¡Ay, papá Dios! Qué pesar, raza. La carretera nos sigue dando golpes duros. Esta vez, la tragedia llegó hasta Cartago, dejando a una familia hecha pedazos. Un muchacho de apenas veinte años, identificado como Kevin Robleto, dejó de existir ayer por la madrugada luego de un encontronazo tremendo entre una motocicleta y un tráiler en el sector de Molino, en la ruta occidental.
Según los primeros reportes de la Cruz Roja, el accidente ocurrió alrededor de las cuatro y media de la mañana de este martes. Imagínate la hora, gente trabajadora camino al brete, y esto pasa. Se habla de una colisión frontal, un golpe brutal que mandó al pobre Kevin a varios metros de distancia. Al principio, la información era escasa, solo algunos mensajes corriendo en grupos de WhatsApp, pero ya se podía sentir el ambiente cargado de tristeza.
En redes sociales, como siempre, apareció un video del momento exacto del choque. No sé yo si es necesario revivir esas imágenes, a veces es más doloroso que ver las noticias directamente. Pero bueno, así estamos, todo se graba y se comparte. Lo que sí es cierto es que la Policía de Transito tuvo que cerrar la carretera por varias horas mientras hacían el levantamiento del cuerpo y regulaban el tráfico. Un verdadero embotellamiento, mándale saludos a los conductores atascados, seguro estaban bien cabreados.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) tomó cartas en el asunto y confirmó oficialmente la muerte de Kevin Robleto en el Hospital Max Peralta, donde había sido trasladado de urgencia después del impacto. Hasta el momento, las investigaciones siguen abiertas para determinar exactamente qué pasó. Se desconocen los motivos del accidente, si hubo exceso de velocidad, si influyó algún factor externo... Todavía hay muchas preguntas flotando en el aire.
Lo que sí sabemos es que Kevin era un muchacho trabajador, conocido en el barrio por su amabilidad y su sonrisa fácil. Trabajaba en una ferretería cerca de la escuela, ayudando a mantener a su madre y a su hermana menor. Ahora, toda esa alegría se ha apagado, dejando un vacío inmenso en sus corazones. Uno no sabe cómo afrontar estas situaciones, te hierve la sangre pensar que un instante puede cambiarlo todo.
Este tipo de accidentes, lamentablemente, son demasiado comunes en nuestras carreteras. Falta de señalización adecuada, baches, imprudencia al volante… es una combinación peligrosa que termina cobrando vidas inocentes. Hay que exigir mayores controles, campañas de concientización y, sobre todo, que todos tomemos conciencia de la importancia de conducir con responsabilidad. No se trata solo de llegar rápido a destino, sino de hacerlo de forma segura.
Y hablando de seguridad vial, ¿quién está dispuesto a asumir la responsabilidad por estas tragedias? ¿Es culpa del conductor del tráiler? ¿De las condiciones de la carretera? ¿O simplemente somos víctimas de nuestro propio descuido? Necesitamos soluciones integrales que aborden todas las causas posibles. Porque así, con parches y medidas aisladas, seguiremos viendo estas noticias desgarradoras una y otra vez. ¡Qué sal!
La pérdida de Kevin es una puñalada al corazón de toda la comunidad cartagüeña. Nos deja pensando en la fragilidad de la vida y en la importancia de valorar cada momento. Entonces, me pregunto, raza: ¿qué medidas crees que debemos implementar URGENTEMENTE para reducir drásticamente los accidentes de tránsito en Costa Rica y evitar que otras familias tengan que vivir este dolor tan profundo?
Según los primeros reportes de la Cruz Roja, el accidente ocurrió alrededor de las cuatro y media de la mañana de este martes. Imagínate la hora, gente trabajadora camino al brete, y esto pasa. Se habla de una colisión frontal, un golpe brutal que mandó al pobre Kevin a varios metros de distancia. Al principio, la información era escasa, solo algunos mensajes corriendo en grupos de WhatsApp, pero ya se podía sentir el ambiente cargado de tristeza.
En redes sociales, como siempre, apareció un video del momento exacto del choque. No sé yo si es necesario revivir esas imágenes, a veces es más doloroso que ver las noticias directamente. Pero bueno, así estamos, todo se graba y se comparte. Lo que sí es cierto es que la Policía de Transito tuvo que cerrar la carretera por varias horas mientras hacían el levantamiento del cuerpo y regulaban el tráfico. Un verdadero embotellamiento, mándale saludos a los conductores atascados, seguro estaban bien cabreados.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) tomó cartas en el asunto y confirmó oficialmente la muerte de Kevin Robleto en el Hospital Max Peralta, donde había sido trasladado de urgencia después del impacto. Hasta el momento, las investigaciones siguen abiertas para determinar exactamente qué pasó. Se desconocen los motivos del accidente, si hubo exceso de velocidad, si influyó algún factor externo... Todavía hay muchas preguntas flotando en el aire.
Lo que sí sabemos es que Kevin era un muchacho trabajador, conocido en el barrio por su amabilidad y su sonrisa fácil. Trabajaba en una ferretería cerca de la escuela, ayudando a mantener a su madre y a su hermana menor. Ahora, toda esa alegría se ha apagado, dejando un vacío inmenso en sus corazones. Uno no sabe cómo afrontar estas situaciones, te hierve la sangre pensar que un instante puede cambiarlo todo.
Este tipo de accidentes, lamentablemente, son demasiado comunes en nuestras carreteras. Falta de señalización adecuada, baches, imprudencia al volante… es una combinación peligrosa que termina cobrando vidas inocentes. Hay que exigir mayores controles, campañas de concientización y, sobre todo, que todos tomemos conciencia de la importancia de conducir con responsabilidad. No se trata solo de llegar rápido a destino, sino de hacerlo de forma segura.
Y hablando de seguridad vial, ¿quién está dispuesto a asumir la responsabilidad por estas tragedias? ¿Es culpa del conductor del tráiler? ¿De las condiciones de la carretera? ¿O simplemente somos víctimas de nuestro propio descuido? Necesitamos soluciones integrales que aborden todas las causas posibles. Porque así, con parches y medidas aisladas, seguiremos viendo estas noticias desgarradoras una y otra vez. ¡Qué sal!
La pérdida de Kevin es una puñalada al corazón de toda la comunidad cartagüeña. Nos deja pensando en la fragilidad de la vida y en la importancia de valorar cada momento. Entonces, me pregunto, raza: ¿qué medidas crees que debemos implementar URGENTEMENTE para reducir drásticamente los accidentes de tránsito en Costa Rica y evitar que otras familias tengan que vivir este dolor tan profundo?