¡Quiubo, foro! Después de unos meses que parecían una eternidad de chinchorros mojados, parece que el turismo tico finalmente empezó a levantar cabeza. Noviembre llegó como un regalo del cielo, con un crecimiento del 12% en la llegada de turistas aéreos. ¡Imagínate la alegría que agarró a la gente!
Si nos vamos atrás, el panorama no era precisamente una postal de Manuel Antonio. Desde principios de este año, la visita aérea había estado en picada, con una caída global del 0,4% entre enero y noviembre. Un brete para el sector, pa' ponerle pausa. Las empresas andaban apretándose el cinturón, buscando cómo salir adelante y mantener a sus empleados.
Pero ahí está, como diciendo “¡Aguante!”. Según los datos oficiales del ICT, en noviembre llegaron casi 247 mil turistas por avión, superando los 220 mil del año anterior. Esto significa que se lograron revertir los malos resultados que habíamos visto en meses pasados. No es un milagro, pero sí es una señal muy alentadora.
Shirley Calvo, de Canatur, lo puso bien claro: este crecimiento es un “punto de inflexión”. Desde la Cámara Nacional de Turismo estaban celebrando a lo grande, porque este resultado les quita un peso enorme de encima. Reconocen que el año ha sido complicado, con factores externos que han afectado la competitividad de nuestro país. Digámoslo así, no ha sido fácil andar remando contra corriente.
Y hablando de factores complicados, el tipo de cambio ha sido protagonista involuntario en esta novela. Con el dólar en niveles históricos bajos, hemos perdido atractivo para algunos mercados importantes. Esto afecta directamente la rentabilidad de las empresas turísticas, que ven cómo sus ingresos se reducen considerablemente. Pura vara complicada.
Pero ojo, que esto no significa que estemos nadando en dólares. El balance acumulado del año todavía refleja una cifra ajustada, aunque con estos últimos resultados, hay esperanza de poder darle la vuelta a la tortilla. Esperan que esta tendencia positiva continúe en los próximos meses, especialmente con la llegada de la temporada alta.
Ahora, claro, surge la gran interrogante: ¿será que esto se mantiene? ¿Podremos cerrar el año con números decentes y empezar 2026 con el pie derecho? Hay muchas variables en juego, desde la situación económica mundial hasta los precios de los combustibles. Pero por ahora, vamos a disfrutar este respiro y a celebrar que el turismo tico sigue vivo y dando pelea.
En fin, colegas, tras este panorama que nos pinta el ICT y Canatur, ¿creen que realmente podemos esperar una recuperación sólida del turismo en Costa Rica, o será solo un parpadeo antes de volver a caer en la mediocridad? Dejen sus opiniones abajo, ¡quiero saber qué piensan ustedes!
Si nos vamos atrás, el panorama no era precisamente una postal de Manuel Antonio. Desde principios de este año, la visita aérea había estado en picada, con una caída global del 0,4% entre enero y noviembre. Un brete para el sector, pa' ponerle pausa. Las empresas andaban apretándose el cinturón, buscando cómo salir adelante y mantener a sus empleados.
Pero ahí está, como diciendo “¡Aguante!”. Según los datos oficiales del ICT, en noviembre llegaron casi 247 mil turistas por avión, superando los 220 mil del año anterior. Esto significa que se lograron revertir los malos resultados que habíamos visto en meses pasados. No es un milagro, pero sí es una señal muy alentadora.
Shirley Calvo, de Canatur, lo puso bien claro: este crecimiento es un “punto de inflexión”. Desde la Cámara Nacional de Turismo estaban celebrando a lo grande, porque este resultado les quita un peso enorme de encima. Reconocen que el año ha sido complicado, con factores externos que han afectado la competitividad de nuestro país. Digámoslo así, no ha sido fácil andar remando contra corriente.
Y hablando de factores complicados, el tipo de cambio ha sido protagonista involuntario en esta novela. Con el dólar en niveles históricos bajos, hemos perdido atractivo para algunos mercados importantes. Esto afecta directamente la rentabilidad de las empresas turísticas, que ven cómo sus ingresos se reducen considerablemente. Pura vara complicada.
Pero ojo, que esto no significa que estemos nadando en dólares. El balance acumulado del año todavía refleja una cifra ajustada, aunque con estos últimos resultados, hay esperanza de poder darle la vuelta a la tortilla. Esperan que esta tendencia positiva continúe en los próximos meses, especialmente con la llegada de la temporada alta.
Ahora, claro, surge la gran interrogante: ¿será que esto se mantiene? ¿Podremos cerrar el año con números decentes y empezar 2026 con el pie derecho? Hay muchas variables en juego, desde la situación económica mundial hasta los precios de los combustibles. Pero por ahora, vamos a disfrutar este respiro y a celebrar que el turismo tico sigue vivo y dando pelea.
En fin, colegas, tras este panorama que nos pinta el ICT y Canatur, ¿creen que realmente podemos esperar una recuperación sólida del turismo en Costa Rica, o será solo un parpadeo antes de volver a caer en la mediocridad? Dejen sus opiniones abajo, ¡quiero saber qué piensan ustedes!