¡Ay, pata! El fútbol nacional nos dio un sorpresón este lunes con el empate a 1 entre San Carlos y Guadalupe en Ciudad Quesada. Los Toros del Norte, que andaban arrastrando patitas por el fondo de la tabla, respiraron un poquito después de conseguir este punto, aunque no era precisamente el resultado soñado. Se esperaba una victoria contundente, pero bueno, así es esto, ¡el fútbol siempre te da sorpresas!
Para ponerle contexto a esta vara, San Carlos llegaba a la Jornada 14 con la necesidad imperiosa de escalar posiciones. Estaban clavados ahí abajo, viendo cómo los demás equipos les dejaban atrás, y la presión era evidente. Un triunfo los sacaría del sótano directo, pero jugar en casa siempre trae sus propias cargas. Tenían que demostrar que aún tenían ganas de pelear por clasificar, porque sino, ¡chao, pescao!
El partido comenzó movido, con ambos equipos buscando imponer su ritmo desde temprano. San Carlos, consciente de su situación, salió con todo, intentando aprovechar el apoyo de su afición. Guadalupe, por su parte, venía con la intención de sumar puntos también, ya que ellos tampoco se pueden dormir en los laureles si quieren mantener su lugar en la mitad superior de la tabla. Se palpaba tensión en el ambiente, ¡y eso se veía reflejado en cada jugada!
Y vaya que la tensión dio frutos... al menos para San Carlos. Al minuto 33’, Rachid Chirino, con una galoparada impresionante, mandó el balón al fondo de la red, desatando la alegría en la tribuna norteña. ¡Un grito de gol que retumbó en toda la zona!
Para ponerle contexto a esta vara, San Carlos llegaba a la Jornada 14 con la necesidad imperiosa de escalar posiciones. Estaban clavados ahí abajo, viendo cómo los demás equipos les dejaban atrás, y la presión era evidente. Un triunfo los sacaría del sótano directo, pero jugar en casa siempre trae sus propias cargas. Tenían que demostrar que aún tenían ganas de pelear por clasificar, porque sino, ¡chao, pescao!
El partido comenzó movido, con ambos equipos buscando imponer su ritmo desde temprano. San Carlos, consciente de su situación, salió con todo, intentando aprovechar el apoyo de su afición. Guadalupe, por su parte, venía con la intención de sumar puntos también, ya que ellos tampoco se pueden dormir en los laureles si quieren mantener su lugar en la mitad superior de la tabla. Se palpaba tensión en el ambiente, ¡y eso se veía reflejado en cada jugada!
Y vaya que la tensión dio frutos... al menos para San Carlos. Al minuto 33’, Rachid Chirino, con una galoparada impresionante, mandó el balón al fondo de la red, desatando la alegría en la tribuna norteña. ¡Un grito de gol que retumbó en toda la zona!
