Pues sí, amigos, la noticia cayó como balde de agua fría este domingo: don Víctor Láscarez, exdiputado del PLN, ya no está con nosotros. Un tipo que transitó la política nacional durante varios años, dejando huella tanto en la Asamblea Legislativa como en otras instancias, incluyendo un tiempo como cónsul de Costa Rica en Nicaragua. Su partida nos deja pensando en cómo el tiempo vuela, y en esos personajes que, aunque ya no estén físicamente, siguen vivos en la memoria colectiva.
Víctor Láscarez, para quienes no lo recuerden bien, tuvo su paso por el Congreso entre 2006 y 2010, aunque curiosamente no entró desde el principio. Se integró a la Asamblea en reemplazo de la licenciada Ofelia Taitelbaum, quien renunció para asumir como defensora de los habitantes. Imaginen la jugada: ella se va a la Defensoría y él aprovecha la oportunidad para meterse en la pelea política. Una historia más del peculiar mundo de la política tica, ¿verdad?
Pero no todo fue calma y pachamama en su trayectoria legislativa. Precisamente, uno de los recuerdos más vívidos de su tiempo en la Asamblea es aquella trifulca memorable con el diputado Óscar López, del PASE. Todo arrancó por unos señalamientos hacia Maureen Ballestero, otra diputada, acusada de usar avionetas ministeriales para asuntos personales. Don Víctor, siempre defendiendo a sus compañeros de bancada, no se quedó callado y el ambiente se encendió como árbol de Navidad en diciembre.
Según testigos de la época, las cosas llegaron a tal punto que casi llegan a golpes. Don Víctor, bastante alterado, increpó a López, quien respondió con unas palabras duras aludiendo al pasado consular de Láscarez, mencionando algo de “traficando personas”. ¡Imagínense el calor que debió haber generado ese intercambio! Al final, tuvieron que pedir un receso para apaciguar los ánimos y evitar que la cosa escalara aún más. Ese día, la Asamblea parecía más un ring de boxeo que un recinto legislativo.
Más allá de esas polémicas, Rodrigo Arias, actual presidente de la Asamblea, lo describió como “un amigo entrañable, un dirigente ejemplar y un costarricense íntegro”. Arias, quien compartió con Láscarez muchos momentos de servicio público, resaltó su compromiso con las causas sociales, especialmente en temas laborales y habitacionales. Un recordatorio de que detrás de los debates acalorados y las disputas políticas, hay gente dedicada a intentar mejorar el país, a su manera.
Recordemos también que en el año 2001, antes incluso de llegar a la Asamblea, don Víctor presentó un recurso de amparo electoral contra el PLN, alegando un cobro excesivo a los aspirantes a diputación. Demuestra que siempre fue un defensor de lo que consideraba justo, aunque a veces esto lo pusiera en desacuerdo con su propio partido. Un tipo con principios, sin duda alguna, aunque no siempre estuvieran alineados con el sentido común.
Lo cierto es que la muerte de Víctor Láscarez nos invita a reflexionar sobre el legado de aquellos que pasaron por la arena política. No todos son villanos ni héroes, la mayoría son personas comunes que intentan hacer lo mejor posible dentro de un sistema imperfecto. Este señor, con sus aciertos y errores, formó parte de esa historia, y ahora descansa en paz. Las honras fúnebres aún no han sido anunciadas, así que estaremos atentos a cualquier novedad al respecto.
Y ahora les pregunto, queridos foristas: ¿creen que las polémicas como la trifulca con el diputado López empañan el recuerdo del legado social de don Víctor Láscarez, o forman parte inherente de la pasión y el fervor político que caracterizan a nuestro país?
Víctor Láscarez, para quienes no lo recuerden bien, tuvo su paso por el Congreso entre 2006 y 2010, aunque curiosamente no entró desde el principio. Se integró a la Asamblea en reemplazo de la licenciada Ofelia Taitelbaum, quien renunció para asumir como defensora de los habitantes. Imaginen la jugada: ella se va a la Defensoría y él aprovecha la oportunidad para meterse en la pelea política. Una historia más del peculiar mundo de la política tica, ¿verdad?
Pero no todo fue calma y pachamama en su trayectoria legislativa. Precisamente, uno de los recuerdos más vívidos de su tiempo en la Asamblea es aquella trifulca memorable con el diputado Óscar López, del PASE. Todo arrancó por unos señalamientos hacia Maureen Ballestero, otra diputada, acusada de usar avionetas ministeriales para asuntos personales. Don Víctor, siempre defendiendo a sus compañeros de bancada, no se quedó callado y el ambiente se encendió como árbol de Navidad en diciembre.
Según testigos de la época, las cosas llegaron a tal punto que casi llegan a golpes. Don Víctor, bastante alterado, increpó a López, quien respondió con unas palabras duras aludiendo al pasado consular de Láscarez, mencionando algo de “traficando personas”. ¡Imagínense el calor que debió haber generado ese intercambio! Al final, tuvieron que pedir un receso para apaciguar los ánimos y evitar que la cosa escalara aún más. Ese día, la Asamblea parecía más un ring de boxeo que un recinto legislativo.
Más allá de esas polémicas, Rodrigo Arias, actual presidente de la Asamblea, lo describió como “un amigo entrañable, un dirigente ejemplar y un costarricense íntegro”. Arias, quien compartió con Láscarez muchos momentos de servicio público, resaltó su compromiso con las causas sociales, especialmente en temas laborales y habitacionales. Un recordatorio de que detrás de los debates acalorados y las disputas políticas, hay gente dedicada a intentar mejorar el país, a su manera.
Recordemos también que en el año 2001, antes incluso de llegar a la Asamblea, don Víctor presentó un recurso de amparo electoral contra el PLN, alegando un cobro excesivo a los aspirantes a diputación. Demuestra que siempre fue un defensor de lo que consideraba justo, aunque a veces esto lo pusiera en desacuerdo con su propio partido. Un tipo con principios, sin duda alguna, aunque no siempre estuvieran alineados con el sentido común.
Lo cierto es que la muerte de Víctor Láscarez nos invita a reflexionar sobre el legado de aquellos que pasaron por la arena política. No todos son villanos ni héroes, la mayoría son personas comunes que intentan hacer lo mejor posible dentro de un sistema imperfecto. Este señor, con sus aciertos y errores, formó parte de esa historia, y ahora descansa en paz. Las honras fúnebres aún no han sido anunciadas, así que estaremos atentos a cualquier novedad al respecto.
Y ahora les pregunto, queridos foristas: ¿creen que las polémicas como la trifulca con el diputado López empañan el recuerdo del legado social de don Víctor Láscarez, o forman parte inherente de la pasión y el fervor político que caracterizan a nuestro país?
