¡Ay, Dios mío! ¿Se imaginan? Tenemos acumulados unos ¢15,9 billones en los bancos. Sí, así como lo leo, casi dieciséis billones guardaditos. Según la Asociación Bancaria Costarricense (ABC), basados en números de la Sugef, estamos prácticamente bañados en plata, o al menos, en depósitos bancarios.
Esto salió a la luz con la celebración del Día Mundial del Ahorro, que cae justo el 31 de octubre, ¡conveniente! Nos recuerdan que debemos seguir poniendo billetes debajo del colchón… bueno, en realidad en cuentas bancarias, pero ya ven la idea. Y pa’ que les quede claro, esto es muchísima lana. Comparándolo con el PBI, es una cifra que da qué pensar cómo estamos manejando nuestros bretes.
De esos ¢15,9 billones, el 64%, ¡una chimba!, son en moneda nacional –colones–. Eso significa que le estamos dando bastante apoyo a la liquidez interna. El resto, el 36%, está en divisas, principalmente dólares, porque siempre hay que tener un chunche pa’ las emergencias, ¿verdad, mae?
Si nos metemos a los tipos de ahorro, encontramos que ¢6,4 billones están disponibles a la vista –para sacar cuando te urge comprar unas zapas nuevas o ir al restaurante– y unos impresionantes ¢9,5 billones están captados a plazo. Eso demuestra que muchos de nosotros, aunque queramos gastarnos la plata, pensamos en el futuro y preferimos dejarla crecer un ratito con algún rendimiento.
Lo interesante es que, ajustando por la inflación y el tipo de cambio, el ahorro total ha crecido un 4% respecto al año pasado, ¡y un 30% en los últimos cinco años! Esto realmente habla de una confianza sostenida en el sistema bancario, pese a todos los desafíos económicos que hemos enfrentado. Parece que el bicho sigue caminando y la gente sigue buscando maneras de asegurar su futuro financiero.
Daniela Gutiérrez, la economista de la ABC, lo puso clarito: “Refleja una tendencia positiva en la gestión financiera de las familias”. Aunque haya problemas por ahí, seguimos reservando una varita de nuestro sueldo para metas futuras o pa’ cuando nos toque un chapucazo. Pa' tener para la jubilación, pa’ pagar la educación de los nietos... ¡lo que sea!
Además, parece que la estabilidad cambiaria y las tasas de interés están jugando a nuestro favor. Más gente prefiere guardar en colones porque es más seguro y fácil de administrar. Y eso que la tecnología ha avanzado un montón, ahora podemos estar revisando nuestras cuentas desde donde estemos, ¡qué chiva es eso! Ya no tenemos que irnos a la sucursal, ahora todo está en el celular.
Así que, ahorremas, fíjense bien. Ahorrar es como sembrar para cosechar, como dicen por ahí. Incluso si es poquito, constante, ayuda a evitar endeudamientos innecesarios y a estar tranquilos ante cualquier eventualidad. ¡Es una inversión en tranquilidad y libertad financiera, compas! Ahora dime tú, ¿pa’ qué estás ahorrando tú? ¿Te vas a comprar un carro, una casa, o simplemente quieres sentirte más seguro económicamente?
Esto salió a la luz con la celebración del Día Mundial del Ahorro, que cae justo el 31 de octubre, ¡conveniente! Nos recuerdan que debemos seguir poniendo billetes debajo del colchón… bueno, en realidad en cuentas bancarias, pero ya ven la idea. Y pa’ que les quede claro, esto es muchísima lana. Comparándolo con el PBI, es una cifra que da qué pensar cómo estamos manejando nuestros bretes.
De esos ¢15,9 billones, el 64%, ¡una chimba!, son en moneda nacional –colones–. Eso significa que le estamos dando bastante apoyo a la liquidez interna. El resto, el 36%, está en divisas, principalmente dólares, porque siempre hay que tener un chunche pa’ las emergencias, ¿verdad, mae?
Si nos metemos a los tipos de ahorro, encontramos que ¢6,4 billones están disponibles a la vista –para sacar cuando te urge comprar unas zapas nuevas o ir al restaurante– y unos impresionantes ¢9,5 billones están captados a plazo. Eso demuestra que muchos de nosotros, aunque queramos gastarnos la plata, pensamos en el futuro y preferimos dejarla crecer un ratito con algún rendimiento.
Lo interesante es que, ajustando por la inflación y el tipo de cambio, el ahorro total ha crecido un 4% respecto al año pasado, ¡y un 30% en los últimos cinco años! Esto realmente habla de una confianza sostenida en el sistema bancario, pese a todos los desafíos económicos que hemos enfrentado. Parece que el bicho sigue caminando y la gente sigue buscando maneras de asegurar su futuro financiero.
Daniela Gutiérrez, la economista de la ABC, lo puso clarito: “Refleja una tendencia positiva en la gestión financiera de las familias”. Aunque haya problemas por ahí, seguimos reservando una varita de nuestro sueldo para metas futuras o pa’ cuando nos toque un chapucazo. Pa' tener para la jubilación, pa’ pagar la educación de los nietos... ¡lo que sea!
Además, parece que la estabilidad cambiaria y las tasas de interés están jugando a nuestro favor. Más gente prefiere guardar en colones porque es más seguro y fácil de administrar. Y eso que la tecnología ha avanzado un montón, ahora podemos estar revisando nuestras cuentas desde donde estemos, ¡qué chiva es eso! Ya no tenemos que irnos a la sucursal, ahora todo está en el celular.
Así que, ahorremas, fíjense bien. Ahorrar es como sembrar para cosechar, como dicen por ahí. Incluso si es poquito, constante, ayuda a evitar endeudamientos innecesarios y a estar tranquilos ante cualquier eventualidad. ¡Es una inversión en tranquilidad y libertad financiera, compas! Ahora dime tú, ¿pa’ qué estás ahorrando tú? ¿Te vas a comprar un carro, una casa, o simplemente quieres sentirte más seguro económicamente?
