¡Aguante! La diputada Pilar Cisneros soltó unas verdades de cajón en sus redes sociales justo para cerrar el año, y eso ha encendido todas las alarmas en la política nacional. La jefa del oficialismo va directo al grano: 2026 será el momento de ajustar cuentas, especialmente si el chavismo intenta mantener el control.
Según Cisneros, la figura de Rodrigo Chaves, amado u odiado, sí le dio un buen sacudidazo a la política costaricense. Dice que el mae despertó a un país que ya estaba medio dormido y resignado a cualquier cosa. Un poco exagerado, ¿verdad?, pero hay que reconocer que el señor Chaves sabe cómo meterse en la piel a la gente, aunque sea para irritarlos.
Pero ahí no quedó la cosa. La diputada también echó pestes por la falta de políticos corruptos tras las rejas. Una crítica dura, porque vamos, todos sabemos que hay cositas turbias rondando por ahí. Y luego se metió con los magistrados de la Corte, acusándolos de tener salarios altísimos, no rendir cuentas y poder renovarse en el puesto hasta morir. ¡Uy, qué puntillazos!
Cisneros, que siempre anda buscando apoyo para su partido, pide ahora mismo 40 diputados oficialistas para el próximo gobierno. Promete transformar el país, crear una “tercera república” sin balas ni violencia, convertirnos en el ejemplo de eficiencia democrática en toda la región. Suena bonito, ¿eh? Pero a ver si de plano lo logran.
Y claro, no podía faltar el llamado a la gente para que vayan a votar con confianza. Insiste en que los problemas de la democracia solo se solucionan con... ¡más democracia! Como diciendo “voten por nosotros, que nosotros sabemos cómo arreglarlo”. A veces da la sensación de que nos toman un poco por panchitos, pero bueno, así es la política, diay.
Lo más picante de todo fue la amenaza final: “La sentencia popular llegará si o si el 1 de febrero del 2026, cuando un pueblo despierto pase la factura por traición a la patria, por los robos descarados, los privilegios inmorales y por las falsas promesas”. Eso suena a advertencia seria, a echarle la bronca a quienes creen que se pueden llevar todo a sus bolsillos sin que nadie les diga nada. Qué bochornito!
Ahora bien, debemos recordar que Cisneros hace estas declaraciones en víspera de fin de año. La presión mediática es alta, y los políticos suelen recurrir a mensajes contundentes para captar la atención y movilizar a sus bases. ¿Será que está exagerando para generar expectativa? ¿O realmente cree que estamos al borde de una crisis? El tiempo lo dirá, compas. Esta vaineta tiene tela, créanme.
En fin, esta declaración de Cisneros abre un panorama interesante para el 2026. Con elecciones presidenciales y legislativas a la vuelta de la esquina, y con la sombra del chavismo acechando, la política costarricense se pone candela. ¿Creen ustedes que la promesa de una ‘tercera república’ es realista o solo es otra campaña llena de promesas vacías? ¿Les parece justo el señalamiento de Cisneros hacia los magistrados de la Corte?
Según Cisneros, la figura de Rodrigo Chaves, amado u odiado, sí le dio un buen sacudidazo a la política costaricense. Dice que el mae despertó a un país que ya estaba medio dormido y resignado a cualquier cosa. Un poco exagerado, ¿verdad?, pero hay que reconocer que el señor Chaves sabe cómo meterse en la piel a la gente, aunque sea para irritarlos.
Pero ahí no quedó la cosa. La diputada también echó pestes por la falta de políticos corruptos tras las rejas. Una crítica dura, porque vamos, todos sabemos que hay cositas turbias rondando por ahí. Y luego se metió con los magistrados de la Corte, acusándolos de tener salarios altísimos, no rendir cuentas y poder renovarse en el puesto hasta morir. ¡Uy, qué puntillazos!
Cisneros, que siempre anda buscando apoyo para su partido, pide ahora mismo 40 diputados oficialistas para el próximo gobierno. Promete transformar el país, crear una “tercera república” sin balas ni violencia, convertirnos en el ejemplo de eficiencia democrática en toda la región. Suena bonito, ¿eh? Pero a ver si de plano lo logran.
Y claro, no podía faltar el llamado a la gente para que vayan a votar con confianza. Insiste en que los problemas de la democracia solo se solucionan con... ¡más democracia! Como diciendo “voten por nosotros, que nosotros sabemos cómo arreglarlo”. A veces da la sensación de que nos toman un poco por panchitos, pero bueno, así es la política, diay.
Lo más picante de todo fue la amenaza final: “La sentencia popular llegará si o si el 1 de febrero del 2026, cuando un pueblo despierto pase la factura por traición a la patria, por los robos descarados, los privilegios inmorales y por las falsas promesas”. Eso suena a advertencia seria, a echarle la bronca a quienes creen que se pueden llevar todo a sus bolsillos sin que nadie les diga nada. Qué bochornito!
Ahora bien, debemos recordar que Cisneros hace estas declaraciones en víspera de fin de año. La presión mediática es alta, y los políticos suelen recurrir a mensajes contundentes para captar la atención y movilizar a sus bases. ¿Será que está exagerando para generar expectativa? ¿O realmente cree que estamos al borde de una crisis? El tiempo lo dirá, compas. Esta vaineta tiene tela, créanme.
En fin, esta declaración de Cisneros abre un panorama interesante para el 2026. Con elecciones presidenciales y legislativas a la vuelta de la esquina, y con la sombra del chavismo acechando, la política costarricense se pone candela. ¿Creen ustedes que la promesa de una ‘tercera república’ es realista o solo es otra campaña llena de promesas vacías? ¿Les parece justo el señalamiento de Cisneros hacia los magistrados de la Corte?
