¡Ay, ay, ay! Se armó el relajo en el mundo de las telefonías acá en Costa Rica. Resulta que la Sutel, esa institución que siempre da de qué hablar, le metió frenazo a la tan publicitada fusión entre Tigo y Liberty. Un golpe certero al mercado, vamos, pa' dejar a todos pensando qué onda.
Para ponerlos al día, la jugada era ambiciosa: Liberty Latin America y Millicom querían unir fuerzas para crear un gigante en el rubro de las telecomunicaciones. Se hablaba de inversiones millonarias, modernización de redes, y básicamente, darles un empujoncito a la conectividad de todos nosotros. El plan original era que Liberty, junto a sus socios, agarraran el 86% del pastel, mientras que Millicom, o sea Tigo, se quedaban con el 14%. Suena bien en teoría, ¿verdad?
Pero como todo en este país, había asteriscos. Después de varios meses de analizar la propuesta, la Sutel, con toda su solemnidad, decidió decirles “no pueden”. Y lo más raro es que aún no dan mucha luz sobre las razones específicas. Dicen que podría tener que ver con mantener la sana competencia y evitar que los usuarios se queden varados con precios altos o servicios de baja calidad. ¡Qué vara!
Liberty, claro, no tardó en protestar. Emitieron un comunicado lamentando la decisión y diciendo que van a apelar. Aseguran que hicieron todo legalmente y que confían en que las cosas puedan cambiar. “Seguimos siendo una compañía sólida y líder en el mercado”, dijeron, tratando de mantenerse optimistas pese al revés. Hasta anunciaron que van a seguir invirtiendo en la red 5G, aunque ahora con un poco menos de motivación, imagino. Parece que el brete se les complicó de repente.
Ahora, ustedes me dirán, ¿qué significa esto para nosotros, los usuarios? Bueno, la verdad es que genera incertidumbre. Habíamos puesto la esperanza en que esta fusión trajera mejoras significativas en la calidad del servicio y acceso a nuevas tecnologías. Imaginen tener internet más rápido y barato, ¡sería qué chiva! Pero ahora, parece que tendremos que esperar un poco más, o conformarnos con lo que tenemos.
Este tema también le pega al sector empresarial. Las pequeñas y medianas empresas dependemos mucho de una buena conexión para poder competir. Si las redes no avanzan, cómo vamos a crecer y ofrecer mejores productos y servicios. Esta decisión de la Sutel, aunque busca proteger al consumidor, también puede frenar el desarrollo económico del país. Una pena, la verdad.
Entre tanto, Tigo y Liberty tendrán que seguir batallando por el mercado por separado. Competir contra los demás operadores será más difícil sin la fuerza combinada de ambos gigantes. La cosa se puso más picante y ahora tocará ver quién logra conquistar a los clientes con mejores ofertas y tecnología de punta. De momento, la batalla continúa.
En fin, una movida inesperada que ha sacudido el escenario de las telecomunicaciones en Costa Rica. Ahora, díganme, ¿creen que la Sutel tomó la decisión correcta al frenar esta fusión? ¿O se perdieron la oportunidad de impulsar una verdadera revolución en la conectividad del país? ¡Den su opinión en el foro, quiero saber qué piensan mis panas!
Para ponerlos al día, la jugada era ambiciosa: Liberty Latin America y Millicom querían unir fuerzas para crear un gigante en el rubro de las telecomunicaciones. Se hablaba de inversiones millonarias, modernización de redes, y básicamente, darles un empujoncito a la conectividad de todos nosotros. El plan original era que Liberty, junto a sus socios, agarraran el 86% del pastel, mientras que Millicom, o sea Tigo, se quedaban con el 14%. Suena bien en teoría, ¿verdad?
Pero como todo en este país, había asteriscos. Después de varios meses de analizar la propuesta, la Sutel, con toda su solemnidad, decidió decirles “no pueden”. Y lo más raro es que aún no dan mucha luz sobre las razones específicas. Dicen que podría tener que ver con mantener la sana competencia y evitar que los usuarios se queden varados con precios altos o servicios de baja calidad. ¡Qué vara!
Liberty, claro, no tardó en protestar. Emitieron un comunicado lamentando la decisión y diciendo que van a apelar. Aseguran que hicieron todo legalmente y que confían en que las cosas puedan cambiar. “Seguimos siendo una compañía sólida y líder en el mercado”, dijeron, tratando de mantenerse optimistas pese al revés. Hasta anunciaron que van a seguir invirtiendo en la red 5G, aunque ahora con un poco menos de motivación, imagino. Parece que el brete se les complicó de repente.
Ahora, ustedes me dirán, ¿qué significa esto para nosotros, los usuarios? Bueno, la verdad es que genera incertidumbre. Habíamos puesto la esperanza en que esta fusión trajera mejoras significativas en la calidad del servicio y acceso a nuevas tecnologías. Imaginen tener internet más rápido y barato, ¡sería qué chiva! Pero ahora, parece que tendremos que esperar un poco más, o conformarnos con lo que tenemos.
Este tema también le pega al sector empresarial. Las pequeñas y medianas empresas dependemos mucho de una buena conexión para poder competir. Si las redes no avanzan, cómo vamos a crecer y ofrecer mejores productos y servicios. Esta decisión de la Sutel, aunque busca proteger al consumidor, también puede frenar el desarrollo económico del país. Una pena, la verdad.
Entre tanto, Tigo y Liberty tendrán que seguir batallando por el mercado por separado. Competir contra los demás operadores será más difícil sin la fuerza combinada de ambos gigantes. La cosa se puso más picante y ahora tocará ver quién logra conquistar a los clientes con mejores ofertas y tecnología de punta. De momento, la batalla continúa.
En fin, una movida inesperada que ha sacudido el escenario de las telecomunicaciones en Costa Rica. Ahora, díganme, ¿creen que la Sutel tomó la decisión correcta al frenar esta fusión? ¿O se perdieron la oportunidad de impulsar una verdadera revolución en la conectividad del país? ¡Den su opinión en el foro, quiero saber qué piensan mis panas!