Coincido con usted, yo sigo asistiendo porque la tres que siempre visito me tratan bienYo voy a dsr mi opinión con este tema del servicio y la calidad y lo que ha venido pasando en este tiempo desde que el OIJ vino a hacer el papel aquí.
Una de las cosas que antes pasaba era que Anita ponía reglas muy claras a las chicas pero sus reglas siempre fueron de disciplina operativa; horarios, atención, etc. El hecho de que aquí no se cobren extras no fue algo que ella impuso, hasta donde sé, sino que se empezó a dar cuando eran poquitas chicas y ella estaba tomando la administración. Lo digo porque siempre llegaron chavalas nuevas que no se querían amoldar al tema de no cobrar extras y solitas se terminaban yendo porque los clientes no las buscaban y no les era rentable, con el tiempo se entendió que aquí el tema de cobrar no iba y se acostumbró todo mundo y listo. Ahora bien, decir que aquí a todo mundo le han hecho de todo y que a todos se les da el mismo servicio siempre es una mentira enorme, porque al mae que no se limpia bien, al mae que jode por todo, al mae que no pone de su parte, no se le da el trato que a otros sí se nos da. Qué incluye ese trato como bien dice Katherine es cosa de cada quien.
Ahora bien, el tema cambió porque en este negocio lamentablemente no se pueden poner reglas de disciplina sin que caiga en la percepción de obligaciones, que en la prostitución está penado por ley; la prostitución es legal ejercerla pero nadie puede obligar a nadie a hacer nada ni que se le parezca a una obligación. Entonces, a pesar de que algunas son muy inteligentes y entienden cómo tratar bien a su clientela, la importancia de respetar horarios para que sus clientes sepan cuándo están y lo elemental que es cuidar su servicio, hay otras para quienes esto no es importante y por ende no se les puede obligar a que sigan una regla determinada.
Eso es lo que está pasando aquí. El ejemplo que puedo dar es de una chavala que ya no está, pero que a mi juicio es linda la condenada, atiende rico, pero tiene un tema de disciplina muy grande y una vez que se relajaron las medidas echó a perder muchas cosas buenas que tenia y ya últimamente su servicio no era el mismo, ya no me excitaba mucho, al punto que atendía con el celular a la par y apenas terminaba era directo al cel. Esas cosas evidencian falta de interés y solo consiguen que uno no quiera volver a atenderse con esa persona. Entonces, dado ese ejemplo, lo que queda claro es que hay algunas que solamente bajo medidas estrictas entienden cómo es el negocio, mientras otras sí entienden la importancia de ser disciplinadas y por ende les sigue yendo bien sin tener a alguien encima jodiendo como Anita lo hacía.
Putas han habido, hay y habrá siempre porque la necesidad de ambos lados siempre va a estar, de ellas por conseguir dinero para sus responsabilidades y nosotros de andar cogiendo con este hijueputa vicio que tanto nos encanta. Por ende, siempre aparecerán nuevas chicas que sustituyan a otras que se van, mientras que las que se mantienen se seguirán ganando su platita porque trabajan bien; lo que sí es un hecho es que es iluso pensar en volver a como era antes porque esa visita del OIJ que no vino a aportar absolutamente nada cambió las cosas para siempre.
Yo sigo yendo y seguiré yendo porque me llevo bien con casi todas y la verdad me tratan de las mil maravillas, un trato que uno se gana. El servicio sigue siendo bueno y aunque algunas nuevas han pretendido llegar a cobrar por todo, ahí las ve uno sentadas mientras las otras siguen entrando. Es un tema de lógica, que sigue dándose en Siboney; el servicio de la sala sigue siendo el mejor de la ciudad por mucho, si uno sabe a quien escoger.
Hago énfasis en que si alguna chica aquí cobra extras es porque hay maes que les pagan por eso y mientras sigan pagando van a seguir cobrando, lo ideal sería ir haciendo un aporte de cuales cobran extras y hacerles la cruz cuando se llega y que sigan calentando el sillón