Ay, Dios mío, imagínate la bronca... ir al Max Peralta en estas fechas, pura torta. Un empacho de gente esperando horas, que ni el gallito canta tan temprano. Pero parece que alguien escuchó nuestros lamentos porque este lunes abrieron un nuevo servicio de urgencias en Cartago, y vaya que le pegó al problema. Desde el primer día atendieron a 210 pacientes, echándole una mano considerable a la emergencia del hospital.
Resulta que la idea es simple, pero efectiva: atender esas consultas que no son precisamente emergencias de vida o muerte. Así, el hospital puede concentrarse en los casos más complicados, esos que realmente necesitan atención inmediata. Alexander Sánchez, el gerente médico, nos explica que el nuevo centro viene equipado con todo lo necesario: consultorios, sala de choques, lugar para tomar muestras y hasta para dispensar medicinas. Básicamente, están listos para recibir alrededor del 30% de las consultas que solían llegar al área de emergencias del Max Peralta, lo cual es un respiro importante.
Y el cambio ya se siente, mae. Según los datos del hospital, este lunes a eso de las dos de la tarde, solo había 32 personas en el servicio de emergencias. ¡Imagina la diferencia! Antes, a esa misma hora, se contaban entre 80 y 90 pacientes extra, agolvados por la espera. Esto sucede justo cuando estamos pasando por un repunte de gripe, Covid y otras enfermedades respiratorias, así que la ayuda no podía haber llegado en mejor momento. Una bendición, diay.
La doctora Krissia Díaz, directora del hospital, fue clara: este nuevo servicio ha hecho toda la diferencia. "Al derivar a los pacientes que están clínicamente estables y no requieren atención prioritaria al nuevo punto, logramos un flujo mucho más ordenado dentro del hospital, mejorando la seguridad y la rapidez en la atención para aquellos que sí están en riesgo", dijo. Y la verdad, no hay mejor prueba que ver la reducción de pacientes en emergencias, ¿eh?
Ahora, hablemos de la plata, porque siempre toca tocar el tema. La inversión anual para mantener este servicio funcionando rondará los ¢705 millones. Eso incluye pagar el espacio donde está ubicado, comprar equipos, insumos médicos y, obviamente, los salarios de las 43 personas que trabajan allí, divididas en dos turnos. Sí, son cuarenta y tres personas echándose un brete para echar pa’lante. Buena movida.
Este nuevo centro de atención está ubicado cerquita de la Basílica de los Ángeles, fácil de encontrar, y abre sus puertas todos los días desde las seis de la mañana hasta las diez de la noche. Conozco varios vecinos que estaban desesperados por la demora en el Max Peralta; ahora tienen otra opción más cercana y accesible. Se respira tranquilidad en el ambiente, señores.
Más allá de los números y las estadísticas, este nuevo servicio representa un avance significativo para la comunidad cartagüeña. Demuestra que, aunque a veces las cosas van lentitas, se pueden lograr mejoras concretas en nuestro sistema de salud. Ya era hora de darle una solución a tanta cola y tanto estrés, porque nadie quiere pasar navidad esperando horas para que le atiendan, ¿verdad? Menos mal que se pusieron las pilas y resolvieron este problemota.
En fin, todo pinta bien, pero me pregunto… ¿cree usted que este nuevo servicio de urgencias será suficiente para aliviar la carga de trabajo en el Hospital Max Peralta a largo plazo, o necesitamos seguir buscando soluciones más innovadoras para mejorar la atención médica en nuestra provincia? ¡Déjeme saber su opinión en los comentarios!
Resulta que la idea es simple, pero efectiva: atender esas consultas que no son precisamente emergencias de vida o muerte. Así, el hospital puede concentrarse en los casos más complicados, esos que realmente necesitan atención inmediata. Alexander Sánchez, el gerente médico, nos explica que el nuevo centro viene equipado con todo lo necesario: consultorios, sala de choques, lugar para tomar muestras y hasta para dispensar medicinas. Básicamente, están listos para recibir alrededor del 30% de las consultas que solían llegar al área de emergencias del Max Peralta, lo cual es un respiro importante.
Y el cambio ya se siente, mae. Según los datos del hospital, este lunes a eso de las dos de la tarde, solo había 32 personas en el servicio de emergencias. ¡Imagina la diferencia! Antes, a esa misma hora, se contaban entre 80 y 90 pacientes extra, agolvados por la espera. Esto sucede justo cuando estamos pasando por un repunte de gripe, Covid y otras enfermedades respiratorias, así que la ayuda no podía haber llegado en mejor momento. Una bendición, diay.
La doctora Krissia Díaz, directora del hospital, fue clara: este nuevo servicio ha hecho toda la diferencia. "Al derivar a los pacientes que están clínicamente estables y no requieren atención prioritaria al nuevo punto, logramos un flujo mucho más ordenado dentro del hospital, mejorando la seguridad y la rapidez en la atención para aquellos que sí están en riesgo", dijo. Y la verdad, no hay mejor prueba que ver la reducción de pacientes en emergencias, ¿eh?
Ahora, hablemos de la plata, porque siempre toca tocar el tema. La inversión anual para mantener este servicio funcionando rondará los ¢705 millones. Eso incluye pagar el espacio donde está ubicado, comprar equipos, insumos médicos y, obviamente, los salarios de las 43 personas que trabajan allí, divididas en dos turnos. Sí, son cuarenta y tres personas echándose un brete para echar pa’lante. Buena movida.
Este nuevo centro de atención está ubicado cerquita de la Basílica de los Ángeles, fácil de encontrar, y abre sus puertas todos los días desde las seis de la mañana hasta las diez de la noche. Conozco varios vecinos que estaban desesperados por la demora en el Max Peralta; ahora tienen otra opción más cercana y accesible. Se respira tranquilidad en el ambiente, señores.
Más allá de los números y las estadísticas, este nuevo servicio representa un avance significativo para la comunidad cartagüeña. Demuestra que, aunque a veces las cosas van lentitas, se pueden lograr mejoras concretas en nuestro sistema de salud. Ya era hora de darle una solución a tanta cola y tanto estrés, porque nadie quiere pasar navidad esperando horas para que le atiendan, ¿verdad? Menos mal que se pusieron las pilas y resolvieron este problemota.
En fin, todo pinta bien, pero me pregunto… ¿cree usted que este nuevo servicio de urgencias será suficiente para aliviar la carga de trabajo en el Hospital Max Peralta a largo plazo, o necesitamos seguir buscando soluciones más innovadoras para mejorar la atención médica en nuestra provincia? ¡Déjeme saber su opinión en los comentarios!
