¡Ay, Dios mío, qué rollo! La Auditoría de la CCSS sacudió el avispero ayer con un informe que dejó a muchos con la boca abierta. Resulta que José Miguel Villalobos, ese abogado que anda pegao’ al Presidente Chaves y ahora aspira a diputado por Pueblo Soberano, tiene una deuda astronómica con la Caja – ¡nada menos que 312 millones de colones! Uno se queda pensando, ¿cómo así?
Según el informe, la deuda se compone de dos cantidades: 149 millones en concepto de patrono físico y otros 162 millones como trabajador independiente. Imaginen la pila de chunches que uno puede comprar con esa lana. Y lo peor de todo es que parece que la CCSS lleva tiempo tratando de cobrarle, pero Villalobos se anda haciendo el loco, como si tuviera amnesia selectiva. Parece que alguien necesita urgentemente refrescar sus cuentas.
Lo que más da risa, digo, preocupación, es cómo la Auditoría señala que incluso la CCSS tuvo problemas pa’ ubicar al señor. ¡Imagínate! Se mandaron un correo electrónico, como si eso fuera suficiente pa’ que alguien responda. Dice el informe que no pudieron localizarlo físicamente a través de Correos de Costa Rica, ¡qué manera de complicarse la vida! Claramente, aquí hay algo turbio, vaya.
Pero esto no se acaba aquí. La Auditoría también descubrió que existen cuatro gestiones cobratorias relacionadas con el cierre de negocios de Villalobos, ¡y dos llevan más de cinco años estancadas! ¿Será que alguien anda protegiéndolo? Es una vara muy fea que esté dejando pasar algo así mientras tanta gente honesta lucha pa’ pagar sus obligaciones con la Caja.
Y hablando de juicios, parece que Villalobos ya tiene 21 procesos abiertos en su contra por deudas con la CCSS. De esos, 13 están en etapa de ejecución y ocho tienen sentencias condenatorias. Pero, ¡sorpresa!, resulta que el tipo no tiene ningún bien inmueble registrado, así que cobrarle es casi imposible. Un verdadero maestro del arte de evitar responsabilidades, el mae.
Hace unos meses, Villalobos mismo salió a defenderse, diciendo que no le debía ni un peso a la Caja y que iba a pelear el caso en los tribunales. ¡Con qué gallardía! Ahora, cuando la Auditoría saca estas revelaciones a la luz, ¿qué dirá? Será interesante ver cómo sale del apuro esta vez. Totalmente comprensible que la población esté choteada con tanta irregularidad.
Lo que me preocupa, y seguramente a muchos de ustedes, es el mensaje que esto envía. ¿Cómo es posible que un hombre cercano al poder, además de ser abogado del Presidente, pueda acumular una deuda tan grande con la CCSS y seguir impune? Esto da pie a sospechas y alimenta la percepción de que algunos están por encima de la ley, y eso no es justo para nadie. El país necesita transparencia y rendición de cuentas, ¡y ya!
Ahora dime, compa, ¿cree usted que Villalobos debería renunciar a su candidatura a diputado y enfrentar las consecuencias legales de sus actos, o cree que estos cargos son simplemente ataques políticos para perjudicarlo? Venga, déjeme saber su opinión en los comentarios... ¡Que no se quede callao’!
Según el informe, la deuda se compone de dos cantidades: 149 millones en concepto de patrono físico y otros 162 millones como trabajador independiente. Imaginen la pila de chunches que uno puede comprar con esa lana. Y lo peor de todo es que parece que la CCSS lleva tiempo tratando de cobrarle, pero Villalobos se anda haciendo el loco, como si tuviera amnesia selectiva. Parece que alguien necesita urgentemente refrescar sus cuentas.
Lo que más da risa, digo, preocupación, es cómo la Auditoría señala que incluso la CCSS tuvo problemas pa’ ubicar al señor. ¡Imagínate! Se mandaron un correo electrónico, como si eso fuera suficiente pa’ que alguien responda. Dice el informe que no pudieron localizarlo físicamente a través de Correos de Costa Rica, ¡qué manera de complicarse la vida! Claramente, aquí hay algo turbio, vaya.
Pero esto no se acaba aquí. La Auditoría también descubrió que existen cuatro gestiones cobratorias relacionadas con el cierre de negocios de Villalobos, ¡y dos llevan más de cinco años estancadas! ¿Será que alguien anda protegiéndolo? Es una vara muy fea que esté dejando pasar algo así mientras tanta gente honesta lucha pa’ pagar sus obligaciones con la Caja.
Y hablando de juicios, parece que Villalobos ya tiene 21 procesos abiertos en su contra por deudas con la CCSS. De esos, 13 están en etapa de ejecución y ocho tienen sentencias condenatorias. Pero, ¡sorpresa!, resulta que el tipo no tiene ningún bien inmueble registrado, así que cobrarle es casi imposible. Un verdadero maestro del arte de evitar responsabilidades, el mae.
Hace unos meses, Villalobos mismo salió a defenderse, diciendo que no le debía ni un peso a la Caja y que iba a pelear el caso en los tribunales. ¡Con qué gallardía! Ahora, cuando la Auditoría saca estas revelaciones a la luz, ¿qué dirá? Será interesante ver cómo sale del apuro esta vez. Totalmente comprensible que la población esté choteada con tanta irregularidad.
Lo que me preocupa, y seguramente a muchos de ustedes, es el mensaje que esto envía. ¿Cómo es posible que un hombre cercano al poder, además de ser abogado del Presidente, pueda acumular una deuda tan grande con la CCSS y seguir impune? Esto da pie a sospechas y alimenta la percepción de que algunos están por encima de la ley, y eso no es justo para nadie. El país necesita transparencia y rendición de cuentas, ¡y ya!
Ahora dime, compa, ¿cree usted que Villalobos debería renunciar a su candidatura a diputado y enfrentar las consecuencias legales de sus actos, o cree que estos cargos son simplemente ataques políticos para perjudicarlo? Venga, déjeme saber su opinión en los comentarios... ¡Que no se quede callao’!