¡Ay, Dios mío! Esto se puso caliente, raza. El Presidente Chaves, encima de andar lidiando con el intento de quitarle el fuero, ahora anda buscando congraciarse con las radios evangélicas hablando de la subasta de frecuencias. Parece que le agarró el quilombo con esto de la Sutel y los precios, porque parece que nadie quiere pagar esas cantidades, ¡qué despiche!
La movida es así: el Partido Nueva República, esos tipos que siempre andan con sus propias ideas, podrían ser la llave para que la oposición logre reunir los votos suficientes para levantarle la inmunidad al Presidente. Ya saben, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) tiene una investigación pendiente por un tema de beligerancia política, y si Nueva República decide apoyar a la oposición, ¡adiós fuero para don Rodrigo!
Fabricio Alvarado, el líder de Nueva República, soltó unas verdades de antemano, diciendo que los precios de la subasta son un atentado contra la libertad religiosa y que no van a dejar que se les vea la cara de tontos. Lo del evangelio y salvar almas... ahí lo tienen. Quiere que Costa Rica no se parezca a México, donde supuestamente es difícil difundir el mensaje religioso por radio y televisión. ¡Imagínense la bronca!
Pero ojo, que la cosa va más allá de lo religioso. Más de sesenta emisoras, incluyendo gigantes como Columbia y la Cadena Radial Costarricense (CRC), ni siquiera molestaron en participar en la subasta porque los precios que puso la Sutel están por las nubes. La Ministra Paula Bogantes dice que los concesionarios actuales estaban pagando casi regalado las frecuencias, y da ejemplos: una frecuencia de televisión se alquila por unos míseros ¢120.000 al año, y una de radio por apenas ¢6.000. ¡Una ganga comparado con los nuevos precios!
Ahora, los precios base que propone la Sutel son otro rollo. Para televisión, empiezan en $1.6 millones, y para radio, en $386.000. ¡Eso sí que es cargarle al bolsillo a la gente! Mucho parece decir que hay mogollón de intereses detrás de esta subasta, y que no todo es tan transparente como quieren aparentar. Algunos murmuran sobre acuerdos turbios y cabildeos intensos entre la Sutel y ciertos grupos económicos.
Mientras tanto, la Comisión del Congreso que analiza el tema de la inmunidad de Chaves tiene que presentar un informe este miércoles. Ahí se verá si los diputados votan a favor de quitarle el fuero o no. Si la oposición logra juntar los 38 votos que necesita, Chaves perderá la protección que le otorga el cargo y el TSE podrá seguir adelante con la investigación. Podría estar perdiendo su brete, vamos.
Y no es la primera vez que Chaves anda metido en estas aguas turbulentas. Hace tiempo lo investigaron por un presunto caso de concusión, pero no lograron reunir los votos necesarios para prosperar la solicitud. Ahora, con el tema de la subasta y el apoyo incierto de Nueva República, la situación se pone aún más complicada. Este hombre es capaz de meterse en cualquier lío, diay.
La verdad, esta vainera de la subasta de frecuencias, sumada al intento de levantarle la inmunidad, pinta un panorama bastante complejo para el gobierno. ¿Será que el Presidente logró convencer a las radios evangélicas de apoyarlo, o Nueva República seguirá siendo la espada de Damocles pendiendo sobre su cabeza? ¿Creen que la Sutel está actuando correctamente con estos precios exorbitantes, o hay algo más oscuro detrás de todo esto?
La movida es así: el Partido Nueva República, esos tipos que siempre andan con sus propias ideas, podrían ser la llave para que la oposición logre reunir los votos suficientes para levantarle la inmunidad al Presidente. Ya saben, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) tiene una investigación pendiente por un tema de beligerancia política, y si Nueva República decide apoyar a la oposición, ¡adiós fuero para don Rodrigo!
Fabricio Alvarado, el líder de Nueva República, soltó unas verdades de antemano, diciendo que los precios de la subasta son un atentado contra la libertad religiosa y que no van a dejar que se les vea la cara de tontos. Lo del evangelio y salvar almas... ahí lo tienen. Quiere que Costa Rica no se parezca a México, donde supuestamente es difícil difundir el mensaje religioso por radio y televisión. ¡Imagínense la bronca!
Pero ojo, que la cosa va más allá de lo religioso. Más de sesenta emisoras, incluyendo gigantes como Columbia y la Cadena Radial Costarricense (CRC), ni siquiera molestaron en participar en la subasta porque los precios que puso la Sutel están por las nubes. La Ministra Paula Bogantes dice que los concesionarios actuales estaban pagando casi regalado las frecuencias, y da ejemplos: una frecuencia de televisión se alquila por unos míseros ¢120.000 al año, y una de radio por apenas ¢6.000. ¡Una ganga comparado con los nuevos precios!
Ahora, los precios base que propone la Sutel son otro rollo. Para televisión, empiezan en $1.6 millones, y para radio, en $386.000. ¡Eso sí que es cargarle al bolsillo a la gente! Mucho parece decir que hay mogollón de intereses detrás de esta subasta, y que no todo es tan transparente como quieren aparentar. Algunos murmuran sobre acuerdos turbios y cabildeos intensos entre la Sutel y ciertos grupos económicos.
Mientras tanto, la Comisión del Congreso que analiza el tema de la inmunidad de Chaves tiene que presentar un informe este miércoles. Ahí se verá si los diputados votan a favor de quitarle el fuero o no. Si la oposición logra juntar los 38 votos que necesita, Chaves perderá la protección que le otorga el cargo y el TSE podrá seguir adelante con la investigación. Podría estar perdiendo su brete, vamos.
Y no es la primera vez que Chaves anda metido en estas aguas turbulentas. Hace tiempo lo investigaron por un presunto caso de concusión, pero no lograron reunir los votos necesarios para prosperar la solicitud. Ahora, con el tema de la subasta y el apoyo incierto de Nueva República, la situación se pone aún más complicada. Este hombre es capaz de meterse en cualquier lío, diay.
La verdad, esta vainera de la subasta de frecuencias, sumada al intento de levantarle la inmunidad, pinta un panorama bastante complejo para el gobierno. ¿Será que el Presidente logró convencer a las radios evangélicas de apoyarlo, o Nueva República seguirá siendo la espada de Damocles pendiendo sobre su cabeza? ¿Creen que la Sutel está actuando correctamente con estos precios exorbitantes, o hay algo más oscuro detrás de todo esto?