¡Ay, patata! Aquí seguimos viendo cómo la tecnología, que debería acercarnos, termina siendo caldo de cultivo para gente sin escrúpulos. El diputado Ariel Robles, que ya sabes, el del Frente Amplio, soltó la bronca hace poco porque le empezaron a lluevar puras pullas en Facebook después de subir una foto navideña con su pareja, Tefi. Parece que algunas personas no tienen nada mejor que hacer que meterse en la vida ajena, ¿verdad?
La foto, simple y tierna, mostraba a Robles y Tefi abrazados, con el comentario: 'Gracias por las últimas 10 navidades juntxs. Te amo Tefi'. Pero pa’ algunos, esto fue suficiente pretexto para abrirle el baúl de las miserias y llenarle el muro de comentarios venenosos. ¡Imagínate! Una foto familiar y te atacan como si estuvieras haciendo algo terrible.
Pues Robles, que no se queda callado precisamente, respondió contundentemente a través de sus redes sociales. Se fue por las ramas, explicando que Costa Rica no puede permitir que Facebook dicte las reglas del respeto. Dijo textualmente: “Costa Rica no son las redes sociales. Tenemos tiempo de decir algo que sostenemos: Costa Rica no es Facebook. Nunca lo ha sido. No tenemos que dejar que lo sea”. ¡Con toda la razón!
El diputado acusó directamente que muchos de esos ataques vienen impulsados por una estrategia deliberada para silenciar la disidencia política. Según él, quieren asustar a la gente con violencia digital para evitar que critiquen. Lo puso así: “Han querido atizar con que las redes son una realidad de violencia para impedir que uno ejerza la crítica. Impedir que uno cuestione.” ¿Será cierto? Algunos dicen que es paranoia, otros que es la verdad desnuda.
Pero lo que más llamó la atención fue la actitud desafiante de Robles. Declaró que los insultos no le quitan el sueño y que no tiene miedo a enfrentar a los agresores virtuales. “No le tengo miedo a los violentos: ¿Qué van a hacer? ¿Agredirnos? ¿Qué van a hacer? ¿Golpearnos? ¿Y luego qué? Luego, volveremos a criticar, cuestionar y hablar”, sentenció. ¡Un mae con coraje, sin duda!
Es importante recordar que este episodio llega en medio de una campaña electoral, y no es ningún secreto que las redes sociales se han convertido en un campo de batalla político. De hecho, Robles aprovechó la oportunidad para reafirmar su compromiso con sus principios y su oposición al gobierno actual. Remarcó: “Quienes tenemos los principios de un lado, no guardamos silencio. Costa Rica es un país que no es lo que pintan las redes…”.
Más allá de la controversia política, este caso pone de relieve un problema mucho más grave: la cultura de la impunidad y el anonimato en Internet. La facilidad para esconderse detrás de perfiles falsos permite que la gente se sienta con derecho a atacar y difamar sin consecuencias. Es urgente que encontremos mecanismos para combatir este flagelo y promover un uso responsable de las redes sociales. Porque, seamos sinceros, ¡qué torta es tener que lidiar con tanta gente amargada!
Ahora bien, la pregunta que nos deja este escándalo mediático es la siguiente: ¿Deberíamos regular las redes sociales para proteger a figuras públicas y ciudadanos comunes de ataques online, incluso si eso implica limitar la libertad de expresión? ¿O creen que la solución pasa por educar a la población sobre el respeto y la responsabilidad en el entorno virtual? ¡Déjennos sus opiniones en el foro!
La foto, simple y tierna, mostraba a Robles y Tefi abrazados, con el comentario: 'Gracias por las últimas 10 navidades juntxs. Te amo Tefi'. Pero pa’ algunos, esto fue suficiente pretexto para abrirle el baúl de las miserias y llenarle el muro de comentarios venenosos. ¡Imagínate! Una foto familiar y te atacan como si estuvieras haciendo algo terrible.
Pues Robles, que no se queda callado precisamente, respondió contundentemente a través de sus redes sociales. Se fue por las ramas, explicando que Costa Rica no puede permitir que Facebook dicte las reglas del respeto. Dijo textualmente: “Costa Rica no son las redes sociales. Tenemos tiempo de decir algo que sostenemos: Costa Rica no es Facebook. Nunca lo ha sido. No tenemos que dejar que lo sea”. ¡Con toda la razón!
El diputado acusó directamente que muchos de esos ataques vienen impulsados por una estrategia deliberada para silenciar la disidencia política. Según él, quieren asustar a la gente con violencia digital para evitar que critiquen. Lo puso así: “Han querido atizar con que las redes son una realidad de violencia para impedir que uno ejerza la crítica. Impedir que uno cuestione.” ¿Será cierto? Algunos dicen que es paranoia, otros que es la verdad desnuda.
Pero lo que más llamó la atención fue la actitud desafiante de Robles. Declaró que los insultos no le quitan el sueño y que no tiene miedo a enfrentar a los agresores virtuales. “No le tengo miedo a los violentos: ¿Qué van a hacer? ¿Agredirnos? ¿Qué van a hacer? ¿Golpearnos? ¿Y luego qué? Luego, volveremos a criticar, cuestionar y hablar”, sentenció. ¡Un mae con coraje, sin duda!
Es importante recordar que este episodio llega en medio de una campaña electoral, y no es ningún secreto que las redes sociales se han convertido en un campo de batalla político. De hecho, Robles aprovechó la oportunidad para reafirmar su compromiso con sus principios y su oposición al gobierno actual. Remarcó: “Quienes tenemos los principios de un lado, no guardamos silencio. Costa Rica es un país que no es lo que pintan las redes…”.
Más allá de la controversia política, este caso pone de relieve un problema mucho más grave: la cultura de la impunidad y el anonimato en Internet. La facilidad para esconderse detrás de perfiles falsos permite que la gente se sienta con derecho a atacar y difamar sin consecuencias. Es urgente que encontremos mecanismos para combatir este flagelo y promover un uso responsable de las redes sociales. Porque, seamos sinceros, ¡qué torta es tener que lidiar con tanta gente amargada!
Ahora bien, la pregunta que nos deja este escándalo mediático es la siguiente: ¿Deberíamos regular las redes sociales para proteger a figuras públicas y ciudadanos comunes de ataques online, incluso si eso implica limitar la libertad de expresión? ¿O creen que la solución pasa por educar a la población sobre el respeto y la responsabilidad en el entorno virtual? ¡Déjennos sus opiniones en el foro!
