¡Ay, Dios mío! Esto de la Caja Costarricense de Seguro Social nunca termina de uno quedar tranquilo, ¿verdad, maes? Ahora resulta que la presidenta, Mónica Taylor, se fue a Malasia y parece que hay un buen brete armado por la manera en que se manejó el asunto. Roger Rivera, el representante de los trabajadores en la Junta Directiva, está más que preocupado porque dicen que podrían meterle el dedo en el ojo a los diputados si van a rendir cuentas y empiezan a contradecirse. ¡Un despiche!
Resulta que Rivera pidió que el director jurídico, Gilberth Alfaro, los acompañara a la Comisión que va a investigar esos percances en la Caja. Él pensaba que así podían ir coordinados, que todos supieran qué decir y evitar confusiones, porque vaya que han tenido líos antes. Pero luego tuvieron que parar un toquecito para hablarlo en privado, ¡porque la vara estaba caliente!, y al final tuvo que retirar la moción porque aún no les habían dicho oficialmente cuándo iban a tener que aparecer frente a los diputados.
Y ni hablar del costazo que significó todo este viaje. Más de trece mil dólares, ¡una barbaridad!, se gastaron en el viaje de Taylor y Juan Carlos Esquivel. Doce días lejos de casa, mientras tanto, muchos trabajadores de la Caja andan apremiados con la situación económica. Se fueron $8.759 en pasajes y encima le dieron $2.129 a cada uno en viáticos. ¡Con eso se puede hacer mucho aquí adentro, diay!
Lo más curioso de todo es que la señora Taylor, apenas hace unos meses trabajando en la Caja, y que además se va a ir pronto, fue la que eligieron para representar a Costa Rica en un foro mundial. Y recuerden, señores, que ella venía de ser asesora legal en Casa Presidencial, un lugar donde parece que no le conocían mucho los problemas de salud y seguridad social. ¡Qué nivel!, pero también qué sal, haberla mandado a alguien que sí estuviera enchufado en la materia.
Pero la Presidenta, con toda la confianza del mundo, salió diciendo que el viaje había sido una experiencia increíble, que la Caja tenía nombre y respeto a nivel internacional. Dijo que estaban bien posicionados, como si eso justificara el gasto. A ver, nadie dice que no tengan contactos internacionales, pero cuando la gente está pasando necesidades básicas, me da una cosita que se vayan a tirar la plata en viajes lujosos. ¡Una torta!
Y para colmo, el gobierno de Rodrigo Chaves, que anda pintando a la Caja como si estuviera a punto de irse al traste, manda a Taylor a ‘posicionarla’. Ellos mismos dicen que la institución está endeudada hasta las cejas, con más de cuatro billones de colones en deudas, y encima faltándole feria para pagar los servicios. Entonces, ¿qué onda?, ¿van a solucionar los problemas con viajes y discursos bonitos?
En medio de todo este jale, nos preguntamos: ¿No sería mejor invertir ese dinero en mejorar la atención médica, en contratar más personal, o en comprar equipos nuevos para los hospitales? Porque a este paso, vamos a terminar siendo famosos por nuestros viajes y poco por nuestra salud pública. ¡Qué brete, maes! El caso es que esto pinta para seguir dando de qué hablar. El asunto sigue más candente que ever y seguramente veremos más capítulos de esta novela…
¿Ustedes creen que el viaje de la presidenta de la CCSS realmente contribuyó a fortalecer la imagen de la institución, o fue simplemente un gasto innecesario en medio de una crisis? Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan ustedes al respecto de este rollo. ¡Vamos a debatir!
Resulta que Rivera pidió que el director jurídico, Gilberth Alfaro, los acompañara a la Comisión que va a investigar esos percances en la Caja. Él pensaba que así podían ir coordinados, que todos supieran qué decir y evitar confusiones, porque vaya que han tenido líos antes. Pero luego tuvieron que parar un toquecito para hablarlo en privado, ¡porque la vara estaba caliente!, y al final tuvo que retirar la moción porque aún no les habían dicho oficialmente cuándo iban a tener que aparecer frente a los diputados.
Y ni hablar del costazo que significó todo este viaje. Más de trece mil dólares, ¡una barbaridad!, se gastaron en el viaje de Taylor y Juan Carlos Esquivel. Doce días lejos de casa, mientras tanto, muchos trabajadores de la Caja andan apremiados con la situación económica. Se fueron $8.759 en pasajes y encima le dieron $2.129 a cada uno en viáticos. ¡Con eso se puede hacer mucho aquí adentro, diay!
Lo más curioso de todo es que la señora Taylor, apenas hace unos meses trabajando en la Caja, y que además se va a ir pronto, fue la que eligieron para representar a Costa Rica en un foro mundial. Y recuerden, señores, que ella venía de ser asesora legal en Casa Presidencial, un lugar donde parece que no le conocían mucho los problemas de salud y seguridad social. ¡Qué nivel!, pero también qué sal, haberla mandado a alguien que sí estuviera enchufado en la materia.
Pero la Presidenta, con toda la confianza del mundo, salió diciendo que el viaje había sido una experiencia increíble, que la Caja tenía nombre y respeto a nivel internacional. Dijo que estaban bien posicionados, como si eso justificara el gasto. A ver, nadie dice que no tengan contactos internacionales, pero cuando la gente está pasando necesidades básicas, me da una cosita que se vayan a tirar la plata en viajes lujosos. ¡Una torta!
Y para colmo, el gobierno de Rodrigo Chaves, que anda pintando a la Caja como si estuviera a punto de irse al traste, manda a Taylor a ‘posicionarla’. Ellos mismos dicen que la institución está endeudada hasta las cejas, con más de cuatro billones de colones en deudas, y encima faltándole feria para pagar los servicios. Entonces, ¿qué onda?, ¿van a solucionar los problemas con viajes y discursos bonitos?
En medio de todo este jale, nos preguntamos: ¿No sería mejor invertir ese dinero en mejorar la atención médica, en contratar más personal, o en comprar equipos nuevos para los hospitales? Porque a este paso, vamos a terminar siendo famosos por nuestros viajes y poco por nuestra salud pública. ¡Qué brete, maes! El caso es que esto pinta para seguir dando de qué hablar. El asunto sigue más candente que ever y seguramente veremos más capítulos de esta novela…
¿Ustedes creen que el viaje de la presidenta de la CCSS realmente contribuyó a fortalecer la imagen de la institución, o fue simplemente un gasto innecesario en medio de una crisis? Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan ustedes al respecto de este rollo. ¡Vamos a debatir!
