Creo que se le puede tomar el gusto. Muchos factores influyen: las experiencias sociales, la madurez, la educación, la libertad... En fin, siempre que la persona se sienta cómoda y también las personas con quienes se relaciona, que haya diálogo y un compromiso de respeto, debería poder disfrutarse. En mi caso, basado en todo lo anterior, descubrí que soy bisexual y me siento bien con ello.