De lo que se lee en al noticia, el fallo no tiene un fundamento lógico. Quizás sea la pésima redacción del periodista.
Aparentemente hay objeciones de forma y fondo.
La objeción de forma es que supuestamente, el recurso fue contra "la decisión del TSE de recoger firmas para el referendo". Sin embargo, el TSE jamás se dedicó a recoger las firmas.
Fueron un grupo de personas, agrupadas en el Observatorio Ciudadano por la Vida y la Familia y grupos religiosos los que recogieron las más de 135.000 firmas necesarias para someter el proyecto de ley a iniciativa popular. La labor del TSE es revisar que dichas firmas son válidas, y que el número de firmantes corresponde al 5% del padrón. Lo mismo hizo con la ley del acuerdo del TLC.
Esta separación que hace la Sal IV entre materias "electorales" y materias "legislativa" no tiene ningún sentido, siendo que la misma ley le delega al TSE la fiscalización de las firmas, y la organización de la consulta popular, si se cumplen con los requisitos contemplados en la ley.
Además, la ley de Iniciativa Popular dice:
La iniciativa popular no procederá cuando se trate de proyectos relativos a materia presupuestaria, tributaria, fiscal, de aprobación de empréstitos y contratos o actos de naturaleza administrativa.
Ninguno de los cuales es materia del proyecto de ley bajo discusión.
Respecto a la objeción de fondo, se saca esta "perla":
En cuanto al fondo, la mayoría consideró que los derechos de las minorías que surgen de reivindicaciones contra-mayoritarias no pueden ser sometidos a un proceso de referendo donde se imponen las mayorías.
La Sala ni se digna a responder el argumento que dio el abogado Esteban Quirós --que apeló a la existencia de tratados internacionales por encima de la Constitución que protegen a minorías por su orientación sexual--. Al menos, esto tendría algún sustento en la lógica, y la misma Constitución.
Por el contrario, la Sala Constitucional simplemente se saca de la manga un argumento a todas luces ilógico y absurdo. Básicamente, cualquier reivindicación de una minoría que vaya contra la mayoría debe ser aprobada. es simplemente, decirque las mayorías de nuestro país son tan atrasadas y prejuiciosas, que no son capaces de legislarse a sí mismas, y necesitan de la guía de unos iluminados uqe se sientan en el Tribunal.
Pero en qué cambia esto si se mueve la decisión al Congreso? Los diputados son después de todo, representantes del pueblo, y responden ante ellos. Si la Asamblea Legislativa decide no aprobar estas leyes, por presión popular (y sin duda sería igual o mayor que una campaña de referendo) acaso vendrá la Sala IV a enmendarle la plana a la Asamblea, con el mismo argumento?
Al menos, es bueno ver que la mayoría de la gente que cantaba las hossanas hace 4 años cuando se aprobó la ley de iniciativa popular, ahora se lamentan por su aplicación por grupos que no concuerdan con su forma de pensar. Dónde estan todos los argumentos de "Democracia más participativa", o "La voz del pueblo se hará sonar", o "el pueblo será legislador por un día" que nos prometían?
Dónde está la vulgaridad en contra de los que ponían reparos a dicha ley, por razones similares a las expuestas ahora? Por supuesto que es una mala idea someter esta ley a referendo. Como lo fue también el TLC. Estas materias requieren de análisis pausado y desapasionado. Una consulta popular convierte estos temas al mínimo denominador común: como el votante promedio no se preocupará en informarse afondo del tema, se guiará por la pirotecnia y frase corta de una campaña publicitaria. Y como debe elegirse entre opuestos, la demonización del contrario se acentúa.
Lo que necesitamos es una democracia más representativa: donde se discutan estas materias en el Congreso. Que los diputados lleguen a un arreglo, aunque no nos guste mucho el ir y venir de las negociaciones. Las leyes, como las salchichas, se ven muy feo cuando se hacen. Eso es mejor que el circo del referendum, que por segunda vez se quería imponer en el país.