¡Ay, pata! Quién diría que el Hospital San Carlos, ese que tanto nos dio dolores de cabeza con las esperas eternas, ahora estaría dando vueltas como trapo en licuadora. Resulta que después de un buen empujón administrativo y algunos cambios estratégicos, parece que las cosas van a cachete en el centro médico huetar.
Miren, la cosa es así: el hospital llevaba rato arrastrando problemas de organización, especialmente en temas de personal y manejo de tiempo extra. No era que la gente no quisiera trabajar, diay, sino que los procesos estaban medio revueltos, y eso terminaba generando demoras y gastos innecesarios. Las evaluaciones internas de este año sacaron a relucir esos huecos, mostrándonos que aunque los servicios seguían funcionando, había espacio pa' mejorar mucho. Imagínense, ¡una vara que andaba bastante salada!
Pero resulta que llegó nuevo director médico, y con él un soplo de aire fresco. Se pusieron las pilas desde el primer día y empezaron a darle vuelta a la tortilla. Primero, revisaron cómo se estaba usando el tiempo extra, porque la verdad, ahí había mucho maje aprovechándose, y eso se veía reflejado en facturas enormes. Con la ayuda de la Comisión del Gasto y aplicando criterio, lograron frenar esa corriente que iba cuesta arriba, ahorrándole al paisito unos buenos billetes.
Y no se quedaron ahí. Reestructuraron enfermería en la sala de operaciones, cerraron servicios que estaban chupando horas extras sin aportar nada significativo y, sobre todo, implementaron controles más estrictos para aprobar esas horas extras. Dicen que movieron cerca de 340 millones de colones en cuatro meses, ¡eso sí es ponerle el turbo a la economía del hospital!
Pero lo más importante, mis panas, son los resultados para nosotros, los pacientes. Miren estas cifras: los tiempos de espera en urgencias se desplomaron. Los de categoría verde, que eran los que más sufrían, pasaron de estar esperando 343 minutos a solo 92. Los amarillos bajaron de 466 a 78 minutos, y los rojos, los casos más críticos, de 61 a 42 minutos. ¡Y encima, aumentaron la cantidad de pacientes atendidos! Una combinación perfecta, vamos.
Además, el hospital también puso orden en la gestión del recurso humano. Le dieron un ajuste al tiempo extraordinario pagado, que pasó de ₡58 millones en julio a ₡49 millones en octubre. Las horas extras también disminuyeron, pasando de 3044 a 2409 en el mismo período. ¡Eso demuestra que están cuidando los recursos del Estado y planificando el trabajo de forma más eficiente!
La CCSS, viendo estos avances tan chivitos, aseguró que seguirán apoyando al Hospital San Carlos para mantener esta onda positiva. Según dijeron, “el avance alcanzado es reflejo de un trabajo institucional serio y comprometido con la mejora continua, la transparencia y el buen uso de los recursos públicos”. Vamos, que están contentos con los resultados y quieren que sigamos por este camino. ¡Que bueno ver iniciativas así que realmente benefician a la población!
Con todos estos cambios y mejoras, el Hospital San Carlos parece haber encontrado el rumbo. Pero me pregunto, ¿creen ustedes que este tipo de transformaciones administrativas son suficientes para garantizar una atención médica de calidad en todas las regiones del país, o necesitamos invertir más en infraestructura y personal médico? ¡Déjenme sus opiniones abajo en el foro, qué les parece toda esta movida?
Miren, la cosa es así: el hospital llevaba rato arrastrando problemas de organización, especialmente en temas de personal y manejo de tiempo extra. No era que la gente no quisiera trabajar, diay, sino que los procesos estaban medio revueltos, y eso terminaba generando demoras y gastos innecesarios. Las evaluaciones internas de este año sacaron a relucir esos huecos, mostrándonos que aunque los servicios seguían funcionando, había espacio pa' mejorar mucho. Imagínense, ¡una vara que andaba bastante salada!
Pero resulta que llegó nuevo director médico, y con él un soplo de aire fresco. Se pusieron las pilas desde el primer día y empezaron a darle vuelta a la tortilla. Primero, revisaron cómo se estaba usando el tiempo extra, porque la verdad, ahí había mucho maje aprovechándose, y eso se veía reflejado en facturas enormes. Con la ayuda de la Comisión del Gasto y aplicando criterio, lograron frenar esa corriente que iba cuesta arriba, ahorrándole al paisito unos buenos billetes.
Y no se quedaron ahí. Reestructuraron enfermería en la sala de operaciones, cerraron servicios que estaban chupando horas extras sin aportar nada significativo y, sobre todo, implementaron controles más estrictos para aprobar esas horas extras. Dicen que movieron cerca de 340 millones de colones en cuatro meses, ¡eso sí es ponerle el turbo a la economía del hospital!
Pero lo más importante, mis panas, son los resultados para nosotros, los pacientes. Miren estas cifras: los tiempos de espera en urgencias se desplomaron. Los de categoría verde, que eran los que más sufrían, pasaron de estar esperando 343 minutos a solo 92. Los amarillos bajaron de 466 a 78 minutos, y los rojos, los casos más críticos, de 61 a 42 minutos. ¡Y encima, aumentaron la cantidad de pacientes atendidos! Una combinación perfecta, vamos.
Además, el hospital también puso orden en la gestión del recurso humano. Le dieron un ajuste al tiempo extraordinario pagado, que pasó de ₡58 millones en julio a ₡49 millones en octubre. Las horas extras también disminuyeron, pasando de 3044 a 2409 en el mismo período. ¡Eso demuestra que están cuidando los recursos del Estado y planificando el trabajo de forma más eficiente!
La CCSS, viendo estos avances tan chivitos, aseguró que seguirán apoyando al Hospital San Carlos para mantener esta onda positiva. Según dijeron, “el avance alcanzado es reflejo de un trabajo institucional serio y comprometido con la mejora continua, la transparencia y el buen uso de los recursos públicos”. Vamos, que están contentos con los resultados y quieren que sigamos por este camino. ¡Que bueno ver iniciativas así que realmente benefician a la población!
Con todos estos cambios y mejoras, el Hospital San Carlos parece haber encontrado el rumbo. Pero me pregunto, ¿creen ustedes que este tipo de transformaciones administrativas son suficientes para garantizar una atención médica de calidad en todas las regiones del país, o necesitamos invertir más en infraestructura y personal médico? ¡Déjenme sus opiniones abajo en el foro, qué les parece toda esta movida?
