Uy, uy, uy, la cosa se puso caliente en el ambiente político. Juan Carlos Hidalgo, el candidato de Unidad, soltó la bomba hace unos días: quiere vender el Banco de Costa Rica (BCR) para juntarle pasta al país y echarle ganas a la guerra contra el narcotráfico. Un movida bien controversial, diay, porque el BCR es casi como un ícono nacional, ¿saben?
Para ponerle un poco de contexto, la realidad es que estamos to' feos en cuanto a seguridad. El 2025 pinta pa' ser un año record en muertes violentas – se habla de llegar a los 900, ¡qué torta!– y los grupos criminales ya se agarraron de Costa Rica como un puente pa' mover droga rumbo a Europa. Ya somos parte del top 10 latinoamericano en tasa de homicidios, según InSight Crime, y el 70% de esos crímenes están ligados al negocio del polvo. Da escalofríos, sinceramente.
Hidalgo, tratando de darle solución al brete, propuso la venta del BCR, estimando que podrían recaudar hasta dos billones de colones ($2.000 millones). Con esa lana, promete reforzar a la policía, aumentar el número de oficiales a 20 mil (pa’ tener más maices patrullando), invertir en tecnología moderna, equipos y patrullas nuevas a todo dar. Quiere que la policía esté equipada como ningún otro, pa’ poder enfrentarle al hampa con dientes y uñas.
Pero la cosa no termina ahí. Hidalgo también planea meterle mano al código penal, pa' que los maleantes violentos se queden tras las rejas por buen rato. Además, quiere firmar un convenio con la Unión Europea pa' que Europol tenga representación en Puerto Moín, revisando las exportaciones y asegurándose de que no haya cocaína mezclada con banano ni café. Así, quitarle atractivo a Costa Rica como ruta segura pa' los narcos. Dice que es mejor revisar las cosas acá, en un puerto chico, que esperar a que la droga llegue a los grandes puertos europeos, ¡tiene toda la razón!
Ahora, claro, la idea de vender el BCR ha levantado muchísimo ruido. Hay quienes dicen que es una locura, que estamos vendiendo nuestro patrimonio nacional; otros argumentan que si eso sirve pa' mejorar la seguridad, vale la pena correr el riesgo. Algunos incluso lo ven como una maniobra política pa’ ganar votos, ¡qué cargada! Pero Hidalgo defiende su propuesta con uñas y dientes, diciendo que el BCR es un activo que va perdiendo valor y que no podemos seguir aferrándonos a él como si fuera una reliquia de museo.
Expertos económicos han salido a opinar, y bueno, las aguas están revueltas. Algunos advierten que la venta del BCR podría afectar la estabilidad financiera del país, mientras que otros creen que, si se maneja bien, podría ser una inyección de capital muy necesaria. También hay preocupación sobre quién estaría dispuesto a comprar el banco y cómo afectaría esto a los pequeños ahorradores y empresas que dependen del BCR. Una vara bien compleja, diay.
Más allá de los tecnicismos y los debates políticos, lo cierto es que la inseguridad nos está comiendo vivo. Ya nadie se siente seguro en nuestras calles, ni siquiera en nuestros propios hogares. Tenemos que encontrar soluciones creativas y valientes, aunque impliquen tomar decisiones difíciles. Hidalgo, con su propuesta, está poniendo la pelota en el tejado de todos nosotros, desafiándonos a pensar diferente y a buscar alternativas pa' salir del atolladero en el que estamos metidos. A fin de cuentas, la seguridad de todos es responsabilidad de todos, ¿no?
En fin, con toda esta movida, me pregunto: ¿ustedes creen que vender el BCR es realmente la solución pa’ combatir el narcotráfico y mejorar la seguridad en Costa Rica? ¿O sería mejor explorar otras opciones, como fortalecer las instituciones existentes y mejorar la educación? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios!
Para ponerle un poco de contexto, la realidad es que estamos to' feos en cuanto a seguridad. El 2025 pinta pa' ser un año record en muertes violentas – se habla de llegar a los 900, ¡qué torta!– y los grupos criminales ya se agarraron de Costa Rica como un puente pa' mover droga rumbo a Europa. Ya somos parte del top 10 latinoamericano en tasa de homicidios, según InSight Crime, y el 70% de esos crímenes están ligados al negocio del polvo. Da escalofríos, sinceramente.
Hidalgo, tratando de darle solución al brete, propuso la venta del BCR, estimando que podrían recaudar hasta dos billones de colones ($2.000 millones). Con esa lana, promete reforzar a la policía, aumentar el número de oficiales a 20 mil (pa’ tener más maices patrullando), invertir en tecnología moderna, equipos y patrullas nuevas a todo dar. Quiere que la policía esté equipada como ningún otro, pa’ poder enfrentarle al hampa con dientes y uñas.
Pero la cosa no termina ahí. Hidalgo también planea meterle mano al código penal, pa' que los maleantes violentos se queden tras las rejas por buen rato. Además, quiere firmar un convenio con la Unión Europea pa' que Europol tenga representación en Puerto Moín, revisando las exportaciones y asegurándose de que no haya cocaína mezclada con banano ni café. Así, quitarle atractivo a Costa Rica como ruta segura pa' los narcos. Dice que es mejor revisar las cosas acá, en un puerto chico, que esperar a que la droga llegue a los grandes puertos europeos, ¡tiene toda la razón!
Ahora, claro, la idea de vender el BCR ha levantado muchísimo ruido. Hay quienes dicen que es una locura, que estamos vendiendo nuestro patrimonio nacional; otros argumentan que si eso sirve pa' mejorar la seguridad, vale la pena correr el riesgo. Algunos incluso lo ven como una maniobra política pa’ ganar votos, ¡qué cargada! Pero Hidalgo defiende su propuesta con uñas y dientes, diciendo que el BCR es un activo que va perdiendo valor y que no podemos seguir aferrándonos a él como si fuera una reliquia de museo.
Expertos económicos han salido a opinar, y bueno, las aguas están revueltas. Algunos advierten que la venta del BCR podría afectar la estabilidad financiera del país, mientras que otros creen que, si se maneja bien, podría ser una inyección de capital muy necesaria. También hay preocupación sobre quién estaría dispuesto a comprar el banco y cómo afectaría esto a los pequeños ahorradores y empresas que dependen del BCR. Una vara bien compleja, diay.
Más allá de los tecnicismos y los debates políticos, lo cierto es que la inseguridad nos está comiendo vivo. Ya nadie se siente seguro en nuestras calles, ni siquiera en nuestros propios hogares. Tenemos que encontrar soluciones creativas y valientes, aunque impliquen tomar decisiones difíciles. Hidalgo, con su propuesta, está poniendo la pelota en el tejado de todos nosotros, desafiándonos a pensar diferente y a buscar alternativas pa' salir del atolladero en el que estamos metidos. A fin de cuentas, la seguridad de todos es responsabilidad de todos, ¿no?
En fin, con toda esta movida, me pregunto: ¿ustedes creen que vender el BCR es realmente la solución pa’ combatir el narcotráfico y mejorar la seguridad en Costa Rica? ¿O sería mejor explorar otras opciones, como fortalecer las instituciones existentes y mejorar la educación? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios!