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Distimia y Depresión Mayor: diferencias y semejanzas[/TD]
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Seguro que alguna vez has oído hablar de la Distimia pero no has sabido muy bien a qué se refería el término. Podemos decir que la Distimia es una forma de depresión crónica, es decir, muy prolongada en el tiempo, pero que no llega a ser una Depresión Mayor o lo que conocemos como una depresión profunda o grave. Se trata de un trastorno afectivo crónico de carácter depresivo leve. Como en la depresión, en la Distimia aparece un estado de ánimo triste, melancólico, apesadumbrado, pero este estado no cumple con todos los patrones diagnósticos de la depresión. Es decir, es una forma de depresión que no llega a ser tal. Las personas que tienen Distimia también lo pasan muy mal y sufren, pero su problema no es tan conocido por todos como la Depresión Mayor. En este artículo voy a tratar de exponerte algunas características que tienen los distímicos y, más adelante, te volveré a explicar brevemente en qué se diferencian los Distímicos de los Depresivos Mayores.
La Distimia ha sido bastante menos estudiada que otros tipos de trastornos del estado de ánimo. Esto no debería ser así, ya que este trastorno afecta al 5% de la población y, como ocurre con todos los trastornos del estado de ánimo, afecta más a las mujeres que a los hombres.Antes de dar otro tipo de cifras que seguro te van a convencer de que este trastorno es más común de lo que creemos, te voy a dar una serie de características para que entiendas de qué trata la Distimia en concreto.
1. Baja autoestima, baja autoconfianza o sentimientos de inadecuación.
2. Pesimismo, desesperación o desesperanza.
3. Pérdida generalizada de interés o placer.
4. Aislamiento social.
5. Fatiga o cansancio crónicos.
6. Sentimientos de culpa o de repaso del pasado.
7. Sensación de irritabilidad o ira excesivas.
8. Eficacia general disminuida.
9. Problemas de concentración, memoria o indecisión.
Para que sea un problema crónico y podamos considerarlo una Distimia, durante los dos años en los que una persona sufre estos síntomas, no pueden existir períodos de más de dos meses en los que no existan los síntomas expuestos anteriormente. Tiene que ser un período muy largo sin que estos síntomas desaparezcan o el estado de ánimo mejore significativamente. Si esto ocurriera, probablemente no estaríamos hablando de una Distimia realmente.También tenemos que tener muy en cuenta que en los dos primeros años del trastorno distímico no existió un episodio de depresión mayor, de modo que no podamos confundir la Distimia con un trastorno depresivo mayor crónico o que haya remitido sólo parcialmente.Según una serie de estudios, existe un riesgo bastante elevado de presentar este trastorno a lo largo de la vida. Aproximadamente, un 3% de la población general ha presentado alguna vez en su vida un período distímico. La edad de inicio de la Distimia es diferente a la de la depresión mayor. Mientras que en la depresión mayor la edad media de inicio es hacia los 35 años, las distimias pueden comenzar mucho antes, incluso en la infancia o adolescencia.La diferencia que existe entre la Distimia y la Depresión Mayor es que la Distimia no cumple todos los síntomas que debe cumplir una Depresión Mayor para considerarse como tal. Es decir, existen una serie de características que podrían llevarnos a diagnosticar una depresión, pero no cumple toda la cantidad de características necesarias para que podamos considerar que nuestro paciente o cliente tiene una depresión mayor. La Distimia es una depresión leve.Los síntomas de la depresión deben aparecer durante al menos 2 semanas, y estos síntomas son:
1. Estado de ánimo deprimido.
2. Disminución del placer o interés en cualquier actividad.
(Los síntomas 1 y 2 son necesarios que aparezcan para que podamos hablar de un episodio de depresión mayor).
3. Aumento o disminución de peso/apetito.
4. Insomnio o hipersomnia (dormir más de lo normal).
5. Agitación o enlentecimiento psicomotor.
6. Fatiga o pérdida de energía.
7. Sentimientos excesivos de inutilidad o culpa.
8. Problemas de concentración o toma de decisiones.
9. Ideas recurrentes de muerte o de suicidio.
Estos síntomas deben interferir con el funcionamiento cotidiano de la persona en cuestión.
Ahora que ya sabes qué es la Distimia y en qué se diferencia del Trastorno de Depresión Mayor podrás saber si una persona en realidad está deprimida o sufre una Distimia crónica. Ambos trastornos tienen tratamiento y es necesario que una persona que no puede vivir como le gustaría a causa de sufrir estos trastornos acuda a un psicólogo para que le ayude a recuperar la vida que ansía y que merece.[/TD]
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Espero esto te ayude a tener una idea de lo que tienes, que me parece más a distimia, pero ya verás si esos síntomas corresponden a los tuyos. Sea lo que sea, deberías buscar ayuda profesional, con un buen psiquiatra, no alguien que te vaya a sacar del dinero, porque de esos hay muchos. Espero te sientas bien pronto.