El parlamento de Venezuela iniciará este martes la discusión de una reforma a la Ley de Promoción y Protección de la Lactancia Materna. El nuevo proyecto legislativo, impulsado por la bancada del gobernante y chavista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), introduce cambios a una ley vigente desde 2007. Aunque aquel texto ya garantizaba el derecho de madres y niños a la lactancia materna, esa prerrogativa sería reforzada ahora con duras sanciones contra centros de salud y profesionales del sector sanitario.
El detonante de la polémica sobre la reforma fue la declaración de la diputada Odalis Monzón sobre la prohibición del uso de “teteros y biberones”. En entrevista al programa Toda Venezuela, de la oficial Venezolana de Televisión (VTV), la parlamentaria se refirió a esa restricción como parte de una campaña estatal para “garantizar que todo niño y niña tenga el derecho de recibir la leche materna directa de su madre”.
Lo que me puso a pensar no es el asunto de los biberones y la lactancia materna en sí, sino que me hice la siguiente pregunta:
¿Cómo procesará el cerebro de un chancleto esta encrucijada? ¿Por qué?
Me explico: Por definición ideológica un chancleto es chavista rabioso, siendo así, todo lo que venga del partido y del gobierno chavista deberá ser defendido a ultranza por nuestro chancleto (o chancleta) del comentario.
Ahora bien, por definición política (que no ideológica) en Tiquicia todo chancleto debe defender a ultranza a las feministas fanáticas, a los gays, al FIV y a todo aquello que sea contrario a lo que la Iglesia Católica defiende (aunque no sea asunto exclusivo de esta iglesia pero lo importante es demostrar que se es ateo, gracias a Dios).
Si una de las máximas doctrinales de las feminazis, que dicen que así llaman a las feministas fanáticas y fundamentalistas, es que "este es mi cuerpo y yo decido que hacer con él" sin duda ninguna feminazi que se respete podrá estar de acuerdo con la postura del partido chavista, por más loable y sensata que parezca la medida.
Por su lado, todo chancleto consecuente, comprometido, militante y revolucionario, deberá aprobar, apoyar, defender y proteger la causa "chavista" a lo ancho y largo de este Universo, o al menos en los confines de la Vía Láctea.
Dada esta situación, ¿cómo procesará el cerebro de un (a) chancleto (a) esta disparidad ideológica-política? ¿cómo logrará coincidir en su militante y rojita cabecita un (a) chancleto (a) su fortaleza ideológica (apoyo al chavismo) con su solidaridad internacionalista (apoyo a las feminazis)?
Como no soy chancleto no puedo ni imaginármelo. Quizás alguno de los chancletos del foro me lo explique y quizás dará luz a mi ignorancia en ese tema. Gracias.
El detonante de la polémica sobre la reforma fue la declaración de la diputada Odalis Monzón sobre la prohibición del uso de “teteros y biberones”. En entrevista al programa Toda Venezuela, de la oficial Venezolana de Televisión (VTV), la parlamentaria se refirió a esa restricción como parte de una campaña estatal para “garantizar que todo niño y niña tenga el derecho de recibir la leche materna directa de su madre”.
Lo que me puso a pensar no es el asunto de los biberones y la lactancia materna en sí, sino que me hice la siguiente pregunta:
¿Cómo procesará el cerebro de un chancleto esta encrucijada? ¿Por qué?
Me explico: Por definición ideológica un chancleto es chavista rabioso, siendo así, todo lo que venga del partido y del gobierno chavista deberá ser defendido a ultranza por nuestro chancleto (o chancleta) del comentario.
Ahora bien, por definición política (que no ideológica) en Tiquicia todo chancleto debe defender a ultranza a las feministas fanáticas, a los gays, al FIV y a todo aquello que sea contrario a lo que la Iglesia Católica defiende (aunque no sea asunto exclusivo de esta iglesia pero lo importante es demostrar que se es ateo, gracias a Dios).
Si una de las máximas doctrinales de las feminazis, que dicen que así llaman a las feministas fanáticas y fundamentalistas, es que "este es mi cuerpo y yo decido que hacer con él" sin duda ninguna feminazi que se respete podrá estar de acuerdo con la postura del partido chavista, por más loable y sensata que parezca la medida.
Por su lado, todo chancleto consecuente, comprometido, militante y revolucionario, deberá aprobar, apoyar, defender y proteger la causa "chavista" a lo ancho y largo de este Universo, o al menos en los confines de la Vía Láctea.
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