¡Quiubo, gente del Foro! Aquí su servidora con una noticia que va a hacer temblar al turismo de lujo en Costa Rica. Abrió Sanctuarium en La Fortuna, un hotel boutique pa’ adultos que parece sacado de un sueño – o de alguna novela ambientada en Bali, pero hecha por manos ticas. Imagínate: bosque tropical, arte nacional, bienestar… todo junto en un solo lugar. Y créanme, esto no es cualquier hotelito, este brete le da mil vueltas a lo que estamos acostumbrados.
La onda es que Sanctuarium no es parte de esas cadenas hoteleras gringas que llegan y cambian la vibra de nuestros lugares bonitos. Este es un proyecto 100% costeñe, idea de un emprendedor local que decidió apostarle a la calidad y al buen gusto. Le invirtieron unos cuatro palos verdes, dicen, porque había una necesidad clara: gente buscando algo diferente, algo íntimo, lejos del bullicio de los resorts masivos. Esa era la vara que andaban buscando los turistas.
Lo encontrás a poco más de un kilómetro de la Catarata Río Fortuna, metido en medio de un bosque húmedo que parece salido del Discovery Channel. Y lo mejor de todo: comparten el mismo manantial de agua cristalina que alimenta la cascada. Eso sí que es conectar con la Pura Vida, ¿eh? Te imaginas despertar con el sonido del agua y el canto de los pájaros... ¡qué jevi! Al parecer, ese es el plan desde el principio: transportar al cliente a otro mundo, totalmente relajado.
Pero esto no es solo naturaleza bonita, mi gente. El hotel está lleno de arte, ¡de verdad! Hay más de 115 piezas arqueológicas, esculturas, pinturas… de artistas nacionales, claro está. Esto transforma todo el lugar en un museo viviente, donde puedes admirar obras increíbles mientras tomas un café o te relajas en la piscina. Lo que más me impactó es una escultura gigante, tallada en un solo tronco de árbol, que va coronando el edificio. Se dice que representa la conexión con la tierra y con nuestras raíces. Una verdadera joya.
Si buscas rumba y party, este no es tu sitio. Sanctuarium es exclusivamente para adultos mayores de 18 años. La idea es ofrecer un espacio tranquilo, seguro y dedicado al bienestar. Tiene piscina con dos temperaturas (y un barcito adentro, pa’ refrescarse), sauna, jacuzzi… Todo lo que necesitas para desconectar del estrés diario. Además, hay un camino privado que te lleva a un río escondido, también alimentado por el manantial. Es como si estuvieras descubriendo un tesoro secreto, ¿verdad?
Y hablando de tesoros, los dueños aseguran que la observación de animales silvestres es una experiencia imperdible. Dice que es común ver aves exóticas paseándose por la finca. Ya saben cómo son estos paramos, siempre hay algún resplendor o lorito posado en una rama. Con razón la gente viene a Costa Rica, a disfrutar de estas maravillas naturales. Por cierto, el hotel ha generado unos 20 empleos directos y más de 50 indirectos, principalmente para gente de La Fortuna y San Carlos. Eso sí que es darle duro al desarrollo comunitario, ¡qué bueno!
Ahora bien, el diseño del hotel es una mezcla interesante de modernidad y tradición. Arquitectura contemporánea con toques precolombinos, que hacen referencia a nuestra historia ancestral. Se nota que pusieron mucho cariño en cada detalle, desde la elección de los materiales hasta la distribución de los espacios. No es solo un hotel, es una experiencia, una inmersión en la cultura y la belleza de Costa Rica. Uno se siente orgulloso de tener negocios así, que nos representan a nivel internacional y muestran lo valiosos que son nuestros recursos naturales y nuestro talento artístico.
Así que ya saben, si buscan un escape de lujo, tranquilidad y arte en La Fortuna, Sanctuarium podría ser su próximo destino. Pero dime, ¿crees que este tipo de hoteles boutique enfocados en sostenibilidad y experiencias auténticas son el futuro del turismo en Costa Rica, o seguimos dependiendo demasiado de los grandes resorts extranjeros? ¡Déjame saber tu opinión en los comentarios!
La onda es que Sanctuarium no es parte de esas cadenas hoteleras gringas que llegan y cambian la vibra de nuestros lugares bonitos. Este es un proyecto 100% costeñe, idea de un emprendedor local que decidió apostarle a la calidad y al buen gusto. Le invirtieron unos cuatro palos verdes, dicen, porque había una necesidad clara: gente buscando algo diferente, algo íntimo, lejos del bullicio de los resorts masivos. Esa era la vara que andaban buscando los turistas.
Lo encontrás a poco más de un kilómetro de la Catarata Río Fortuna, metido en medio de un bosque húmedo que parece salido del Discovery Channel. Y lo mejor de todo: comparten el mismo manantial de agua cristalina que alimenta la cascada. Eso sí que es conectar con la Pura Vida, ¿eh? Te imaginas despertar con el sonido del agua y el canto de los pájaros... ¡qué jevi! Al parecer, ese es el plan desde el principio: transportar al cliente a otro mundo, totalmente relajado.
Pero esto no es solo naturaleza bonita, mi gente. El hotel está lleno de arte, ¡de verdad! Hay más de 115 piezas arqueológicas, esculturas, pinturas… de artistas nacionales, claro está. Esto transforma todo el lugar en un museo viviente, donde puedes admirar obras increíbles mientras tomas un café o te relajas en la piscina. Lo que más me impactó es una escultura gigante, tallada en un solo tronco de árbol, que va coronando el edificio. Se dice que representa la conexión con la tierra y con nuestras raíces. Una verdadera joya.
Si buscas rumba y party, este no es tu sitio. Sanctuarium es exclusivamente para adultos mayores de 18 años. La idea es ofrecer un espacio tranquilo, seguro y dedicado al bienestar. Tiene piscina con dos temperaturas (y un barcito adentro, pa’ refrescarse), sauna, jacuzzi… Todo lo que necesitas para desconectar del estrés diario. Además, hay un camino privado que te lleva a un río escondido, también alimentado por el manantial. Es como si estuvieras descubriendo un tesoro secreto, ¿verdad?
Y hablando de tesoros, los dueños aseguran que la observación de animales silvestres es una experiencia imperdible. Dice que es común ver aves exóticas paseándose por la finca. Ya saben cómo son estos paramos, siempre hay algún resplendor o lorito posado en una rama. Con razón la gente viene a Costa Rica, a disfrutar de estas maravillas naturales. Por cierto, el hotel ha generado unos 20 empleos directos y más de 50 indirectos, principalmente para gente de La Fortuna y San Carlos. Eso sí que es darle duro al desarrollo comunitario, ¡qué bueno!
Ahora bien, el diseño del hotel es una mezcla interesante de modernidad y tradición. Arquitectura contemporánea con toques precolombinos, que hacen referencia a nuestra historia ancestral. Se nota que pusieron mucho cariño en cada detalle, desde la elección de los materiales hasta la distribución de los espacios. No es solo un hotel, es una experiencia, una inmersión en la cultura y la belleza de Costa Rica. Uno se siente orgulloso de tener negocios así, que nos representan a nivel internacional y muestran lo valiosos que son nuestros recursos naturales y nuestro talento artístico.
Así que ya saben, si buscan un escape de lujo, tranquilidad y arte en La Fortuna, Sanctuarium podría ser su próximo destino. Pero dime, ¿crees que este tipo de hoteles boutique enfocados en sostenibilidad y experiencias auténticas son el futuro del turismo en Costa Rica, o seguimos dependiendo demasiado de los grandes resorts extranjeros? ¡Déjame saber tu opinión en los comentarios!
