¡Ay, Dios mío! La noticia cayó como balde de agua fría, ¿eh? Resulta que, según la gente de la OCDE, estamos invirtiendo casi el 70% menos en salud que otros países desarrollados. ¡Qué despiche! Y no es que estemos haciendo cosas bien, porque también nos faltan camitas de hospital – ¡unas míseras 1.1 por cada mil habitantes! Comparado con los 4.2 que tienen en promedio, nos queda feísimo.
El reporte de Health at a Glance 2025 pinta un cuadro no muy alentador. Con solo $1,935 per cápita destinados a salud, quedamos bastante atrás de esos $5,967 que le meten los países de la OCDE. Eso sí, digamos que tenemos un plus: el 70% de nosotros dice estar contento con la atención médica que recibe. Pero… bueno, ¿de qué sirve estar contento si te toca esperar meses por una cita o si el hospital parece sacado de una película antigua?
Ahora, claro, la cobertura básica de salud es bastante buena: el 93% de la población tiene acceso a doctores, exámenes y hospitales. ¡Eso sí es chiva! Pero ahí va la bronca: muchos de los que no tienen cobertura son adultos trabajadores con pocos estudios y poco dinero. Y aunque tengamos buenas intenciones, la cantidad de visitas al médico es ridículamente baja - menos de tres al año, ¿se imaginan? Mientras tanto, en Corea tienen como 18 consultas por persona. ¡Una locura!
Otro tema que duele es la falta de tocones y máquinas de resonancia. Tenemos siete por millón de habitantes, mientras que el estándar de la OCDE exige 51. ¡Imagínate la diferencia! Esto retrasa diagnósticos, pone en riesgo la salud de la gente y hace que nos sintamos como si estuviéramos dando vueltas en círculos. Parece que el brete de la salud pública en Costa Rica sigue siendo complicado.
Pero no todo es tan negro, maes. La OCDE reconoce que somos buenos en prevención. Nuestras campañas de vacunación son súper efectivas – el 99% de los nenes reciben sus vacunas – eso es motivo para sentirse orgullosos. También hemos logrado reducir las complicaciones evitables en los hospitales. Así que, a pesar de todo, hay algunas cosas que hacemos bien.
Sin embargo, hay áreas donde realmente necesitamos ponerle empeño. La detección temprana del cáncer de mama, por ejemplo, es lamentable. Solo el 22% de las mujeres se somete a los tamices, lejos del promedio de la OCDE. Y hablando de hospitales, nos están diciendo que debemos mejorar la eficiencia en las altas, porque las tardías y las tempranas aumentan los costos y empeoran los resultados. Parece que todavía hay mucho por hacer para optimizar los procesos.
Lo que me preocupa es cómo vamos a solucionar esto. Ya sabemos que la plata es poca, y que nuestro sistema necesita urgentemente una inyección de modernización y recursos. Seamos honestos, ¿cuántos de nosotros hemos tenido que posponer una consulta o comprar medicamentos de nuestros propios bolsillos? Es hora de que los políticos dejen de pelearse y empiecen a trabajar por la salud de todos los costarricenses, porque esto no puede seguir así. Nos estamos jugando la salud y el bienestar de nuestras familias, ¿o no?
Entonces, díganme ustedes, ¿creen que el gobierno está haciendo lo suficiente para mejorar el sistema de salud costarricense? ¿Están dispuestos a pagar impuestos más altos si eso significa tener acceso a una atención médica de calidad? Compartan sus opiniones, porque este tema nos afecta a todos y necesitamos abrir el debate para encontrar soluciones reales. ¡Vamos a darle la vuelta a esta torta!
El reporte de Health at a Glance 2025 pinta un cuadro no muy alentador. Con solo $1,935 per cápita destinados a salud, quedamos bastante atrás de esos $5,967 que le meten los países de la OCDE. Eso sí, digamos que tenemos un plus: el 70% de nosotros dice estar contento con la atención médica que recibe. Pero… bueno, ¿de qué sirve estar contento si te toca esperar meses por una cita o si el hospital parece sacado de una película antigua?
Ahora, claro, la cobertura básica de salud es bastante buena: el 93% de la población tiene acceso a doctores, exámenes y hospitales. ¡Eso sí es chiva! Pero ahí va la bronca: muchos de los que no tienen cobertura son adultos trabajadores con pocos estudios y poco dinero. Y aunque tengamos buenas intenciones, la cantidad de visitas al médico es ridículamente baja - menos de tres al año, ¿se imaginan? Mientras tanto, en Corea tienen como 18 consultas por persona. ¡Una locura!
Otro tema que duele es la falta de tocones y máquinas de resonancia. Tenemos siete por millón de habitantes, mientras que el estándar de la OCDE exige 51. ¡Imagínate la diferencia! Esto retrasa diagnósticos, pone en riesgo la salud de la gente y hace que nos sintamos como si estuviéramos dando vueltas en círculos. Parece que el brete de la salud pública en Costa Rica sigue siendo complicado.
Pero no todo es tan negro, maes. La OCDE reconoce que somos buenos en prevención. Nuestras campañas de vacunación son súper efectivas – el 99% de los nenes reciben sus vacunas – eso es motivo para sentirse orgullosos. También hemos logrado reducir las complicaciones evitables en los hospitales. Así que, a pesar de todo, hay algunas cosas que hacemos bien.
Sin embargo, hay áreas donde realmente necesitamos ponerle empeño. La detección temprana del cáncer de mama, por ejemplo, es lamentable. Solo el 22% de las mujeres se somete a los tamices, lejos del promedio de la OCDE. Y hablando de hospitales, nos están diciendo que debemos mejorar la eficiencia en las altas, porque las tardías y las tempranas aumentan los costos y empeoran los resultados. Parece que todavía hay mucho por hacer para optimizar los procesos.
Lo que me preocupa es cómo vamos a solucionar esto. Ya sabemos que la plata es poca, y que nuestro sistema necesita urgentemente una inyección de modernización y recursos. Seamos honestos, ¿cuántos de nosotros hemos tenido que posponer una consulta o comprar medicamentos de nuestros propios bolsillos? Es hora de que los políticos dejen de pelearse y empiecen a trabajar por la salud de todos los costarricenses, porque esto no puede seguir así. Nos estamos jugando la salud y el bienestar de nuestras familias, ¿o no?
Entonces, díganme ustedes, ¿creen que el gobierno está haciendo lo suficiente para mejorar el sistema de salud costarricense? ¿Están dispuestos a pagar impuestos más altos si eso significa tener acceso a una atención médica de calidad? Compartan sus opiniones, porque este tema nos afecta a todos y necesitamos abrir el debate para encontrar soluciones reales. ¡Vamos a darle la vuelta a esta torta!