¡Ay, Dios mío! La temporada lluviosa nos agarró con los pantalones abajo, literalmente. Desde la noche del miércoles pasado, los aguaceros no han dado tregua y ya suman 141 incidentes de inundación reportados en todo el país, aunque la peor parte la lleva, como siempre, nuestra querida Puntarenas. ¡Qué torta!
Según la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), los cantones de Esparza, Puntarenas y Montes de Oro son los más afectados. Parece que los ríos decidieron tomarse unas vacaciones en la ciudad, desbordándose y dejando comunidades enteras bajo agua. Varios sectores de Fray Casiano, Parcelas, El Progreso y Fiesta del Mar amanecieron anegados, y bueno, ahí le va la vaina: no es fácil empezar el día mojado hasta las cejas.
Pero eso no es todo, mae. En la ruta N.º 1, entre Puntarenas y Esparza, tuvimos un deslizamiento que dejó el tráfico complicado. Aunque ahora dicen que ya regularon el paso para carros livianos, imagínate el brete para los que tenían apuro. Además, varios árboles cayeron en sectores de Montes de Oro, gracias a Dios el Cuerpo de Bomberos y la CNE llegaron rápido a quitarles el visto, porque sino era tragedia pura.
Y no solo está jodiendo el Pacífico. En Guanacaste también estamos raspando cuero. Los ríos Javilla e Higuerón se desbordaron, afectando a San Juan e Higuerón de Cañas. ¡Qué carga! Un árbol se tiró encima de la carretera que conecta Porozal de Cañas con el Puente La Amistad, pero el comité municipal de emergencias, esos sí que son pilas, lograron quitarlo rapidito.
Para darle más sabor a la cosa, tuvieron que habilitar un albergue temporal en Paraíso de Santa Cruz para 14 personitas que perdieron sus casas por el desborde del río Paraíso. Pobreza, diay... Ojalá les puedan brindar todas las facilidades necesarias para que estén bien atendidas en estos momentos tan difíciles. Hay que darle maicito al vecino.
La situación ha sido tal que incluso cerraron la ruta N.º 32 preventivamente por los aguaceros intensos que azotan varias partes del país. La CNE mantiene la alerta amarilla vigente en todo el territorio nacional, instándonos a estar ojo avizor frente al aumento de los caudales de ríos y quebradas. Mejor prevenir que lamentar, ¿verdad?
Ahora, mirando las cosas con detenimiento, uno se pregunta: ¿Hemos aprendido alguna lección de las tragedias pasadas? ¿Estamos realmente preparados para enfrentar estos fenómenos climáticos cada vez más frecuentes e intensos? No digo que la culpa sea nuestra, pero sí creo que hay mucho por hacer en cuanto planificación urbana, mantenimiento de drenajes y educación a la población.
Con todo esto, me queda una gran inquietud: ¿Cómo podemos fortalecer la resiliencia de nuestras comunidades frente a estos desafíos climáticos y asegurarnos de que nadie quede atrás? ¿Qué medidas concretas cree usted que deberían implementarse a nivel nacional para mitigar los efectos de estas inundaciones y proteger a los más vulnerables?
Según la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), los cantones de Esparza, Puntarenas y Montes de Oro son los más afectados. Parece que los ríos decidieron tomarse unas vacaciones en la ciudad, desbordándose y dejando comunidades enteras bajo agua. Varios sectores de Fray Casiano, Parcelas, El Progreso y Fiesta del Mar amanecieron anegados, y bueno, ahí le va la vaina: no es fácil empezar el día mojado hasta las cejas.
Pero eso no es todo, mae. En la ruta N.º 1, entre Puntarenas y Esparza, tuvimos un deslizamiento que dejó el tráfico complicado. Aunque ahora dicen que ya regularon el paso para carros livianos, imagínate el brete para los que tenían apuro. Además, varios árboles cayeron en sectores de Montes de Oro, gracias a Dios el Cuerpo de Bomberos y la CNE llegaron rápido a quitarles el visto, porque sino era tragedia pura.
Y no solo está jodiendo el Pacífico. En Guanacaste también estamos raspando cuero. Los ríos Javilla e Higuerón se desbordaron, afectando a San Juan e Higuerón de Cañas. ¡Qué carga! Un árbol se tiró encima de la carretera que conecta Porozal de Cañas con el Puente La Amistad, pero el comité municipal de emergencias, esos sí que son pilas, lograron quitarlo rapidito.
Para darle más sabor a la cosa, tuvieron que habilitar un albergue temporal en Paraíso de Santa Cruz para 14 personitas que perdieron sus casas por el desborde del río Paraíso. Pobreza, diay... Ojalá les puedan brindar todas las facilidades necesarias para que estén bien atendidas en estos momentos tan difíciles. Hay que darle maicito al vecino.
La situación ha sido tal que incluso cerraron la ruta N.º 32 preventivamente por los aguaceros intensos que azotan varias partes del país. La CNE mantiene la alerta amarilla vigente en todo el territorio nacional, instándonos a estar ojo avizor frente al aumento de los caudales de ríos y quebradas. Mejor prevenir que lamentar, ¿verdad?
Ahora, mirando las cosas con detenimiento, uno se pregunta: ¿Hemos aprendido alguna lección de las tragedias pasadas? ¿Estamos realmente preparados para enfrentar estos fenómenos climáticos cada vez más frecuentes e intensos? No digo que la culpa sea nuestra, pero sí creo que hay mucho por hacer en cuanto planificación urbana, mantenimiento de drenajes y educación a la población.
Con todo esto, me queda una gran inquietud: ¿Cómo podemos fortalecer la resiliencia de nuestras comunidades frente a estos desafíos climáticos y asegurarnos de que nadie quede atrás? ¿Qué medidas concretas cree usted que deberían implementarse a nivel nacional para mitigar los efectos de estas inundaciones y proteger a los más vulnerables?