Los adolescentes son así, cuando se les mete algo en la cabeza, se les mete y es poco o nada que pueda hacer para sacárselo. Así lo fuimos también de una u otra manera en nuestra época, sólo aprendemos cuando ya nos pasó el chasco. Las reglas hay que ponerlas claras (usted paga las cosas de todos modos), pero hay otras técnicas que no sólo sean de hacerse pasar por alguien. Sacando mi lado geek, hay software de control parental que se les puede poner a las computadoras y celulares inteligentes de l@s hij@s para restringir el uso del internet a ciertas horas, visitar ciertos lugares, e incluso vigilar donde se meten, todo es manejado con clave y usted tiene control total del tipo de acceso que les otorga.