Ay, Dios mío, qué chinchorro se armó ayer en el Congreso. Resulta que el intento de levantarle la inmunidad al Presidente Chaves quedó en nada. Ni siquiera alcanzaron los 38 votos necesarios, ¡qué pena ajena! Parecía que iban a sacarle el demonio, pero al final, todo se fue al traste. Uno diría que algunos diputados estaban más preocupados por su próximo churrito que por el destino del país.
Para ponerlos en clima, recuerden que esto viene luego de las acusaciones de tráfico de influencias que pesan sobre el Presidente. El tema es serio, digamos que el asunto es bien salado para la imagen del país, y la intención de la oposición era justamente iniciar un proceso para investigar estas denuncias. Pero resulta que entre llamados de emergencia, reuniones secretas y otras cosillas, los números no les cuadraron.
Eli Feinzaig, del PLProgre, no se anduvo con rodeos: “No me sorprende el resultado, pero sí es una decepción”. Pero lo que realmente le picó fue ver cómo ciertas facciones, como Nueva República, Unidos Podemos y hasta parte del PUSC, parecían estar más apegadas al Gobierno que a defender los intereses nacionales. ¡Eso es pura carga!, señores.
Y hablando de Unidos Podemos, la movida de Luis Diego Vargas, el candidato a la vicepresidencia de Natalia Díaz, fue para hacerse echar ojo. Dicen que desapareció justo a la hora de la votación, alegando una emergencia familiar. De la prensa salió que lo llamaron y tuvo que irse corriendo, pero claro, las versiones no son claras. Algunos dicen que fue pura excusa, ¡qué manera de meterle dedo en la llaga!
Rocío Alfaro, jefa de bancada del Frente Amplio, también se expresó: “Sabemos cuál es el comportamiento de algunas fracciones que se pliegan al Gobierno”. Es decir, aunque lamentan no haber conseguido los 38 votos, tampoco se extrañaron mucho. Parece que ya tenían el panorama visto, y que algunos diputados estaban dispuestos a hacer lo que fuera para mantener al Presidente en su brete.
Pero la cosa no terminó ahí, porque dentro del PLN, Carolina Delgado hizo lo suyo. En lugar de seguir la línea de fracción, que pedía a favor de levantar la inmunidad, ella decidió votar en contra. Según Delgado, ha existido mucha presión para votar de un lado u otro, y ella tomó la decisión a conciencia, sin componendas ni promesas. Dijo que ni los diputados, ni el Poder Ejecutivo ni el Poder Judicial debían estar ejerciendo presiones para cambiar sus criterios. ¡Qué valiente, si eso es cierto, eh!
En medio de tanta controversia, la bancada del PUSC también demostró estar dividida. Solo cuatro diputados votaron a favor, mientras que cinco se opusieron. Alejandro Pacheco, jefe de bancada, reconoció que hubo un mandato de la Asamblea Nacional del partido para votar a favor, pero algunos simplemente decidieron desobedecerlo. Ahora tendrán que lidiar con las consecuencias, y seguramente Juan Carlos Hidalgo no estará muy contento con ellos. Daniela Rojas, una de las que votó a favor, defendió su postura argumentando que no encontró elementos de persecución política en el caso. “Voté por criterio propio y a raíz de los análisis que hice, leyendo el expediente y los informes”, aseguró.
Bueno, pues, con todo este lío, la inmunidad de Chaves sigue congelada, y el proceso por concusión permanece en el congelador. La bancada del PLN se mantuvo unida, pero las divisiones internas en otros partidos quedaron al descubierto. Ahora, señores, la gran pregunta es: ¿Esta situación debilitará aún más al gobierno o servirá para despertar conciencias en la Asamblea Legislativa?
Para ponerlos en clima, recuerden que esto viene luego de las acusaciones de tráfico de influencias que pesan sobre el Presidente. El tema es serio, digamos que el asunto es bien salado para la imagen del país, y la intención de la oposición era justamente iniciar un proceso para investigar estas denuncias. Pero resulta que entre llamados de emergencia, reuniones secretas y otras cosillas, los números no les cuadraron.
Eli Feinzaig, del PLProgre, no se anduvo con rodeos: “No me sorprende el resultado, pero sí es una decepción”. Pero lo que realmente le picó fue ver cómo ciertas facciones, como Nueva República, Unidos Podemos y hasta parte del PUSC, parecían estar más apegadas al Gobierno que a defender los intereses nacionales. ¡Eso es pura carga!, señores.
Y hablando de Unidos Podemos, la movida de Luis Diego Vargas, el candidato a la vicepresidencia de Natalia Díaz, fue para hacerse echar ojo. Dicen que desapareció justo a la hora de la votación, alegando una emergencia familiar. De la prensa salió que lo llamaron y tuvo que irse corriendo, pero claro, las versiones no son claras. Algunos dicen que fue pura excusa, ¡qué manera de meterle dedo en la llaga!
Rocío Alfaro, jefa de bancada del Frente Amplio, también se expresó: “Sabemos cuál es el comportamiento de algunas fracciones que se pliegan al Gobierno”. Es decir, aunque lamentan no haber conseguido los 38 votos, tampoco se extrañaron mucho. Parece que ya tenían el panorama visto, y que algunos diputados estaban dispuestos a hacer lo que fuera para mantener al Presidente en su brete.
Pero la cosa no terminó ahí, porque dentro del PLN, Carolina Delgado hizo lo suyo. En lugar de seguir la línea de fracción, que pedía a favor de levantar la inmunidad, ella decidió votar en contra. Según Delgado, ha existido mucha presión para votar de un lado u otro, y ella tomó la decisión a conciencia, sin componendas ni promesas. Dijo que ni los diputados, ni el Poder Ejecutivo ni el Poder Judicial debían estar ejerciendo presiones para cambiar sus criterios. ¡Qué valiente, si eso es cierto, eh!
En medio de tanta controversia, la bancada del PUSC también demostró estar dividida. Solo cuatro diputados votaron a favor, mientras que cinco se opusieron. Alejandro Pacheco, jefe de bancada, reconoció que hubo un mandato de la Asamblea Nacional del partido para votar a favor, pero algunos simplemente decidieron desobedecerlo. Ahora tendrán que lidiar con las consecuencias, y seguramente Juan Carlos Hidalgo no estará muy contento con ellos. Daniela Rojas, una de las que votó a favor, defendió su postura argumentando que no encontró elementos de persecución política en el caso. “Voté por criterio propio y a raíz de los análisis que hice, leyendo el expediente y los informes”, aseguró.
Bueno, pues, con todo este lío, la inmunidad de Chaves sigue congelada, y el proceso por concusión permanece en el congelador. La bancada del PLN se mantuvo unida, pero las divisiones internas en otros partidos quedaron al descubierto. Ahora, señores, la gran pregunta es: ¿Esta situación debilitará aún más al gobierno o servirá para despertar conciencias en la Asamblea Legislativa?
