¡Ay, Dios mío! La tristeza nos invade esta noche con el descubrimiento del tercer cuerpo en las playas de Esterillos, específicamente en la zona Oeste de Parrita. Ya ni qué decir, esto se puso bien feo. Según confirmaron desde la Cruz Roja Costarricense, encontraron al final de la tarde de ayer al último de los desaparecidos tras la oleada monstruosa que azotó la costa el fin de semana pasado. Parece que el mar quiso llevárselo todo.
Todo empezó este sábado, cuando una ola descomunal sacudió la tranquilidad de Esterillos Este, arrastrando consigo a varias personas. Enseguida los socorristas llegaron al llamado de auxilio y rescataron a dos adultos, quienes aunque golpeados, estaban fuera de peligro. Pero la esperanza se atenuó rápidamente, porque quedaba un desaparecido, uno que parecía haberse esfumado entre las olas bravas. La búsqueda se intensificó durante toda la tarde y noche, con la esperanza de encontrarlo con vida.
Las autoridades indicaron que ingresó un reporte al 9-1-1 alertando sobre un cuerpo flotando cerca de algunos hoteles de Esterillos Oeste. Inmediatamente se desplegó una unidad de soporte vital y se coordinó con los familiares de la persona desaparecida para realizar la identificación formal. Esto, imagínense la angustia de la familia esperando noticias... Qué vara tan pesada, ¿verdad?
Después de algunas horas de tensión y espera, la peor noticia llegó: los familiares confirmaron que el cuerpo encontrado era efectivamente el del hombre desaparecido. La Fuerza Pública y las autoridades judiciales tomaron control de la escena para proceder con el respectivo levantamiento del cadáver. Se hizo lo que se pudo, pero el desenlace fue lamentablemente fatal. Una pérdida irreparable para esas familias.
Este nuevo incidente eleva a tres el número de víctimas mortales relacionadas con las fuertes corrientes registradas en las playas del Pacífico Central durante estos días feriados. Recordemos que hace poco falleció un turista estadounidense en Cóbano, también producto de ahogamiento. Esto nos obliga a reflexionar sobre la importancia de la seguridad en nuestras costas y la necesidad de redoblar esfuerzos para prevenir tragedias similares. ¡Esto sí es cargar!
¿Será que tenemos que ponerle más atención a la prevención y concientización sobre los peligros del mar? Muchos turistas vienen pensando que están en piscina, y se meten sin darse cuenta de la fuerza de la naturaleza. Las condiciones climáticas han sido irregulares, con alertas naranja y rojas constantes, pero parece que muchos no le toman caso. ¡Qué pena, me da rabia decirlo! Necesitamos campañas más efectivas, y también mayor presencia de salvavidas en todas las playas concurridas.
Además, la infraestructura de las playas necesita mejoras urgentes. Señalización clara sobre las zonas peligrosas, boyas delimitadoras, y acceso fácil a los servicios de emergencia son elementos esenciales. No podemos seguir esperando a que ocurran desgracias para actuar. El turismo es importante para nuestra economía, pero no puede ir a expensas de la seguridad humana. Hay que hacer las cosas bien, con cabeza fría y responsabilidad.
Este fin de semana ha dejado un sabor amargo en boca. Tres vidas truncadas por la furia del mar, familias destrozadas, y una comunidad entera consternada. Pensando en todo esto, ¿ustedes creen que debería haber sanciones más severas para los propietarios de negocios turísticos que no cumplen con las medidas de seguridad básica en sus establecimientos, o que promueven actividades riesgosas en condiciones inseguras?
Todo empezó este sábado, cuando una ola descomunal sacudió la tranquilidad de Esterillos Este, arrastrando consigo a varias personas. Enseguida los socorristas llegaron al llamado de auxilio y rescataron a dos adultos, quienes aunque golpeados, estaban fuera de peligro. Pero la esperanza se atenuó rápidamente, porque quedaba un desaparecido, uno que parecía haberse esfumado entre las olas bravas. La búsqueda se intensificó durante toda la tarde y noche, con la esperanza de encontrarlo con vida.
Las autoridades indicaron que ingresó un reporte al 9-1-1 alertando sobre un cuerpo flotando cerca de algunos hoteles de Esterillos Oeste. Inmediatamente se desplegó una unidad de soporte vital y se coordinó con los familiares de la persona desaparecida para realizar la identificación formal. Esto, imagínense la angustia de la familia esperando noticias... Qué vara tan pesada, ¿verdad?
Después de algunas horas de tensión y espera, la peor noticia llegó: los familiares confirmaron que el cuerpo encontrado era efectivamente el del hombre desaparecido. La Fuerza Pública y las autoridades judiciales tomaron control de la escena para proceder con el respectivo levantamiento del cadáver. Se hizo lo que se pudo, pero el desenlace fue lamentablemente fatal. Una pérdida irreparable para esas familias.
Este nuevo incidente eleva a tres el número de víctimas mortales relacionadas con las fuertes corrientes registradas en las playas del Pacífico Central durante estos días feriados. Recordemos que hace poco falleció un turista estadounidense en Cóbano, también producto de ahogamiento. Esto nos obliga a reflexionar sobre la importancia de la seguridad en nuestras costas y la necesidad de redoblar esfuerzos para prevenir tragedias similares. ¡Esto sí es cargar!
¿Será que tenemos que ponerle más atención a la prevención y concientización sobre los peligros del mar? Muchos turistas vienen pensando que están en piscina, y se meten sin darse cuenta de la fuerza de la naturaleza. Las condiciones climáticas han sido irregulares, con alertas naranja y rojas constantes, pero parece que muchos no le toman caso. ¡Qué pena, me da rabia decirlo! Necesitamos campañas más efectivas, y también mayor presencia de salvavidas en todas las playas concurridas.
Además, la infraestructura de las playas necesita mejoras urgentes. Señalización clara sobre las zonas peligrosas, boyas delimitadoras, y acceso fácil a los servicios de emergencia son elementos esenciales. No podemos seguir esperando a que ocurran desgracias para actuar. El turismo es importante para nuestra economía, pero no puede ir a expensas de la seguridad humana. Hay que hacer las cosas bien, con cabeza fría y responsabilidad.
Este fin de semana ha dejado un sabor amargo en boca. Tres vidas truncadas por la furia del mar, familias destrozadas, y una comunidad entera consternada. Pensando en todo esto, ¿ustedes creen que debería haber sanciones más severas para los propietarios de negocios turísticos que no cumplen con las medidas de seguridad básica en sus establecimientos, o que promueven actividades riesgosas en condiciones inseguras?
