¡Ay, Dios mío! Las Fiestas de San José en Zapote siempre son un espectáculo... bueno, de todo tipo. Entre luces, música y el ambiente bien bacano, este año no ha sido la excepción. Pero si hay algo que sí se repite año tras año, es la necesidad de pedirle ayuda a la Cruz Roja. Y vaya que este año la han andado necesitando.
Según datos oficiales, durante estos primeros tres días de zapoplex, hemos tenido cerca de medio centenar de emergencias, la mayoría directamente ligadas a las corridas de toros. Un número que, aunque puede sonar alto, no es tan sorprendente si consideramos el nivel de aglomeración y, siendo sinceros, algunas actitudes poco responsables que vemos entre el público. Pa' que se hagan una idea, 42 personas han necesitado asistencia médica, y cuatro de ellas tuvieron que ser trasladadas a hospitales para recibir atención más especializada. Uno de esos casos estaba bastante delicado, así que ahí tenemos que ponerle el foco.
La Cruz Roja Costarricense, como siempre, ha desplegado un operativo impresionante. Con 100 cruceros y 25 vehículos de emergencia apostados en Zapote, se aseguran de que nadie quede desatendido. Rafael Campos, el vocero de la institución, nos comentó que estas últimas 24 horas han sido las más agitadas desde que arrancaron las festividades. ¡Imagínate la faena que llevan!
Pero vamos al grano: de esas 42 atenciones, 40 ocurrieron dentro de la plaza de toros. De esos 40, 37 corresponden a traumatismos –golpes, heridas, caídas... cosas que pasan cuando te emocionas demasiado y pierdes el equilibrio viendo al toro. Cuatro fueron consideradas urgencias médicas, y para rematar, atendieron a una señora embarazada. ¡Menos mal que la revisaron rápido! Hablando de eso, espero que la bebé esté bien y que nazca con un gusto por las fiestas patrias.
Y no es solo la gente que recibe algún golpe dentro de la arena, pues también tenemos que considerar a quienes quizás se exceden con las bebidas o simplemente no toman precauciones. La Cruz Roja insiste: disfruten con responsabilidad, mae. No vayan a terminar en el hospital por culpa de un exceso. Que pa' eso estamos nosotros, dando el visto bueno y cuidándolos, pero que cada quien asuma sus responsabilidades.
Campos enfatizó la importancia de mantener a los niños bajo supervisión constante, porque ellos son los más vulnerables. Ya saben, corren mucho, se meten donde no deben, y pueden sufrir accidentes fácilmente. Así que padres y abuelos, ojo avizor, porfa. No dejen que los churritos se conviertan en estadística de la Cruz Roja. Y hablando de estadísticas, me pregunto qué pasará con los números mañana, día grande de la actividad taurina.
Lo que realmente me da pena es ver cómo algunos se ponen como locos, sin pensar en las consecuencias. Se empujan, se pelean por un buen lugar, se gastan todos los clavos en unas comprillas... ¡Y luego terminan necesitando atención médica! ¿No será que necesitamos reflexionar un poquito sobre cómo celebramos nuestras tradiciones? Quizás sería bueno fomentar más la cultura del autocuidado y la convivencia pacífica en estos espacios públicos, que es lo que realmente importa.
En fin, seguimos esperando que el resto de las Fiestas transcurran sin mayores inconvenientes, pero me queda una gran inquietud: ¿Ustedes creen que se debería implementar alguna medida más drástica para garantizar la seguridad de los asistentes a las corridas de toros, considerando el aumento constante de emergencias en años anteriores?
Según datos oficiales, durante estos primeros tres días de zapoplex, hemos tenido cerca de medio centenar de emergencias, la mayoría directamente ligadas a las corridas de toros. Un número que, aunque puede sonar alto, no es tan sorprendente si consideramos el nivel de aglomeración y, siendo sinceros, algunas actitudes poco responsables que vemos entre el público. Pa' que se hagan una idea, 42 personas han necesitado asistencia médica, y cuatro de ellas tuvieron que ser trasladadas a hospitales para recibir atención más especializada. Uno de esos casos estaba bastante delicado, así que ahí tenemos que ponerle el foco.
La Cruz Roja Costarricense, como siempre, ha desplegado un operativo impresionante. Con 100 cruceros y 25 vehículos de emergencia apostados en Zapote, se aseguran de que nadie quede desatendido. Rafael Campos, el vocero de la institución, nos comentó que estas últimas 24 horas han sido las más agitadas desde que arrancaron las festividades. ¡Imagínate la faena que llevan!
Pero vamos al grano: de esas 42 atenciones, 40 ocurrieron dentro de la plaza de toros. De esos 40, 37 corresponden a traumatismos –golpes, heridas, caídas... cosas que pasan cuando te emocionas demasiado y pierdes el equilibrio viendo al toro. Cuatro fueron consideradas urgencias médicas, y para rematar, atendieron a una señora embarazada. ¡Menos mal que la revisaron rápido! Hablando de eso, espero que la bebé esté bien y que nazca con un gusto por las fiestas patrias.
Y no es solo la gente que recibe algún golpe dentro de la arena, pues también tenemos que considerar a quienes quizás se exceden con las bebidas o simplemente no toman precauciones. La Cruz Roja insiste: disfruten con responsabilidad, mae. No vayan a terminar en el hospital por culpa de un exceso. Que pa' eso estamos nosotros, dando el visto bueno y cuidándolos, pero que cada quien asuma sus responsabilidades.
Campos enfatizó la importancia de mantener a los niños bajo supervisión constante, porque ellos son los más vulnerables. Ya saben, corren mucho, se meten donde no deben, y pueden sufrir accidentes fácilmente. Así que padres y abuelos, ojo avizor, porfa. No dejen que los churritos se conviertan en estadística de la Cruz Roja. Y hablando de estadísticas, me pregunto qué pasará con los números mañana, día grande de la actividad taurina.
Lo que realmente me da pena es ver cómo algunos se ponen como locos, sin pensar en las consecuencias. Se empujan, se pelean por un buen lugar, se gastan todos los clavos en unas comprillas... ¡Y luego terminan necesitando atención médica! ¿No será que necesitamos reflexionar un poquito sobre cómo celebramos nuestras tradiciones? Quizás sería bueno fomentar más la cultura del autocuidado y la convivencia pacífica en estos espacios públicos, que es lo que realmente importa.
En fin, seguimos esperando que el resto de las Fiestas transcurran sin mayores inconvenientes, pero me queda una gran inquietud: ¿Ustedes creen que se debería implementar alguna medida más drástica para garantizar la seguridad de los asistentes a las corridas de toros, considerando el aumento constante de emergencias en años anteriores?
