¡Ay, Dios mío! Así amanecimos hoy lunes, seis de octubre, con varias rutas nacionales tapadas y otras en modo ‘ojo avío’. Las lluvias del finde pasado le pegaron duro al país y ahora toca remanglarse y ver cómo nos sacamos de este brete. Parece que el clima no quiere darnos respiro, mae.
La peor parte la lleva la Ruta Uno, Interamericana Norte, justo a la altura de Cambronero. Un deslizamiento monumental – ¡qué torta! – dejó la carretera hecha pedazos, imposibilitando el paso de vehículos. Imagínate la bronca para los que tienen que llegar a sus compromisos o para los turistas que querían pasar el día por acá. El tráfico ya anda complicado, eso sí te digo yo.
El Ministerio de Transportes (MOPT), buscando apaciguar las aguas, aseguró que van a ponerle mano dura al asunto e instalar puentes modulares para agilizar el tránsito. Dicen que ya empezaron los trabajos, pero bueno… ya sabemos cómo andan esas cosas, ¿verdad? A veces tardan más que hacer tortillas los domingos.
Y ni hablar de la Ruta 606, que conecta Sardinal de Puntarenas con Monteverde. Esta quedó bien colapsada porque un puente se vino abajo, víctima del desborde de un río. ¡Un apagón total! Ahora los que van y vienen a Monteverde tendrán que buscar rodeos largos y cansados, perdiendo tiempo y combustible, claro. Algunos ya están pensando si vale la pena ir a ver las nubes a estas alturas.
Pero no todo está perdido, porque la Ruta Dos, Interamericana Sur, aunque está bajo monitoreo constante, logró reabrir el paso esta mañana. Estuvo cerrada durante la noche debido a la precaución en el Cerro de la Muerte, donde las condiciones pueden cambiar rápido. Esperemos que mantengan así, aunque dicen que podrían volver a cerrarla si el panorama se pone feo. Un buen consejo: si tienes que viajar por ahí, revisa bien las condiciones antes de salir, ¡por si acaso!
Lo que preocupa a muchos es que esto puede ser solo el principio. Con la temporada lluviosa en pleno apogeo, es probable que veamos más deslaves y cierres de carreteras. Por eso, el MOPT ha pedido a todos los conductores que eviten transitar por zonas de riesgo si no es estrictamente necesario, especialmente aquellos caminos que se aferran a las montañas. Mejor prevenir que lamentar, ¿no?
Ahora, más allá de los inconvenientes en el transporte, hay que pensar en las comunidades afectadas, que dependen de esas rutas para llevar productos y servicios. Para algunos negocios pequeños, estos cierres significan pérdidas económicas significativas. Es un problema complejo que requiere soluciones a largo plazo, no solo parches temporales. Hay que fortalecer las obras de mitigación y mejorar la infraestructura vial para resistir mejor estos embates climáticos, porque vamos viendo... esto no es poca cosa.
En fin, amigos, la situación es complicada, pero no desesperemos. Hay que mantener la calma, seguir las indicaciones de las autoridades y esperar que pronto podamos circular tranquilos por nuestras rutas. Pero dime tú, ¿crees que el gobierno está haciendo suficiente para abordar este problema de manera sostenible o deberíamos exigir medidas más contundentes para proteger nuestra infraestructura y las comunidades vulnerables?
La peor parte la lleva la Ruta Uno, Interamericana Norte, justo a la altura de Cambronero. Un deslizamiento monumental – ¡qué torta! – dejó la carretera hecha pedazos, imposibilitando el paso de vehículos. Imagínate la bronca para los que tienen que llegar a sus compromisos o para los turistas que querían pasar el día por acá. El tráfico ya anda complicado, eso sí te digo yo.
El Ministerio de Transportes (MOPT), buscando apaciguar las aguas, aseguró que van a ponerle mano dura al asunto e instalar puentes modulares para agilizar el tránsito. Dicen que ya empezaron los trabajos, pero bueno… ya sabemos cómo andan esas cosas, ¿verdad? A veces tardan más que hacer tortillas los domingos.
Y ni hablar de la Ruta 606, que conecta Sardinal de Puntarenas con Monteverde. Esta quedó bien colapsada porque un puente se vino abajo, víctima del desborde de un río. ¡Un apagón total! Ahora los que van y vienen a Monteverde tendrán que buscar rodeos largos y cansados, perdiendo tiempo y combustible, claro. Algunos ya están pensando si vale la pena ir a ver las nubes a estas alturas.
Pero no todo está perdido, porque la Ruta Dos, Interamericana Sur, aunque está bajo monitoreo constante, logró reabrir el paso esta mañana. Estuvo cerrada durante la noche debido a la precaución en el Cerro de la Muerte, donde las condiciones pueden cambiar rápido. Esperemos que mantengan así, aunque dicen que podrían volver a cerrarla si el panorama se pone feo. Un buen consejo: si tienes que viajar por ahí, revisa bien las condiciones antes de salir, ¡por si acaso!
Lo que preocupa a muchos es que esto puede ser solo el principio. Con la temporada lluviosa en pleno apogeo, es probable que veamos más deslaves y cierres de carreteras. Por eso, el MOPT ha pedido a todos los conductores que eviten transitar por zonas de riesgo si no es estrictamente necesario, especialmente aquellos caminos que se aferran a las montañas. Mejor prevenir que lamentar, ¿no?
Ahora, más allá de los inconvenientes en el transporte, hay que pensar en las comunidades afectadas, que dependen de esas rutas para llevar productos y servicios. Para algunos negocios pequeños, estos cierres significan pérdidas económicas significativas. Es un problema complejo que requiere soluciones a largo plazo, no solo parches temporales. Hay que fortalecer las obras de mitigación y mejorar la infraestructura vial para resistir mejor estos embates climáticos, porque vamos viendo... esto no es poca cosa.
En fin, amigos, la situación es complicada, pero no desesperemos. Hay que mantener la calma, seguir las indicaciones de las autoridades y esperar que pronto podamos circular tranquilos por nuestras rutas. Pero dime tú, ¿crees que el gobierno está haciendo suficiente para abordar este problema de manera sostenible o deberíamos exigir medidas más contundentes para proteger nuestra infraestructura y las comunidades vulnerables?