¡Aguante! Aquí les va la última, raza. Parece que el Ministerio de Educación Pública (MEP) quiere cambiarle el giro a cómo califican a los estudiantes. Resulta que quieren meter la conducta en la nota final, a partir del año 2026. Imagínate, ahora no solo importa si sabes matemáticas o historia, sino también si te portas bien. ¡Qué novedad!
Según explican desde Zapote, la idea es presentar esto al Consejo Superior de Educación (CSE) esta semana, y tienen pensado ponerle una escala del 0 al 100. Te empiezan con el puntaje máximo y le van restando puntos cada vez que te sales con alguna jugada rara. El ministro Leonardo Sánchez dice que así buscan darle más poder a los maestros, porque parece que últimamente los estudiantes ya se creen los dueños del reino.
Pero ojo, que no es solo bajarle la nota. Dependiendo de lo grave que sea la falta, hasta te pueden suspender temporalmente del colegio. Y en los casos más extremos, si te pasas de listo, te pueden hacer repetir el grado. ¡Imagínate explicarle eso a tus viejos! El CSE tendrá que definir qué tipo de faltas son consideradas leves, graves o gravísimas... ¡ya me imagino las reuniones de debate!
Claro que no todo el mundo está contento con esta movida. Expertos en temas de salud mental, como Gabriela Garro Sáenz, advierten que simplemente castigar no resuelve el problema. Ella, que trabaja con Alto al Bullying y Ciberbullying, dice que hay cosas más profundas detrás de estas conductas. Las familias y los profes tienen que estar presentes y ayudar a los jóvenes, no solamente echarles la bronca.
Y razón tiene, ¿eh? Porque, dígame usted, ¿qué pasa cuando un chico se porta mal en clase? Muchas veces, es porque está pasando por cosas difíciles en casa o en la comunidad. Sancionarlo sin entender el motivo no va a solucionar nada. De hecho, podría empeorar las cosas. Necesitamos más apoyo psicológico en los colegios, más programas para padres y más atención individualizada para los estudiantes que lo necesiten. Ya estamos viendo tanto estrés entre la juventud…
Esta iniciativa me recuerda a esos tiempos donde la escuela era más de castigo que de aprendizaje. Aunque entiendo la necesidad de establecer límites, creo que enfocarnos únicamente en lo negativo nos aleja de la verdadera esencia de la educación, que es formar personas integras y responsables. Además, este brete viene justo cuando la pandemia dejó secuelas emocionales muy fuertes en muchos estudiantes, ¿no?
No quiero sonar pesimista, pero me preocupa que esta medida se convierta en una simple solución fácil para evitar enfrentar problemas reales. Requiere mucha más inversión y compromiso para implementar adecuadamente programas de prevención, intervención temprana y acompañamiento familiar. Si no, vamos a terminar teniendo un ejército de estudiantes castigados pero no transformados. ¡Uy, qué pena!
En fin, esta polémica ha encendido las redes sociales y ha generado mucho debate en los hogares. Y hablando de debate, ¿ustedes qué piensan? ¿Creen que meter la conducta en la nota es una buena idea para mejorar el comportamiento de los estudiantes o es un parche que no ataca el verdadero problema? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, que yo quiero saber qué piensa la gente!
Según explican desde Zapote, la idea es presentar esto al Consejo Superior de Educación (CSE) esta semana, y tienen pensado ponerle una escala del 0 al 100. Te empiezan con el puntaje máximo y le van restando puntos cada vez que te sales con alguna jugada rara. El ministro Leonardo Sánchez dice que así buscan darle más poder a los maestros, porque parece que últimamente los estudiantes ya se creen los dueños del reino.
Pero ojo, que no es solo bajarle la nota. Dependiendo de lo grave que sea la falta, hasta te pueden suspender temporalmente del colegio. Y en los casos más extremos, si te pasas de listo, te pueden hacer repetir el grado. ¡Imagínate explicarle eso a tus viejos! El CSE tendrá que definir qué tipo de faltas son consideradas leves, graves o gravísimas... ¡ya me imagino las reuniones de debate!
Claro que no todo el mundo está contento con esta movida. Expertos en temas de salud mental, como Gabriela Garro Sáenz, advierten que simplemente castigar no resuelve el problema. Ella, que trabaja con Alto al Bullying y Ciberbullying, dice que hay cosas más profundas detrás de estas conductas. Las familias y los profes tienen que estar presentes y ayudar a los jóvenes, no solamente echarles la bronca.
Y razón tiene, ¿eh? Porque, dígame usted, ¿qué pasa cuando un chico se porta mal en clase? Muchas veces, es porque está pasando por cosas difíciles en casa o en la comunidad. Sancionarlo sin entender el motivo no va a solucionar nada. De hecho, podría empeorar las cosas. Necesitamos más apoyo psicológico en los colegios, más programas para padres y más atención individualizada para los estudiantes que lo necesiten. Ya estamos viendo tanto estrés entre la juventud…
Esta iniciativa me recuerda a esos tiempos donde la escuela era más de castigo que de aprendizaje. Aunque entiendo la necesidad de establecer límites, creo que enfocarnos únicamente en lo negativo nos aleja de la verdadera esencia de la educación, que es formar personas integras y responsables. Además, este brete viene justo cuando la pandemia dejó secuelas emocionales muy fuertes en muchos estudiantes, ¿no?
No quiero sonar pesimista, pero me preocupa que esta medida se convierta en una simple solución fácil para evitar enfrentar problemas reales. Requiere mucha más inversión y compromiso para implementar adecuadamente programas de prevención, intervención temprana y acompañamiento familiar. Si no, vamos a terminar teniendo un ejército de estudiantes castigados pero no transformados. ¡Uy, qué pena!
En fin, esta polémica ha encendido las redes sociales y ha generado mucho debate en los hogares. Y hablando de debate, ¿ustedes qué piensan? ¿Creen que meter la conducta en la nota es una buena idea para mejorar el comportamiento de los estudiantes o es un parche que no ataca el verdadero problema? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, que yo quiero saber qué piensa la gente!
