¡Ay, Dios mío! Pues mire usted, estos días de solazo nos tenían confundidos a todos. Parecía que el verano llegó antes de tiempo, echándonos arena en los pies y ganas de irnos a la playa. Pero resulta que no es tan simple, mi pana. El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) le bajó rápido al rollo, diciéndonos que eso de la llegada anticipada del verano es pura fantasía.
Según el IMN, lo que estamos viviendo es un periodo de estabilidad climática, gracias a una masa de aire seco que se mandó a parar por toda Centroamérica. Sí, sí, esos días calurosos y despejados que nos estaban poniendo contentos son producto de eso, nada más. Pero ojo, porque no todo es miel sobre hojuelas. Parece que la brisa marina quiere jugar con nosotros y puede traer unas gotitas de lluvia aquí y allá, especialmente en las zonas del Pacífico Central y Sur.
Pero la verdadera bomba está en la predicción del IMN para el final de este año. Resulta que la transición de la temporada lluviosa a la seca va a ser más larga de lo que pensábamos, prácticamente un "diciembre pasado por agua", como dicen nuestros abuelos. Imagínense, mi gente: todavía vamos a estar regando el jardín en pleno diciembre. ¡Qué fiaca!
La meteoróloga Karina Hernández, quien nos aclaró la jugada, explicó que en el Pacífico Norte, el Pacífico Central y el Valle Central, la temporada lluviosa no se despedirá sino hasta la última semana de noviembre. En el Pacífico Sur, tendremos que esperar hasta la primera semana de diciembre para ver el solcito propiamente dicho. Y no se espanten si aún llueve bastante después de que empiece la temporada seca; la transición va a ser paulatina, lenta como tortuga caminando en medio del río.
Y hablando de temperaturas, el IMN dice que van a estar dentro de lo normal, ni mucho frío ni mucho calor. Eso sí, recalcan que la transición será alargada, así que prepárense para esos chaparrontes inesperados. De hecho, esperan un excedente de lluvias de hasta un 10% en el Pacífico Norte, Central y Valle Central, e incluso un 15% en el Pacífico Sur. ¡Imaginen la cantidad de aguacates que vamos a cosechar!
Ahora bien, no todo es clima. Mientras tanto, otros temas ocupan titulares, como el caso de la esposa de Shock y sus hijas, huyendo a Japón con más de 10 millones de colones, o la tragedia en la rotonda de la ruta 32. También tenemos al biólogo atacado por un tiburón en Isla del Coco, quien ahora presume de tener “branquias”. Y, por supuesto, la investigación sobre ex directivos de Incopesca y posibles vínculos con el Cártel Caribe Sur. ¡Un brete de noticias, diay!
Esta situación nos recuerda lo importante que es estar preparados para cualquier eventualidad, especialmente considerando los efectos del cambio climático. No solo es cuestión de tener un paraguas a mano, sino también de tomar medidas para proteger nuestras comunidades y recursos naturales. Porque al final del día, todos queremos disfrutar de un clima agradable y un país seguro, ¿verdad?
Con todo este panorama, me pregunto: ¿creen ustedes que deberíamos prepararnos mentalmente para un diciembre más lluvioso de lo esperado, o simplemente abrazar la incertidumbre y disfrutar de cada día como viene? ¿Y qué estrategias les parecen más efectivas para adaptarnos a un clima cada vez más impredecible en Costa Rica?
Según el IMN, lo que estamos viviendo es un periodo de estabilidad climática, gracias a una masa de aire seco que se mandó a parar por toda Centroamérica. Sí, sí, esos días calurosos y despejados que nos estaban poniendo contentos son producto de eso, nada más. Pero ojo, porque no todo es miel sobre hojuelas. Parece que la brisa marina quiere jugar con nosotros y puede traer unas gotitas de lluvia aquí y allá, especialmente en las zonas del Pacífico Central y Sur.
Pero la verdadera bomba está en la predicción del IMN para el final de este año. Resulta que la transición de la temporada lluviosa a la seca va a ser más larga de lo que pensábamos, prácticamente un "diciembre pasado por agua", como dicen nuestros abuelos. Imagínense, mi gente: todavía vamos a estar regando el jardín en pleno diciembre. ¡Qué fiaca!
La meteoróloga Karina Hernández, quien nos aclaró la jugada, explicó que en el Pacífico Norte, el Pacífico Central y el Valle Central, la temporada lluviosa no se despedirá sino hasta la última semana de noviembre. En el Pacífico Sur, tendremos que esperar hasta la primera semana de diciembre para ver el solcito propiamente dicho. Y no se espanten si aún llueve bastante después de que empiece la temporada seca; la transición va a ser paulatina, lenta como tortuga caminando en medio del río.
Y hablando de temperaturas, el IMN dice que van a estar dentro de lo normal, ni mucho frío ni mucho calor. Eso sí, recalcan que la transición será alargada, así que prepárense para esos chaparrontes inesperados. De hecho, esperan un excedente de lluvias de hasta un 10% en el Pacífico Norte, Central y Valle Central, e incluso un 15% en el Pacífico Sur. ¡Imaginen la cantidad de aguacates que vamos a cosechar!
Ahora bien, no todo es clima. Mientras tanto, otros temas ocupan titulares, como el caso de la esposa de Shock y sus hijas, huyendo a Japón con más de 10 millones de colones, o la tragedia en la rotonda de la ruta 32. También tenemos al biólogo atacado por un tiburón en Isla del Coco, quien ahora presume de tener “branquias”. Y, por supuesto, la investigación sobre ex directivos de Incopesca y posibles vínculos con el Cártel Caribe Sur. ¡Un brete de noticias, diay!
Esta situación nos recuerda lo importante que es estar preparados para cualquier eventualidad, especialmente considerando los efectos del cambio climático. No solo es cuestión de tener un paraguas a mano, sino también de tomar medidas para proteger nuestras comunidades y recursos naturales. Porque al final del día, todos queremos disfrutar de un clima agradable y un país seguro, ¿verdad?
Con todo este panorama, me pregunto: ¿creen ustedes que deberíamos prepararnos mentalmente para un diciembre más lluvioso de lo esperado, o simplemente abrazar la incertidumbre y disfrutar de cada día como viene? ¿Y qué estrategias les parecen más efectivas para adaptarnos a un clima cada vez más impredecible en Costa Rica?