no. Si está bien, lo trasladas con mucho cariño a un lugar verde, lejos del asfalto caliente. Pero ojo, ¡ojo!, si el animalito está lastimadito, hay que asegurarlo con cuidado, sin ponerse en peligro, y llamar al Centro de Control de Ruta 27 al 2588-4040. ¡Así de fácil!
Y hablando de preparación, la Ruta 27 no anda jugando. Desde el 2019, contemplan el rescate incluso de mascotas abandonadas, ¡una verdadera bendición! Ya han salvado a 136 perritos y 56 gatitos que andaban solos en la carretera. Qué carga estar así, la neta.
Para asegurar que todo salga bien, la concesionaria invierte en la capacitación continua de su personal. Cada año, les dan un buen rollo de entrenamiento para manejar a la fauna silvestre de forma segura y profesional. En la última capacitación participaron 17 personas de mantenimiento, peajes y el centro de control, aprendiendo a identificar especies peligrosas, detectar fracturas y manipular a los animalitos sin causarles daño. ¡Se nota el compromiso!
Montserrat Courrau, la directora de Comunicación y RSE de Ruta 27, nos explica con orgullo: “Tenemos un protocolo especial de rescate de animales. Hemos centrado parte de nuestros esfuerzos en los animales, y es muy satisfactorio ver como cientos de ellos tienen una segunda oportunidad”. Ella tiene razón, amigos, esta iniciativa es pura chiva. El entrenamiento, por cierto, lo imparte el Refugio Animal de Costa Rica en Santa Ana, quienes les enseñan cómo identificar a los jugosos y los en peligro de extinción, además de técnicas de manipulación para evitar percances.
Ya son más de 180 colaboradores los que han recibido esta capacitación, demostrando que el compromiso con la protección de la fauna va más allá de la simple atención médica. Se trata de una filosofía de vida, un respeto profundo por la naturaleza que nos rodea. Ver este tipo de iniciativas da esperanza, porque muestra que sí podemos convivir en armonía con la fauna costarricense, aunque a veces nos anden echando bronca en la carretera.
En fin, este esfuerzo conjunto es digno de aplauso. Demuestra que, con capacitación, dedicación y un poquito de corazón, podemos marcar la diferencia en la vida de muchos animalitos. Ahora dime, ¿crees que deberíamos ampliar estos programas de rescate a otras carreteras del país? ¿Qué otras acciones podríamos tomar para proteger a nuestra fauna silvestre?
Ahora bien, este no es un fenómeno nuevo, pues desde el lejano 2015, la cifra asciende a 86 animales rescatados. Esto demuestra un esfuerzo constante por parte de la concesionaria Ruta 27 by Globalvia, quienes le metenle duro a proteger a los bichitos que viven alrededor de la carretera. De hecho, entre los rescatados encontramos aves, tortugas, un perezoso y hasta dos pizotes, esos maes traviesos.
Pero, ¿qué pasa cuando te encuentras un animalito en medio de la vía? Ahí es donde entran en juego el sentido común y unas recomendaciones clave. Lo primero, y esto es importantísimo, es detenerse en un lugar seguro. No vayas a echar otro brete intentando ayudar. Luego, hay que evaluar si el animalito está herido o no. Si está bien, lo trasladas con mucho cariño a un lugar verde, lejos del asfalto caliente. Pero ojo, ¡ojo!, si el animalito está lastimadito, hay que asegurarlo con cuidado, sin ponerse en peligro, y llamar al Centro de Control de Ruta 27 al 2588-4040. ¡Así de fácil!
Y hablando de preparación, la Ruta 27 no anda jugando. Desde el 2019, contemplan el rescate incluso de mascotas abandonadas, ¡una verdadera bendición! Ya han salvado a 136 perritos y 56 gatitos que andaban solos en la carretera. Qué carga estar así, la neta.
Para asegurar que todo salga bien, la concesionaria invierte en la capacitación continua de su personal. Cada año, les dan un buen rollo de entrenamiento para manejar a la fauna silvestre de forma segura y profesional. En la última capacitación participaron 17 personas de mantenimiento, peajes y el centro de control, aprendiendo a identificar especies peligrosas, detectar fracturas y manipular a los animalitos sin causarles daño. ¡Se nota el compromiso!
Montserrat Courrau, la directora de Comunicación y RSE de Ruta 27, nos explica con orgullo: “Tenemos un protocolo especial de rescate de animales. Hemos centrado parte de nuestros esfuerzos en los animales, y es muy satisfactorio ver como cientos de ellos tienen una segunda oportunidad”. Ella tiene razón, amigos, esta iniciativa es pura chiva. El entrenamiento, por cierto, lo imparte el Refugio Animal de Costa Rica en Santa Ana, quienes les enseñan cómo identificar a los jugosos y los en peligro de extinción, además de técnicas de manipulación para evitar percances.
Ya son más de 180 colaboradores los que han recibido esta capacitación, demostrando que el compromiso con la protección de la fauna va más allá de la simple atención médica. Se trata de una filosofía de vida, un respeto profundo por la naturaleza que nos rodea. Ver este tipo de iniciativas da esperanza, porque muestra que sí podemos convivir en armonía con la fauna costarricense, aunque a veces nos anden echando bronca en la carretera.
En fin, este esfuerzo conjunto es digno de aplauso. Demuestra que, con capacitación, dedicación y un poquito de corazón, podemos marcar la diferencia en la vida de muchos animalitos. Ahora dime, ¿crees que deberíamos ampliar estos programas de rescate a otras carreteras del país? ¿Qué otras acciones podríamos tomar para proteger a nuestra fauna silvestre?