La prensa informa que condenaron a un psicólogo a 12 años de prisión y 100 millones de indemnización para los familiares de un técnico del ICE al cual el primero le acarició el cráneo que uno de esos bastones de hierro que otrora se usaron para inmovilizar el volante de los vehículos. Resulta que la historia es así:
En una presa por Los Arcos (allí cerca de Ciudad Cariari) el psicólogo le pidió al técnico del ICE que le diera un campo para meterse. El técnico del ICE en un gesto de descortesía no le quiso dar el campo, pero no solo eso bastó sino que según los relatos, este técnico del ICE le hizo el clásico ademán con la mano y señalando el techo, que es algo así como "pase por el techo si quiere".
El psicólogo (que dicho sea de paso había llevado cursos para asesorar en control de la violencia) montó en cólera y tomó el ya dicho "bastón" y le aplicó dos golpes certeros al cráneo del "descortés" y lo mandó a burlarse de la máquina de cuidados intensivos la cual lo mantuvo unos cincuenta días, luego falleció.
Leyendo los periódicos se observa una familia (la del difunto) muy dolida y supongo que la del psicólogo también lo estará.
Cabe reflexionar:
Si ese técnico del ICE hubiese actuado con cortesía y le cede el campo que pedía el otro, no hubiese perdido nada, pues en una presa todos están atrasados, así que si alguien va a llegar tarde, no crea que negándole el campo a otro consigue avanzar más.
Si el psicólogo mantiene la calma y le importa un pito la burla del otro, tampoco hubiese perdido nada, porque más adelante podría encontrar algún otro samaritano (que no fuera empleado del ICE) y posiblemente sí le hubiese concedido el campo que añoraba.
Conclusión: la falta de cortesía generó que dos familias perdieran a su esposo y padre e hijo. En este momento el técnico del ICE estaría con su familia que no lo estarían llorando sino disfrutando y el psicólogo estaría hablando de sus enfermedades con sus familiares.
Esto lo vemos frecuentemente.
¿Forma parte usted de los descorteses? Mucho cuidado.
En una presa por Los Arcos (allí cerca de Ciudad Cariari) el psicólogo le pidió al técnico del ICE que le diera un campo para meterse. El técnico del ICE en un gesto de descortesía no le quiso dar el campo, pero no solo eso bastó sino que según los relatos, este técnico del ICE le hizo el clásico ademán con la mano y señalando el techo, que es algo así como "pase por el techo si quiere".
El psicólogo (que dicho sea de paso había llevado cursos para asesorar en control de la violencia) montó en cólera y tomó el ya dicho "bastón" y le aplicó dos golpes certeros al cráneo del "descortés" y lo mandó a burlarse de la máquina de cuidados intensivos la cual lo mantuvo unos cincuenta días, luego falleció.
Leyendo los periódicos se observa una familia (la del difunto) muy dolida y supongo que la del psicólogo también lo estará.
Cabe reflexionar:
Si ese técnico del ICE hubiese actuado con cortesía y le cede el campo que pedía el otro, no hubiese perdido nada, pues en una presa todos están atrasados, así que si alguien va a llegar tarde, no crea que negándole el campo a otro consigue avanzar más.
Si el psicólogo mantiene la calma y le importa un pito la burla del otro, tampoco hubiese perdido nada, porque más adelante podría encontrar algún otro samaritano (que no fuera empleado del ICE) y posiblemente sí le hubiese concedido el campo que añoraba.
Conclusión: la falta de cortesía generó que dos familias perdieran a su esposo y padre e hijo. En este momento el técnico del ICE estaría con su familia que no lo estarían llorando sino disfrutando y el psicólogo estaría hablando de sus enfermedades con sus familiares.
Esto lo vemos frecuentemente.
¿Forma parte usted de los descorteses? Mucho cuidado.