¡Ay, Dios mío, qué chimba! Resulta que un señor de unos 60 y pico, pura vida, se llevó 800 millones de colones en el Primer Sorteo Extraordinario de Consolación de la JPS. Imagínate la cara del bato, ¡debió estar sacaito! Esto pasó el domingito pasado, y la gente todavía anda comentándolo en los autobuses y en los mercados.
Según nos cuentan desde la Junta de Protección Social, el jubilado, don José, compró unas 20 fracciones del primer premio por petición de un familiar. Como buen josefino, confió en un vendedor de confianza y ahí nomás, se ganó la potra. Dice que va a resolver algunos asuntos personales y familiares, pues obviamente con esa lana uno puede hacer cositas bien interesantes. Uno se pone contento por él, merece toda la felicidad del mundo, ¿eh?
Pero no solo él tuvo suerte, chunches. Un herediano, también de edad considerable, se llevó 40 millones con una fracción. El mae ese estaba ahorrando e invirtiendo pensando en los estudios de sus nietecitos, qué lindo. Y luego tenemos a un jovencito, casi un picolo, que se hizo con otros 400 millones gracias a un sueño, ¡diay! Le pareció una loca idea comprar el número en el Mercado Central, pero al final salió campeón. Quién diría, un sueño puede cambiarte la vida, ¿verdad?
La JPS estuvo súper pendiente de todo, pagando premios a diestra y siniestra. Hasta ahora, ya se han repartido más de dos billones de colones entre varios ganadores. Y eso sí, recuerden que los premios hay que reclamiarlos rápido, porque si no, se van al garete. No vaya a ser que se les olvide y pierdan la oportunidad de hacerse millonarios, ¡qué pena sería!
Lo que más me sorprende es cómo la gente sigue confiando en estos sorteos. Con tanta cosa turbia que pasa en el país, uno pensaría que nadie quiere apostarle al azar, pero ahí estamos, soñando con hacernos ricos sin mover un dedo. A veces pienso que somos un poco ingenuos, pero bueno, ¿dónde estaría la gracia de la vida si no pudiéramos tener esperanzas, eh?
La verdad es que la JPS está haciendo bien su trabajo, con un índice de colocación casi perfecto – ¡casi 90% de ventas efectivas! Eso demuestra que la gente le tiene fe a la institución. Además, prometieron que todo estará trasparente y seguro, así que ahí queda demostrado que se esfuerzan por hacerlo bien. Ahora, a esperar el próximo sorteo, que será el dominguito entrante con 300 millones a disputarse. ¡A ver quién es el próximo afortunado!
Esta movida del sorteo ha puesto a todo el país en modo “espera milagrosa”. Se ven más güeyes revisando sus números en los autobuses y jugando la lotería en los mercados. En fin, la esperanza es lo último que muere, y parece que muchos ticos están aferrados a ella. Pero dime, ¿crees que estos sorteos son realmente una forma justa de distribuir riqueza, o solo alimentan la ilusión de vivir del cuento?
Y hablando de ilusiones, ¿cuántos de ustedes tienen un número guardado esperando que salga? ¿Han invertido en sueños y esperan que algún día se hagan realidad? Compartan sus experiencias, vamos a armar un buen debate aquí en el Foro. ¡A darle, compas!
Según nos cuentan desde la Junta de Protección Social, el jubilado, don José, compró unas 20 fracciones del primer premio por petición de un familiar. Como buen josefino, confió en un vendedor de confianza y ahí nomás, se ganó la potra. Dice que va a resolver algunos asuntos personales y familiares, pues obviamente con esa lana uno puede hacer cositas bien interesantes. Uno se pone contento por él, merece toda la felicidad del mundo, ¿eh?
Pero no solo él tuvo suerte, chunches. Un herediano, también de edad considerable, se llevó 40 millones con una fracción. El mae ese estaba ahorrando e invirtiendo pensando en los estudios de sus nietecitos, qué lindo. Y luego tenemos a un jovencito, casi un picolo, que se hizo con otros 400 millones gracias a un sueño, ¡diay! Le pareció una loca idea comprar el número en el Mercado Central, pero al final salió campeón. Quién diría, un sueño puede cambiarte la vida, ¿verdad?
La JPS estuvo súper pendiente de todo, pagando premios a diestra y siniestra. Hasta ahora, ya se han repartido más de dos billones de colones entre varios ganadores. Y eso sí, recuerden que los premios hay que reclamiarlos rápido, porque si no, se van al garete. No vaya a ser que se les olvide y pierdan la oportunidad de hacerse millonarios, ¡qué pena sería!
Lo que más me sorprende es cómo la gente sigue confiando en estos sorteos. Con tanta cosa turbia que pasa en el país, uno pensaría que nadie quiere apostarle al azar, pero ahí estamos, soñando con hacernos ricos sin mover un dedo. A veces pienso que somos un poco ingenuos, pero bueno, ¿dónde estaría la gracia de la vida si no pudiéramos tener esperanzas, eh?
La verdad es que la JPS está haciendo bien su trabajo, con un índice de colocación casi perfecto – ¡casi 90% de ventas efectivas! Eso demuestra que la gente le tiene fe a la institución. Además, prometieron que todo estará trasparente y seguro, así que ahí queda demostrado que se esfuerzan por hacerlo bien. Ahora, a esperar el próximo sorteo, que será el dominguito entrante con 300 millones a disputarse. ¡A ver quién es el próximo afortunado!
Esta movida del sorteo ha puesto a todo el país en modo “espera milagrosa”. Se ven más güeyes revisando sus números en los autobuses y jugando la lotería en los mercados. En fin, la esperanza es lo último que muere, y parece que muchos ticos están aferrados a ella. Pero dime, ¿crees que estos sorteos son realmente una forma justa de distribuir riqueza, o solo alimentan la ilusión de vivir del cuento?
Y hablando de ilusiones, ¿cuántos de ustedes tienen un número guardado esperando que salga? ¿Han invertido en sueños y esperan que algún día se hagan realidad? Compartan sus experiencias, vamos a armar un buen debate aquí en el Foro. ¡A darle, compas!