¡Ay, Dios mío! Wall Street anda contenta, dicen que abrieron en verde este jueves, analizando datos de los gringos. Uno se queda pensando, ¿eso qué significa para nosotros, pa'l pueblo?
La verdad, es que estos mercados allá arriba a veces nos parecen chinchorreo. Suben, bajan, y ahí vamos nosotros viendo cómo afecta esto al bolsillo. Según Reuters, los índices estaban dando vueltas, con el Dow Jones arriba un poquito, el Nasdaq aún más, y el S&P 500 siguiéndole la corriente. Pero díganme, ¿qué importa eso si el fiambre sigue caro y el agua va llegando con dificultad?
Aquí en casa, la cosa está más apretada que un clavo viejo. El tipo de cambio, bendito alivio, sigue cayendo, cerró ayer en ¢490,17, así que eso le quita un peso al mercado, al menos temporalmente. Pero no nos hagamos ilusiones, como dice mi abu, “cuando el río suena, agua lleva”. Siempre hay que estar ojo avizor.
Y hablando de temas económicos, la Cámara de Comercio anda discutiendo con el gobierno por la fiscalización de los outlets. ¡Qué brete! Parece que algunos no entienden que esos lugares son cruciales para muchos familias que buscan ahorrar unos colones. La verdad, uno siente que a veces estas autoridades están en otro planeta, desconectados de la realidad de la gente trabajadora.
Según un estudio reciente, las casas costarricenses estamos gastando en promedio ¢687.000 al mes en consumo. Eso sí que es una carga, ¿eh? Se van todos los lomos en comida, servicios básicos y, claro, en tratar de mantener un poquito de calidad de vida. Uno se pregunta, ¿dónde quedó el ahorro? ¿En qué podemos recortar para no morir de susto cada vez que llega el mes?
Además, parece que el gasto de consumo ha variado bastante entre diferentes grupos de personas. Las familias con mayores ingresos obviamente gastan más, pero también varía mucho dependiendo de la zona geográfica donde vives. ¿Será porque en algunas partes el precio de las cosas es más alto? Diay, la economía es un laberinto, más complicado que encontrar estacionamiento en Escazú un sábado.
La Contraloría General de la República tampoco andaba con rodeos, advirtiendo que las medidas fiscales del gobierno están mostrando señales de agotamiento. Esto significa que quizás pronto tendremos que agachar la cabeza y aceptar que las cosas no van a mejorar tan rápido como esperábamos. Es como intentar levantar un carro con una mano; te esfuerzas, pero al final no logras nada.
En fin, la economía global sigue moviéndose a toda velocidad, y Costa Rica, como siempre, tratando de sobrevivir en medio de tanta turbulencia. Ahora dime, compa, ¿crees que esta baja en el tipo de cambio será suficiente para aliviar realmente la carga económica de las familias costarricenses, o simplemente es humo antes de otra tormenta? ¡Déjame saber tu opinión!
La verdad, es que estos mercados allá arriba a veces nos parecen chinchorreo. Suben, bajan, y ahí vamos nosotros viendo cómo afecta esto al bolsillo. Según Reuters, los índices estaban dando vueltas, con el Dow Jones arriba un poquito, el Nasdaq aún más, y el S&P 500 siguiéndole la corriente. Pero díganme, ¿qué importa eso si el fiambre sigue caro y el agua va llegando con dificultad?
Aquí en casa, la cosa está más apretada que un clavo viejo. El tipo de cambio, bendito alivio, sigue cayendo, cerró ayer en ¢490,17, así que eso le quita un peso al mercado, al menos temporalmente. Pero no nos hagamos ilusiones, como dice mi abu, “cuando el río suena, agua lleva”. Siempre hay que estar ojo avizor.
Y hablando de temas económicos, la Cámara de Comercio anda discutiendo con el gobierno por la fiscalización de los outlets. ¡Qué brete! Parece que algunos no entienden que esos lugares son cruciales para muchos familias que buscan ahorrar unos colones. La verdad, uno siente que a veces estas autoridades están en otro planeta, desconectados de la realidad de la gente trabajadora.
Según un estudio reciente, las casas costarricenses estamos gastando en promedio ¢687.000 al mes en consumo. Eso sí que es una carga, ¿eh? Se van todos los lomos en comida, servicios básicos y, claro, en tratar de mantener un poquito de calidad de vida. Uno se pregunta, ¿dónde quedó el ahorro? ¿En qué podemos recortar para no morir de susto cada vez que llega el mes?
Además, parece que el gasto de consumo ha variado bastante entre diferentes grupos de personas. Las familias con mayores ingresos obviamente gastan más, pero también varía mucho dependiendo de la zona geográfica donde vives. ¿Será porque en algunas partes el precio de las cosas es más alto? Diay, la economía es un laberinto, más complicado que encontrar estacionamiento en Escazú un sábado.
La Contraloría General de la República tampoco andaba con rodeos, advirtiendo que las medidas fiscales del gobierno están mostrando señales de agotamiento. Esto significa que quizás pronto tendremos que agachar la cabeza y aceptar que las cosas no van a mejorar tan rápido como esperábamos. Es como intentar levantar un carro con una mano; te esfuerzas, pero al final no logras nada.
En fin, la economía global sigue moviéndose a toda velocidad, y Costa Rica, como siempre, tratando de sobrevivir en medio de tanta turbulencia. Ahora dime, compa, ¿crees que esta baja en el tipo de cambio será suficiente para aliviar realmente la carga económica de las familias costarricenses, o simplemente es humo antes de otra tormenta? ¡Déjame saber tu opinión!