¡Ay, Dios mío! Qué desilusión la que estamos viviendo con la Selección Nacional. Después de tanto esperar, parece que otra vez se fue al traste el sueño de ver a Costa Rica metiendo goles en un Mundial. Ahora le toca el turno a nuestros vecinos salvadoreños, que también andan con el agua al cuello y con un técnico buscando excusas a diestra y siniestra.
Hernán Darío Gómez, el “Bolillo” como le dicen cariñosamente (aunque ahora quizás no tanto), salió al frente después de la dolorosa derrota 3-1 contra Guatemala. Pero en lugar de asumir responsabilidades, prefirió echarle la culpa a todo el mundo menos a él mismo. "Aquí nos pueden señalar a nosotros, pueden señalar a los jugadores, a la selección, pero el problema no está ni en nosotros ni en la selección, el problema es más de fondo", soltó el profesor en una conferencia de prensa que dejó a muchos con la boca abierta.
Lo que quiso decir, básicamente, es que él no es culpable de que El Salvador lleve veintipicos años sin meter los pies en un Mundial. Un buen argumento, claro, pero ¿de qué sirve eso cuando la realidad es que han perdido contra Honduras, Canadá y ahora Guatemala? Parece que el brete del fútbol centroamericano está bastante complicado, y El Salvador no anda precisamente nadando en la miel.
A falta de dos fechas, la situación pinta sombría para los cuscatlecos. Surinam y Panamá lideran el Grupo A con 6 puntos, mientras que Guatemala tiene 5 y El Salvador se queda atrás con 3. Para clasificar, necesitan ganar sus dos partidos restantes – visitando a Surinam y luego a Panamá – y rezar para que los demás tropiecen. Una vara bien alta, digámoslo así.
Y para colmo, el “Bolillo” sacó a relucir la comparación con la política: “Esto es como la política, en la política nombran un presidente y ya se vuelve sospechoso, en el fútbol nombran un técnico y ya tienes 50 amigos y 50 enemigos”. ¡Qué dato! Parece que el pobre Gómez se siente perseguido, aunque algunos dirían que simplemente no ha sabido hacer magia con el equipo.
Según él, la falta de experiencia del plantel es otro factor clave. Está lleno de puros jovencitos con ganas, sí, pero sin la rodadura necesaria para competir a este nivel. Y aunque asegura estar contento en su puesto, pide paciencia y tiempo para construir un equipo sólido. Pero con la afición salvadoreña, la paciencia no suele ser precisamente su virtud más grande.
Si rememoramos su paso por otras selecciones como Colombia, Ecuador y Panamá, se puede ver que el “Bolillo” tiene trayectoria, sí señor. Ha dirigido en tres mundiales, así que sabe lo que es trabajar bajo presión. Sin embargo, la crítica apunta a que su estilo de juego es poco innovador y a veces demasiado conservador. Quizás necesitaba darle más libertad a esos muchachos jóvenes, pero bueno, ya la oportunidad se fue al traste.
Definitivamente, la clasificación al Mundial 2026 se presenta como una tarea casi imposible para El Salvador. Con todo lo dicho, ¿creen ustedes que el “Bolillo” Gómez debería seguir en el cargo a pesar de los malos resultados, o sería momento de buscar nuevos aires para la selección?
Hernán Darío Gómez, el “Bolillo” como le dicen cariñosamente (aunque ahora quizás no tanto), salió al frente después de la dolorosa derrota 3-1 contra Guatemala. Pero en lugar de asumir responsabilidades, prefirió echarle la culpa a todo el mundo menos a él mismo. "Aquí nos pueden señalar a nosotros, pueden señalar a los jugadores, a la selección, pero el problema no está ni en nosotros ni en la selección, el problema es más de fondo", soltó el profesor en una conferencia de prensa que dejó a muchos con la boca abierta.
Lo que quiso decir, básicamente, es que él no es culpable de que El Salvador lleve veintipicos años sin meter los pies en un Mundial. Un buen argumento, claro, pero ¿de qué sirve eso cuando la realidad es que han perdido contra Honduras, Canadá y ahora Guatemala? Parece que el brete del fútbol centroamericano está bastante complicado, y El Salvador no anda precisamente nadando en la miel.
A falta de dos fechas, la situación pinta sombría para los cuscatlecos. Surinam y Panamá lideran el Grupo A con 6 puntos, mientras que Guatemala tiene 5 y El Salvador se queda atrás con 3. Para clasificar, necesitan ganar sus dos partidos restantes – visitando a Surinam y luego a Panamá – y rezar para que los demás tropiecen. Una vara bien alta, digámoslo así.
Y para colmo, el “Bolillo” sacó a relucir la comparación con la política: “Esto es como la política, en la política nombran un presidente y ya se vuelve sospechoso, en el fútbol nombran un técnico y ya tienes 50 amigos y 50 enemigos”. ¡Qué dato! Parece que el pobre Gómez se siente perseguido, aunque algunos dirían que simplemente no ha sabido hacer magia con el equipo.
Según él, la falta de experiencia del plantel es otro factor clave. Está lleno de puros jovencitos con ganas, sí, pero sin la rodadura necesaria para competir a este nivel. Y aunque asegura estar contento en su puesto, pide paciencia y tiempo para construir un equipo sólido. Pero con la afición salvadoreña, la paciencia no suele ser precisamente su virtud más grande.
Si rememoramos su paso por otras selecciones como Colombia, Ecuador y Panamá, se puede ver que el “Bolillo” tiene trayectoria, sí señor. Ha dirigido en tres mundiales, así que sabe lo que es trabajar bajo presión. Sin embargo, la crítica apunta a que su estilo de juego es poco innovador y a veces demasiado conservador. Quizás necesitaba darle más libertad a esos muchachos jóvenes, pero bueno, ya la oportunidad se fue al traste.
Definitivamente, la clasificación al Mundial 2026 se presenta como una tarea casi imposible para El Salvador. Con todo lo dicho, ¿creen ustedes que el “Bolillo” Gómez debería seguir en el cargo a pesar de los malos resultados, o sería momento de buscar nuevos aires para la selección?