¡Ay, Dios mío, qué bronca! La U va hecha un desastre, parece que vivimos en película de terror. Resulta que los estudiantes del TEC andan temblando porque han recibido unas amenazas de bomba por correo, ¡y eso que estamos a nada de empezar el semestre! La cosa está tan fea que ya hasta están pensando en parar las clases si no les dan bola.
Verás, el ambiente siempre ha sido medio tranquilo en el TEC, pero últimamente las cosas se pusieron feas. Según dicen, hay deficiencias en la seguridad, poca gente cuidando los campus y protocolos que no funcionan ni pa’ regalar. Además, el lugar es enorme, con caminos escondidos y rincones oscuros donde cualquier coso puede pasar. Imagínate, entre edificios y laboratorios, ¡es un laberinto!
Y no es solamente la falta de seguridad, sino también cómo reaccionaron cuando mandaron un correo avisando del peligro. Dicen que la evacuación fue un maje, con gente amontonada en lugares equivocados y sin saber bien qué hacer. ¡Parecía estampida! Algunos incluso comentan que el sistema de cámaras de seguridad no funciona bien y que casi nadie sabe cómo manejarlo en caso de emergencia. Un verdadero desmadre, diay.
Los estudiantes, cansados de esperar, le escribieron a la Rectora con una petición formal. Juntaron más de mil setecientas firmas, ¡una locura! Exigiendo refuerzo de seguridad en todos los campus, creando un plan de emergencias que funcione de verdad, y acondicionando los edificios para tener lugares seguros donde esconderse si llega el peor momento. También piden que pongan a trabajar la virtualidad, así pueden seguir estudiando desde casa hasta que todo esté seguro.
¿Te imaginas tener que estar pendiente de mirar por encima del hombro todo el tiempo? Pues eso es lo que sienten los estudiantes del TEC. Ya no se sienten cómodos ni seguros para ir a clase, y con razón. Muchos tienen miedo de lo que pueda pasar, especialmente porque saben que estas amenazas no son bromitas. La situación se puso tan grave que algunos padres están pidiendo a sus hijos que no vayan a la universidad hasta que las autoridades tomen cartas en el asunto.
Ahora, claro, la Rectoría dice que está tomando medidas y que se está evaluando la situación, pero los estudiantes no se conforman con promesas vacías. Quieren ver acciones concretas, resultados tangibles, ¡cosas que sí sirvan de algo! No quieren que les digan 'tranquilos' si saben que el peligro sigue ahí, acechando en cada esquina del campus. Ellos quieren garantías, compa, ¡garantías de que van a regresar a casa sanos y salvos!
Esto me recuerda a otros casos que hemos vivido en el país, ¿eh? Que nos damos cuenta que la seguridad en nuestras instituciones educativas necesita una revisión profunda. No podemos seguir esperando a que pase algo terrible para actuar. Tenemos que ponerle lomo al problema ahora mismo, antes de que alguien salga lastimado. Porque al final del día, la seguridad de nuestros jóvenes es responsabilidad de todos, tanto de las autoridades como de la sociedad en general. Que empiece la solución ya, porque estos estudiantes no esperan más.
Hablando en plata, ¿crees tú que la Universidad debería suspender las clases presenciales hasta que puedan garantizar la seguridad de los estudiantes, o deberían buscar otras soluciones temporales como aumentar la vigilancia y mejorar los protocolos de emergencia? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!
Verás, el ambiente siempre ha sido medio tranquilo en el TEC, pero últimamente las cosas se pusieron feas. Según dicen, hay deficiencias en la seguridad, poca gente cuidando los campus y protocolos que no funcionan ni pa’ regalar. Además, el lugar es enorme, con caminos escondidos y rincones oscuros donde cualquier coso puede pasar. Imagínate, entre edificios y laboratorios, ¡es un laberinto!
Y no es solamente la falta de seguridad, sino también cómo reaccionaron cuando mandaron un correo avisando del peligro. Dicen que la evacuación fue un maje, con gente amontonada en lugares equivocados y sin saber bien qué hacer. ¡Parecía estampida! Algunos incluso comentan que el sistema de cámaras de seguridad no funciona bien y que casi nadie sabe cómo manejarlo en caso de emergencia. Un verdadero desmadre, diay.
Los estudiantes, cansados de esperar, le escribieron a la Rectora con una petición formal. Juntaron más de mil setecientas firmas, ¡una locura! Exigiendo refuerzo de seguridad en todos los campus, creando un plan de emergencias que funcione de verdad, y acondicionando los edificios para tener lugares seguros donde esconderse si llega el peor momento. También piden que pongan a trabajar la virtualidad, así pueden seguir estudiando desde casa hasta que todo esté seguro.
¿Te imaginas tener que estar pendiente de mirar por encima del hombro todo el tiempo? Pues eso es lo que sienten los estudiantes del TEC. Ya no se sienten cómodos ni seguros para ir a clase, y con razón. Muchos tienen miedo de lo que pueda pasar, especialmente porque saben que estas amenazas no son bromitas. La situación se puso tan grave que algunos padres están pidiendo a sus hijos que no vayan a la universidad hasta que las autoridades tomen cartas en el asunto.
Ahora, claro, la Rectoría dice que está tomando medidas y que se está evaluando la situación, pero los estudiantes no se conforman con promesas vacías. Quieren ver acciones concretas, resultados tangibles, ¡cosas que sí sirvan de algo! No quieren que les digan 'tranquilos' si saben que el peligro sigue ahí, acechando en cada esquina del campus. Ellos quieren garantías, compa, ¡garantías de que van a regresar a casa sanos y salvos!
Esto me recuerda a otros casos que hemos vivido en el país, ¿eh? Que nos damos cuenta que la seguridad en nuestras instituciones educativas necesita una revisión profunda. No podemos seguir esperando a que pase algo terrible para actuar. Tenemos que ponerle lomo al problema ahora mismo, antes de que alguien salga lastimado. Porque al final del día, la seguridad de nuestros jóvenes es responsabilidad de todos, tanto de las autoridades como de la sociedad en general. Que empiece la solución ya, porque estos estudiantes no esperan más.
Hablando en plata, ¿crees tú que la Universidad debería suspender las clases presenciales hasta que puedan garantizar la seguridad de los estudiantes, o deberían buscar otras soluciones temporales como aumentar la vigilancia y mejorar los protocolos de emergencia? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!
