¡Ay, Dios mío! El TSE le dio una patada en el trasero a varios aspirantes políticos. Resulta que, tras revisar a montones de gente que quiere llegar a la Asamblea, le dijeron adiós a 96 candidatos. ¡Un buen paquetón! Parece que algunos no entendieron bien cómo jugar el juego de cumplir las reglas, y ahora se quedaron viendo las elecciones desde la banca.
El Tribunal Supremos de Elecciones (TSE), ahí andaban haciendo limpieza, revisando todas esas pilas de papeles que entraron para las elecciones nacionales del 2026. De unos 1365 aspirantes de diferentes partidos – bueno, más bien de muchos partidos, porque la fragmentación política parece que sigue viva – aceptaron alrededor de 1269. Eso sí, con un filtro bastante riguroso, porque, como dice el dicho, ‘quien quiere celeste, que se esfuerce’.
¿Y qué pasó con esos 96 que no lograron entrar? Bueno, según nos dicen los del TSE, la mayoría se equivocaron en la paridad de género. Ahí hay que ponerle atención, porque la ley es clara al respecto. Pero también hubo otros descuidos garrafales, como presentar personas que todavía no tenían los 10 años de nacionalidad necesarios. ¡Imagínate eso, querer ser diputado sin tener el tiempo suficiente de ser catracho!
Además, hubo casos más curiosos, como el del Partido Integración Nacional (PIN). Ese partido, al parecer, tuvo un lapsus memory y olvidó poner las biografías y fotos de algunos de sus candidatos. ¡Un descuido monumental! Gerardo Abarca, el director del Registro Electoral, comentó que solo tres presentaron recursos contra el rechazo, y esos están en manos de los magistrados. A ver si logran revertir la decisión, aunque yo creo que tendrán que ponerse las pilas y corregir esos errores.
Si analizamos esto con calma, vemos que hay menos candidatos que en las elecciones del 2022. ¡Eso suena bien, verdad!? Menos opciones, quizás más fácil elegir. Pero ojo, porque aunque se han puesto esfuerzos en la paridad, todavía existe una brecha importante entre hombres y mujeres en los puestos más importantes. Mientras que el número total de candidatos está casi igualado, los hombres siguen liderando las papeletas provinciales. Hay que seguir luchando para lograr una representación equitativa.
Pero no todo fue purga de candidatos. El TSE también dio luz verde a siete empresas para hacer encuestas políticas durante la campaña. Ya tenemos OPOL Consultores, Borge VGBG Grupo Consultor, CID Gallup, CIEP-UCR, IDESPO-UNA, Investigaciones Psicosociales y la Universidad Latina de Costa Rica listos para medir el pulso de la nación. Tres otras están esperando aprobación y una ni siquiera pasó el filtro inicial. ¡Parece que habrá competencia para ver quién predice mejor los resultados!
Ah, y recuerden bien esto, porque el TSE lo dejó clarísimo: a partir del 28 de enero de 2026, ¡prohibido publicar encuestas! No importa si es en televisión, radio, periódico o redes sociales. Tres días antes de la elección y el día de la votación, silencio absoluto. Quieren evitar cualquier influencia indebida y asegurar que la gente vote con base en información objetiva. Dicen que cada empresa debe entregar una ficha técnica del estudio y una declaración jurada de un estadístico. ¡Que no haya tramascas con los números!
En fin, este proceso electoral pinta interesante, con menos candidatos, pero aún con desafíos pendientes en cuanto a la igualdad de género. Las encuestas estarán presentes, pero con reglas claras. Ahora me pregunto, ¿cree usted que esta reducción en el número de candidatos facilitará la toma de decisiones del electorado o simplemente concentrará el poder en menos manos? ¡Compártame su opinión en el foro!
El Tribunal Supremos de Elecciones (TSE), ahí andaban haciendo limpieza, revisando todas esas pilas de papeles que entraron para las elecciones nacionales del 2026. De unos 1365 aspirantes de diferentes partidos – bueno, más bien de muchos partidos, porque la fragmentación política parece que sigue viva – aceptaron alrededor de 1269. Eso sí, con un filtro bastante riguroso, porque, como dice el dicho, ‘quien quiere celeste, que se esfuerce’.
¿Y qué pasó con esos 96 que no lograron entrar? Bueno, según nos dicen los del TSE, la mayoría se equivocaron en la paridad de género. Ahí hay que ponerle atención, porque la ley es clara al respecto. Pero también hubo otros descuidos garrafales, como presentar personas que todavía no tenían los 10 años de nacionalidad necesarios. ¡Imagínate eso, querer ser diputado sin tener el tiempo suficiente de ser catracho!
Además, hubo casos más curiosos, como el del Partido Integración Nacional (PIN). Ese partido, al parecer, tuvo un lapsus memory y olvidó poner las biografías y fotos de algunos de sus candidatos. ¡Un descuido monumental! Gerardo Abarca, el director del Registro Electoral, comentó que solo tres presentaron recursos contra el rechazo, y esos están en manos de los magistrados. A ver si logran revertir la decisión, aunque yo creo que tendrán que ponerse las pilas y corregir esos errores.
Si analizamos esto con calma, vemos que hay menos candidatos que en las elecciones del 2022. ¡Eso suena bien, verdad!? Menos opciones, quizás más fácil elegir. Pero ojo, porque aunque se han puesto esfuerzos en la paridad, todavía existe una brecha importante entre hombres y mujeres en los puestos más importantes. Mientras que el número total de candidatos está casi igualado, los hombres siguen liderando las papeletas provinciales. Hay que seguir luchando para lograr una representación equitativa.
Pero no todo fue purga de candidatos. El TSE también dio luz verde a siete empresas para hacer encuestas políticas durante la campaña. Ya tenemos OPOL Consultores, Borge VGBG Grupo Consultor, CID Gallup, CIEP-UCR, IDESPO-UNA, Investigaciones Psicosociales y la Universidad Latina de Costa Rica listos para medir el pulso de la nación. Tres otras están esperando aprobación y una ni siquiera pasó el filtro inicial. ¡Parece que habrá competencia para ver quién predice mejor los resultados!
Ah, y recuerden bien esto, porque el TSE lo dejó clarísimo: a partir del 28 de enero de 2026, ¡prohibido publicar encuestas! No importa si es en televisión, radio, periódico o redes sociales. Tres días antes de la elección y el día de la votación, silencio absoluto. Quieren evitar cualquier influencia indebida y asegurar que la gente vote con base en información objetiva. Dicen que cada empresa debe entregar una ficha técnica del estudio y una declaración jurada de un estadístico. ¡Que no haya tramascas con los números!
En fin, este proceso electoral pinta interesante, con menos candidatos, pero aún con desafíos pendientes en cuanto a la igualdad de género. Las encuestas estarán presentes, pero con reglas claras. Ahora me pregunto, ¿cree usted que esta reducción en el número de candidatos facilitará la toma de decisiones del electorado o simplemente concentrará el poder en menos manos? ¡Compártame su opinión en el foro!