¡Ay, Dios mío, qué brisa fría nos cayó encima! Resulta que nuestros primos yanquis andan con el panorama revuelto y decidieron cancelar varios vuelos desde Estados Unidos. Dicen que le faltan controladores aéreos, ¡una torta! Y claro, esto nos toca la bola directamente a nosotros, los turistas, los que van a visitar familiares y hasta a los que necesitan traer mercancías.
La jugada es que el gobierno de Joe Biden anda en pelea con el Congreso por el presupuesto, y eso ha provocado que miles de trabajadores públicos no estén cobrando. Al parecer, esta situación ha impactado la operación aérea, obligándolos a reducir la capacidad en 40 aeropuertos, incluyendo los gorditos, esos donde siempre hay un montón de gente haciendo fila para pasar seguridad. Imagínate, dicen que les hacen falta unos dos mil controladores, ¡esa es una vara bien grande!
Desde el Juan Santamaría y el Daniel Oduder, nos aseguran que todavía no tienen reporte de cancelaciones directas, pero están agudizando la vista, vigilando cada movimiento de las aerolíneas. Eso sí, te aconsejo que llames a tu compañía aérea porque diay, nunca se sabe cuándo se pueden mandar pa'l garete tus planes de viaje. Mejor prevenir que lamentar, como dice mi abu.
Según la Agencia Francesa de Prensa (AFP), esta crisis comenzó hace unas seis semanas, cuando los legisladores no lograron ponerse de acuerdo sobre cómo financiar al gobierno federal. Esto ha dejado a alrededor de un millón cuatrocientos mil empleados públicos sin recibir su paga. Un despiche nacional, vamos. Y ahora, esa bronca se traduce en problemas para los viajeros internacionales, y nosotros, los ticos, estamos en medio del fuego cruzado.
Muchos se preguntan si esto nos va a afectar económicamente, especialmente a Guanacaste, que depende tanto del turismo americano. Las playas de Tamarindo, Conchal, Playa Hermosa… ya imaginas el jale. Si los gringos no pueden llegar, ¿quién va a gastar plata en comida, souvenirs y tours? Va a ser un brete tener que buscar alternativas para mantener el motor turístico funcionando.
Lo que sí es seguro es que esto pone de manifiesto nuestra dependencia de Estados Unidos. Somos como pegados a ese país en casi todo, desde el turismo hasta el comercio. Tal vez sería bueno empezar a diversificar nuestros mercados y atraer visitantes de otras partes del mundo. Pero eso, ya es otra conversación, ¿verdad?
Algunos expertos sugieren que podríamos ver un aumento en los precios de los boletos, ya que la demanda podría superar la oferta disponible. Otros, más pesimistas, temen que algunas aerolíneas reduzcan sus frecuencias hacia Costa Rica. En fin, la incertidumbre reina, y todos estamos esperando a ver cómo se desarrolla la situación. Esperemos que pronto se arreglen las cosas por allá arriba, antes de que nos venga el chapucazo.
Ahora dime, ¿tú tienes algún vuelo programado a Estados Unidos en las próximas semanas? ¿Estás preocupado por la posibilidad de una cancelación? ¿Crees que el Gobierno debería estar tomando medidas urgentes para mitigar el impacto económico de esta situación o simplemente esperar a que los yanquis resuelvan sus propios problemas? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!
La jugada es que el gobierno de Joe Biden anda en pelea con el Congreso por el presupuesto, y eso ha provocado que miles de trabajadores públicos no estén cobrando. Al parecer, esta situación ha impactado la operación aérea, obligándolos a reducir la capacidad en 40 aeropuertos, incluyendo los gorditos, esos donde siempre hay un montón de gente haciendo fila para pasar seguridad. Imagínate, dicen que les hacen falta unos dos mil controladores, ¡esa es una vara bien grande!
Desde el Juan Santamaría y el Daniel Oduder, nos aseguran que todavía no tienen reporte de cancelaciones directas, pero están agudizando la vista, vigilando cada movimiento de las aerolíneas. Eso sí, te aconsejo que llames a tu compañía aérea porque diay, nunca se sabe cuándo se pueden mandar pa'l garete tus planes de viaje. Mejor prevenir que lamentar, como dice mi abu.
Según la Agencia Francesa de Prensa (AFP), esta crisis comenzó hace unas seis semanas, cuando los legisladores no lograron ponerse de acuerdo sobre cómo financiar al gobierno federal. Esto ha dejado a alrededor de un millón cuatrocientos mil empleados públicos sin recibir su paga. Un despiche nacional, vamos. Y ahora, esa bronca se traduce en problemas para los viajeros internacionales, y nosotros, los ticos, estamos en medio del fuego cruzado.
Muchos se preguntan si esto nos va a afectar económicamente, especialmente a Guanacaste, que depende tanto del turismo americano. Las playas de Tamarindo, Conchal, Playa Hermosa… ya imaginas el jale. Si los gringos no pueden llegar, ¿quién va a gastar plata en comida, souvenirs y tours? Va a ser un brete tener que buscar alternativas para mantener el motor turístico funcionando.
Lo que sí es seguro es que esto pone de manifiesto nuestra dependencia de Estados Unidos. Somos como pegados a ese país en casi todo, desde el turismo hasta el comercio. Tal vez sería bueno empezar a diversificar nuestros mercados y atraer visitantes de otras partes del mundo. Pero eso, ya es otra conversación, ¿verdad?
Algunos expertos sugieren que podríamos ver un aumento en los precios de los boletos, ya que la demanda podría superar la oferta disponible. Otros, más pesimistas, temen que algunas aerolíneas reduzcan sus frecuencias hacia Costa Rica. En fin, la incertidumbre reina, y todos estamos esperando a ver cómo se desarrolla la situación. Esperemos que pronto se arreglen las cosas por allá arriba, antes de que nos venga el chapucazo.
Ahora dime, ¿tú tienes algún vuelo programado a Estados Unidos en las próximas semanas? ¿Estás preocupado por la posibilidad de una cancelación? ¿Crees que el Gobierno debería estar tomando medidas urgentes para mitigar el impacto económico de esta situación o simplemente esperar a que los yanquis resuelvan sus propios problemas? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!