¡Ay, dios mío, pura vida pero con susto! Resulta que tenemos visitantes inesperados, y no precisamente de los más simpáticos. El Servicio Fitosanitario del Estado (SFE), esos señores que siempre andan cuidando nuestras plantitas, confirmaron que hay un brote de caracoles gigantes africanos en Heredia. Sí, esos bichos enormes que parecen sacados de una película de terror… pero reales, y comiéndose nuestros cultivos.
Estos caracoles, llamados científicamente *Achatina Lissachatina fulica*, no son precisamente amigotes de la agricultura. Se comen todo lo que encuentran a su paso – plantas, frutas, verduras... ¡hasta la ropa si les dan la oportunidad! Además, están poniendo en peligro nuestras exportaciones, porque si otros países ven que tenemos esta plaga, ¡nos van a cerrar las puertas!
Lo bueno es que, aparentemente, el lugar donde los encontraron es una zona residencial, no un cultivo directamente. Nelson Morera, el director ejecutivo del SFE, nos aseguró que van a poner toda la carne al asador para controlar esto. Dice que, aunque no era una zona de vigilancia normal, van a desplegar todos sus recursos para evitar que se propaguen por todo el país. ¡Esperemos que sí, porque esto se va a poner feo si no lo frenamos a tiempo!
¿Cómo llegaron estos invasores? Pues dicen que por culpa nuestra, los humanos. Ya sea transportándolos accidentalmente o por las propias lluvias y ríos. El otro día estaban tranquilamente ahí, comiendo hojas, y ahora nos tienen a todos en vilo. Parece mentira cómo una cosita así puede causarnos tanto jale.
No es la primera vez que vemos estos caracoles por acá. En 2021 los pillaron en Curubandé de Liberia, pero desde entonces no habíamos tenido noticias suyas en otras partes. Ahora, con este brote en Heredia, el SFE está más alerta que nunca. Están pidiendo a la gente que colabore y que, si ven alguno de estos monstruos, llamen rápido. El número es 2549-3501, 2549-3652 y 2549-3651, o mándenles un correo a [email protected]. Y recuerden, si van a sacar una foto, ¡que sea buena para identificarlo bien!
Pero ojo, no cualquier caracol es peligroso. En Costa Rica hay muchísimos tipos de caracoles que forman parte de nuestro ecosistema y que no nos traen problemas. Lo importante es saber reconocer al gigante africano. Él es grande, gordo y parece que te mira fijamente mientras se come tu lechuga. No lo toquen con las manos desnudas, porque son portadores de bacterias que podrían enfermarnos a nosotros y a nuestras mascotas. Mejor recójalo con guantes y métalo en una bolsa que cierre bien.
Y, hablando de precauciones, si viven por Heredia, revisen bien sus carros antes de salir a carretera. ¡Quién sabe si algún caracol aventurero se subió de polizón! Hay que estar pendientes y colaborar con el SFE para evitar que esta plaga se convierta en un problema nacional. De verdad, esto es como un capítulo de película, pero con consecuencias muy reales para nuestras cosechas y nuestra economía. ¡A ver si nos salvamos de esta!
Ahora dime, ¿qué opinas tú? ¿Crees que el gobierno está haciendo lo suficiente para controlar esta plaga o deberíamos esperar medidas más drásticas? ¿Tienes alguna experiencia con estos caracoles o conoces alguna estrategia casera para deshacerse de ellos?
Estos caracoles, llamados científicamente *Achatina Lissachatina fulica*, no son precisamente amigotes de la agricultura. Se comen todo lo que encuentran a su paso – plantas, frutas, verduras... ¡hasta la ropa si les dan la oportunidad! Además, están poniendo en peligro nuestras exportaciones, porque si otros países ven que tenemos esta plaga, ¡nos van a cerrar las puertas!
Lo bueno es que, aparentemente, el lugar donde los encontraron es una zona residencial, no un cultivo directamente. Nelson Morera, el director ejecutivo del SFE, nos aseguró que van a poner toda la carne al asador para controlar esto. Dice que, aunque no era una zona de vigilancia normal, van a desplegar todos sus recursos para evitar que se propaguen por todo el país. ¡Esperemos que sí, porque esto se va a poner feo si no lo frenamos a tiempo!
¿Cómo llegaron estos invasores? Pues dicen que por culpa nuestra, los humanos. Ya sea transportándolos accidentalmente o por las propias lluvias y ríos. El otro día estaban tranquilamente ahí, comiendo hojas, y ahora nos tienen a todos en vilo. Parece mentira cómo una cosita así puede causarnos tanto jale.
No es la primera vez que vemos estos caracoles por acá. En 2021 los pillaron en Curubandé de Liberia, pero desde entonces no habíamos tenido noticias suyas en otras partes. Ahora, con este brote en Heredia, el SFE está más alerta que nunca. Están pidiendo a la gente que colabore y que, si ven alguno de estos monstruos, llamen rápido. El número es 2549-3501, 2549-3652 y 2549-3651, o mándenles un correo a [email protected]. Y recuerden, si van a sacar una foto, ¡que sea buena para identificarlo bien!
Pero ojo, no cualquier caracol es peligroso. En Costa Rica hay muchísimos tipos de caracoles que forman parte de nuestro ecosistema y que no nos traen problemas. Lo importante es saber reconocer al gigante africano. Él es grande, gordo y parece que te mira fijamente mientras se come tu lechuga. No lo toquen con las manos desnudas, porque son portadores de bacterias que podrían enfermarnos a nosotros y a nuestras mascotas. Mejor recójalo con guantes y métalo en una bolsa que cierre bien.
Y, hablando de precauciones, si viven por Heredia, revisen bien sus carros antes de salir a carretera. ¡Quién sabe si algún caracol aventurero se subió de polizón! Hay que estar pendientes y colaborar con el SFE para evitar que esta plaga se convierta en un problema nacional. De verdad, esto es como un capítulo de película, pero con consecuencias muy reales para nuestras cosechas y nuestra economía. ¡A ver si nos salvamos de esta!
Ahora dime, ¿qué opinas tú? ¿Crees que el gobierno está haciendo lo suficiente para controlar esta plaga o deberíamos esperar medidas más drásticas? ¿Tienes alguna experiencia con estos caracoles o conoces alguna estrategia casera para deshacerse de ellos?