¡Ay, Dios mío! Esto sí que te deja helao, mae. Esta mañana, Zapote amaneció con una noticia que nadie quería escuchar: un incendio arrasó varias casas, dejando atrás una escena desgarradora con cuatro personas fallecidas. Tres angelitos y una adulta, ¡qué bronca!
Lo que empezó como un reporte de fuego a eso de las 10:35 a.m., terminó siendo una pesadilla para vecinos y autoridades. Según los primeros informes, el fuego se originó en una residencia en zona rural de Zapote y se propagó rápidamente a otras dos viviendas y una ebanistería cercana. Los bomberos, esos luchadores, se movilizaron a toda marcha para intentar controlar la situación, pero ya era muy tarde.
Testigos de la tragedia, incluyendo un tío de dos de las niñas, relatan que las pequeñas, oriundas de Desamparados, habían ido a pasar unas vacaciones con su amiga. Una oportunidad para divertirse que se convirtió en una pérdida irreparable. Contaban que estaban disfrutando de estos días libres escolares, ajenas a la oscuridad que les esperaba. ¡Cómo duele pensar en esto!
Luis Salas, el director operativo de Bomberos, nos contó que al llegar al lugar encontraron una vivienda totalmente envuelta en llamas. “Dentro, lamentablemente, encontramos los cuerpos de tres menores de edad, de 3, 5 y 9 años, y el de una mujer adulta, de entre 25 y 30 años, quien aparentemente cuidaba a la niña residente”. Un panorama dantesco, señores, realmente impactante.
El cuerpo de bomberos sigue investigando las causas del incendio, aunque aún no hay conclusiones definitivas. Algunos especulan con un posible cortocircuito, mientras que otros apuntan a posibles fallas eléctricas. Lo cierto es que necesitamos urgentemente revisar las medidas de seguridad en nuestros hogares, porque esto no puede seguir pasando. La prevención es clave, vamos a darle importancia, por favor.
Pero esto no es un caso aislado, diay. En lo que va del año, Costa Rica ha sido sacudida por varios incendios con consecuencias fatales. Recordemos el terrible incendio en Desamparados en julio pasado, donde también perdieron la vida tres niños y una mujer. Y no olvidemos el fatal accidente en el Hotel Oriente en San José, en octubre, que dejó cinco adultos sin vida. Parece que estamos viviendo una ola de tragedias relacionadas con el fuego.
Si miramos las estadísticas, el año 2025 se perfila como uno de los peores en cuanto a fallecimientos por incendios desde 2018. Desde entonces, hemos perdido más de 241 vidas en estas terribles situaciones. 2018 tuvo 31, 2019 bajó a 15, luego 14 en 2020, 15 en 2021, una ligera mejora en 2022 con 8, 9 en 2023, y ahora, con 15 hasta la fecha en 2024, sumando las cuatro víctimas de hoy... ¡Qué sal! La estadística pinta sombrío.
Esta tragedia en Zapote nos obliga a reflexionar profundamente sobre la necesidad de mejorar nuestras prácticas de seguridad contra incendios, tanto a nivel individual como comunitario. ¿Qué medidas podemos tomar, como ciudadanos, para prevenir futuros accidentes similares? ¿Deberíamos exigir mayores controles a los propietarios de edificios y residencias particulares? Compartan sus ideas y propuestas en el foro, vamos a ver si juntos podemos encontrar soluciones para evitar que otra familia viva esta horrible experiencia.
Lo que empezó como un reporte de fuego a eso de las 10:35 a.m., terminó siendo una pesadilla para vecinos y autoridades. Según los primeros informes, el fuego se originó en una residencia en zona rural de Zapote y se propagó rápidamente a otras dos viviendas y una ebanistería cercana. Los bomberos, esos luchadores, se movilizaron a toda marcha para intentar controlar la situación, pero ya era muy tarde.
Testigos de la tragedia, incluyendo un tío de dos de las niñas, relatan que las pequeñas, oriundas de Desamparados, habían ido a pasar unas vacaciones con su amiga. Una oportunidad para divertirse que se convirtió en una pérdida irreparable. Contaban que estaban disfrutando de estos días libres escolares, ajenas a la oscuridad que les esperaba. ¡Cómo duele pensar en esto!
Luis Salas, el director operativo de Bomberos, nos contó que al llegar al lugar encontraron una vivienda totalmente envuelta en llamas. “Dentro, lamentablemente, encontramos los cuerpos de tres menores de edad, de 3, 5 y 9 años, y el de una mujer adulta, de entre 25 y 30 años, quien aparentemente cuidaba a la niña residente”. Un panorama dantesco, señores, realmente impactante.
El cuerpo de bomberos sigue investigando las causas del incendio, aunque aún no hay conclusiones definitivas. Algunos especulan con un posible cortocircuito, mientras que otros apuntan a posibles fallas eléctricas. Lo cierto es que necesitamos urgentemente revisar las medidas de seguridad en nuestros hogares, porque esto no puede seguir pasando. La prevención es clave, vamos a darle importancia, por favor.
Pero esto no es un caso aislado, diay. En lo que va del año, Costa Rica ha sido sacudida por varios incendios con consecuencias fatales. Recordemos el terrible incendio en Desamparados en julio pasado, donde también perdieron la vida tres niños y una mujer. Y no olvidemos el fatal accidente en el Hotel Oriente en San José, en octubre, que dejó cinco adultos sin vida. Parece que estamos viviendo una ola de tragedias relacionadas con el fuego.
Si miramos las estadísticas, el año 2025 se perfila como uno de los peores en cuanto a fallecimientos por incendios desde 2018. Desde entonces, hemos perdido más de 241 vidas en estas terribles situaciones. 2018 tuvo 31, 2019 bajó a 15, luego 14 en 2020, 15 en 2021, una ligera mejora en 2022 con 8, 9 en 2023, y ahora, con 15 hasta la fecha en 2024, sumando las cuatro víctimas de hoy... ¡Qué sal! La estadística pinta sombrío.
Esta tragedia en Zapote nos obliga a reflexionar profundamente sobre la necesidad de mejorar nuestras prácticas de seguridad contra incendios, tanto a nivel individual como comunitario. ¿Qué medidas podemos tomar, como ciudadanos, para prevenir futuros accidentes similares? ¿Deberíamos exigir mayores controles a los propietarios de edificios y residencias particulares? Compartan sus ideas y propuestas en el foro, vamos a ver si juntos podemos encontrar soluciones para evitar que otra familia viva esta horrible experiencia.
