¡Ay, Dios mío! Se armó un maje en Quepos anoche, directo frente a la iglesia. Un hombre de unos 63 años, don Rivel, apareció muerto con un puñal clavado, un panorama bien salado. La policía anda buscando qué pasó, porque esto sí que es medio raro.
Según el OIJ, encontraron al señor tirado cerca del templo, con una herida profunda en el abdomen. Lo llevaron corriendo a un centro médico de la zona, pero ya era tarde, la vaya iba perdida. Parece que no hubo manera de salvarlo, ¡qué pena!
Ahora mismo, los detectives andan peinando el sitio, recogiendo pistas y hablando con la gente. El brete es descubrir quién le hizo eso a don Rivel y, claro, entender por qué. Se llevan el cuerpo a la morgue para hacerle la autopsia y ver si pueden encontrar algo más que les ayude a resolver este caso bien chungo.
La verdad, Quepos nunca ha sido un lugar donde pasen cosas así. Siempre hemos sido tranquilos, familia... pero esto, mándale. Por lo que cuentan los vecinos, don Rivel era un señor conocido en el pueblo, siempre dando la mano y ayudando a los demás. No se entiende cómo alguien pudo querer hacerle eso.
Algunos dicen que podría haber sido un problema por tierras, otros creen que quizás estaba involucrado en algo turbio. Pero, vamos, conociendo a don Rivel, difícil que estuviera metido en esas. Era un hombre trabajador, siempre rebuscando para salir adelante. ¡Un pana!, como decíamos nosotros en el barrio.
Lo que sí preocupa es que esto abra un precedente. Que nos demos cuenta de que, incluso en lugares pequeños como Quepos, la violencia puede irrumpir. Hay que tener cuidado, estar alerta y denunciar cualquier cosa sospechosa, porque sino, ¡nos va a ir peor!
Las autoridades han pedido a la población que colabore con la información que puedan tener sobre este crimen. Cualquier detalle, por pequeño que parezca, puede ser clave para llegar al responsable. Ya saben, “el que calla otorga”, como dice mi abuela. Así que, si saben algo, mándenlo a la poli, ¡porfa!
Este hecho nos deja pensando: ¿Cómo podemos fortalecer la seguridad en nuestras comunidades para evitar que tragedias como esta se repitan? ¿Será que necesitamos más presencia policial, programas sociales o simplemente una mayor conciencia entre todos?
Según el OIJ, encontraron al señor tirado cerca del templo, con una herida profunda en el abdomen. Lo llevaron corriendo a un centro médico de la zona, pero ya era tarde, la vaya iba perdida. Parece que no hubo manera de salvarlo, ¡qué pena!
Ahora mismo, los detectives andan peinando el sitio, recogiendo pistas y hablando con la gente. El brete es descubrir quién le hizo eso a don Rivel y, claro, entender por qué. Se llevan el cuerpo a la morgue para hacerle la autopsia y ver si pueden encontrar algo más que les ayude a resolver este caso bien chungo.
La verdad, Quepos nunca ha sido un lugar donde pasen cosas así. Siempre hemos sido tranquilos, familia... pero esto, mándale. Por lo que cuentan los vecinos, don Rivel era un señor conocido en el pueblo, siempre dando la mano y ayudando a los demás. No se entiende cómo alguien pudo querer hacerle eso.
Algunos dicen que podría haber sido un problema por tierras, otros creen que quizás estaba involucrado en algo turbio. Pero, vamos, conociendo a don Rivel, difícil que estuviera metido en esas. Era un hombre trabajador, siempre rebuscando para salir adelante. ¡Un pana!, como decíamos nosotros en el barrio.
Lo que sí preocupa es que esto abra un precedente. Que nos demos cuenta de que, incluso en lugares pequeños como Quepos, la violencia puede irrumpir. Hay que tener cuidado, estar alerta y denunciar cualquier cosa sospechosa, porque sino, ¡nos va a ir peor!
Las autoridades han pedido a la población que colabore con la información que puedan tener sobre este crimen. Cualquier detalle, por pequeño que parezca, puede ser clave para llegar al responsable. Ya saben, “el que calla otorga”, como dice mi abuela. Así que, si saben algo, mándenlo a la poli, ¡porfa!
Este hecho nos deja pensando: ¿Cómo podemos fortalecer la seguridad en nuestras comunidades para evitar que tragedias como esta se repitan? ¿Será que necesitamos más presencia policial, programas sociales o simplemente una mayor conciencia entre todos?
